Ya han llegado las
tardes largas con luz cálida y sedosa, de colores cálidos y
brillantes. Sofía y Elena pasean entre la alta hierba que por fin
tiene un color verde fresco después de las lluvias de las últimas
semanas. Como sopla un poco el viento, se tumban para ver pasar las
nubes. Sofía se recoge el pelo con la pequeña pinza, porque debido
al viento el pelo le impide ver esas bolitas de algodón.
- ¿Te has fijado? - dice Elena. -¡Las nubes son letras!
- ¿Y si jugamos a construir palabras? Mira, ¡una A!
- ¡¡Y esa es una T!! Pero no conozco esa otra...
- Esa es una G, Elena. ¡Pero viaja muy rápido!
- ¡Ah, esa sí sé cuál es! Es la O.
- A, T, G, O... ¡¡GATO!!
- ¿Empezamos de nuevo?
Y así pasan las
tardes de primavera, en la mejor compañía del mundo.