Sofía salió
corriendo de su primer día de cole, pensando en el vaso de leche que
le aguardaba como merienda. Corrió a abrazar a mamá y Elena, que la
esperaban en la puerta.
Por el camino de vuelta les contaba lo mucho
que le había entusiasmado ese primer día y lo simpática que era su
profesora. Al ir a cruzar la calle, justo enfrente de casa ¡un
monstruo peludo se apareció en medio del paso de peatones! Era muy
alto y gordo, de colores verdosos y azules. No les permitía llegar
hasta casa. Debía de haberse levantado mal de la siesta.
Sofía
cogió un palo de la acera y dando un fuerte golpe en el suelo dijo:
- ¡NOOOO PUEDEEES PASAAAAAAAR!
El monstruo contestó:
- Vale.
Y se fue por donde
había venido.
Sofía volvió a darle la mano a mamá y las tres
juntas llegaron a casa gracias a su valiente acción.