Hace bastante que no escribo nada, pero es que todo el tiempo se me va en mis peques y mi mente está centrada en averiguar qué le ocurre a mi bebé. Aunque se la ve estupenda, lo cierto es que no está cogiendo peso como debiera y estamos con la mosca detrás de la oreja. Todo a punta a una alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV), pero aún estamos en ello. Espero salir de dudas en los próximos días. Ya hemos ido al alergólogo y queda descartada una APLV mediada por IgE pero podría ser una no mediada. Ahí estoy con una dieta sin lácteos (con lo que me gustan a mí los quesos). Y a ver qué pasa, porque solo queda el método ensayo-error: si la enana mejora, habremos dado con la solución. Si no, habrá que seguir buscando. Pero a pesar de esto iremos al digestivo en los próximos días, porque me quedo más tranquila si la ve un médico que abarca un campo un poco más amplio. Ya que estamos...
Y dados los calores, las fechas que son ya, que en agosto me reincorporo al trabajo... pues creo que hasta septiembre no volveré a asomar la cabeza por aquí. Quizá esporádicamente, no sé. Pero no voy a estar dedicada al blog, en el sentido de que no voy a estar pensando en qué cosas nuevas contar, en si esto o lo otro sería interesante compartirlo... Necesito centrarme en la enana y en poder dejar todo bien atado para mi vuelta al mundo laboral, que dicho sea de paso, me está costando mil veces más que con la mayor.
Con la mayor hasta me apetecía volver al trabajo, a disfrutar del café con mis compañeros, de perseguir esos terremotos que nos quieren hacer la vida un poco más complicada, incluso de volver a aguantar los injustos líos políticos con ganas de luchar contra ellos... pero con Lazy Daisy es diferente. Quizá sea porque no está del todo bien y no me quedaré tranquila hasta saber qué es lo que hay y empezar a solucionarlo... pero tengo verdadera angustia de separación. No quiero pensar en irme a trabajar y dejarla sola. ¡Y eso que para entonces va a tener ya 6 meses! Pero no, la veo tan pequeña, tan débil. Tal vez sea solo una comparación del subconciente con su hermana mayor, que está tan grande para los 3 años que tiene que hasta yo a veces espero de ella respuestas de más adulto, pero porque es muy alta y muy independiente. Y no deja de tener 3 añitos... quizá sea esta Mollete tan todoterreno y vigorosa la que hace que vea a la peque como una delicada amapola que si sopla el viento puede perder los pétalos... pero lo estoy pasando mal, muy mal. Y aún queda casi un mes por delante, porque hasta el día 10 no piso el ruedo. Pero estoy intranquila...
Quiero disfrutar de este mes por delante y de los días que nos podamos acercar al norte, al fresco, y desconectar de todo de verdad. No sé. Quizá me veáis. Quizá no. Pero es que ni yo misma me termino de encontrar...