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Fomentando la lectura infantil: cajas My little book box.

viernes, 28 de marzo de 2014

Hoy quiero hablaros un poco más de Boolino. Algunos ya lo conocéis y si no esté es un buen momento para hacerlo.

Ellos se definen en su twitter como una iniciativa de fomento de la lectura infantil. Hablamos de libros. Si visitais su web encontraréis un montón de libros para niños, desde bebés a adolescentes.

Los titulos son de lo más variados. Podemos encontrar clásicos como Hansel y Gretel o Los tres cerditos, o libros de algunas de las películas de niños más actuales, como Frozen, algunos de ellos acompañados de CD interactivo. No se olvidan de los que de pequeña me entusiasmaban y que digamos se encuadran en lo que llaman literatura infantil o juvenil. Yo recuerdo leer El pequeño Nicolás o pasar un rato con Rüdiger, El pequeño Vampiro. Seguro que muchos de los que lo estáis leyendo ahora erais también ávidos lectores de estos títulos. Pues en esta línea podemos encontrar por ejemplo otro título tan conocido como Manolito Gafotas u otro más novedoso como Desencuentro.





De cada uno de estos libros encontrareis una ficha con la edad recomendada  y una sinopsis que os ayudarán a decidir si es el libro que más va a disfrutar vuestro hijo.

Su blog resulta muy atractivo. En él tratan temas muy interesantes como trucos para que los niños disfruten del placer de la lectura, cuentos para niños y alimentación saludable, el tema de los valores... yo os recomiendo sin duda alguna que saquéis un ratito y le echéis un vistazo porque os va a resultar de lo más útil, estoy segura.

Sin duda alguna una de las cosas que más me gustan son sus cajas de lectura My little book box, ahora que esto de las cajas se ha puesto tan de moda. Sinceramente nunca me he animado con una de estas cajas de productos, porque nunca sé qué va a traer o si lo voy a necesitar, pero con estas me pasa lo contrario: ¡las cogería todas! En ella encontraréis un libro adecuado a la edad que hayáis elegido, y materiales para realizar una serie de actividades a partir del libro. Por ejemplo, en Veo, veo una cosa de color... azul viene incluido el libro con el cuento, una guía de actividades y materiales (cartulinas recortables para el títere del marinerito, papel de seda para el móvil, plantilla para las gafas, papel celofán azul para las gafas) para poder realizar los juegos que se proponen: un títere de cartulina para el padre o la madre, un móvil de colores y unas gafas azules.



Se puede comprar una sola caja o hacer una suscripción mensual o trimensual. En todo caso si algún mes no se quiere adquirir la caja no hay ningún problema: se avisa y no se realiza ni el cobro ni la entrega. Como ellos dicen puedes descansar cuando quieras.

Si al final os animáis a probarla, podéis acceder a la compra a través del banner que está situado en este blog en la columna de la derecha, que os harán un 5% de descuento en el primer mesusando el código manada, o pinchando aquí. Ese ahorrito que os lleváis.

¡Yo me quedo con ganas de leer El cazo de Lorenzo, que me ha encantado el título!


Maternidad de la A a la Z: Ñ de ñapa

jueves, 27 de marzo de 2014

Hoy es la última edición de este diccionario de la maternidad promovido por nuestra querida Trimadre. Y he querido cerrarlo con la letra española por excelencia: nuestra Ñ. ¿Y qué palabra he escogido para ello? Pues la palabra ñapa.

Una ñapa es, según la Real Academia de la Lengua española,lo siguiente:

ñapa.
(Del quechua yapa 'ayuda, aumento').
1. f. Am. Mer. y Ant. añadidura.

Pero yo esta palabra la conozco con otra acepción, que es con la que al final la uso. Digamos que una ñapa es más un arreglo chapucero que se hace deprisa y corriendo, para salir del paso.

A mí siempre me ha gustado hacer las cosas a conciencia. Dejarlas a la mitad, o mal hechas, puffff, no iba conmigo. No me importaba el tiempo que hubiera que dedicar para que todo quedara como debe ser. Pero esta claro que cuando pones un hijo en tu vida una de las primeras cosas que ves recortado es el tiempo que tenías para hacer las cosas. Y que no se malinterprete, que no me quejo en absoluto. Yo elegí tener un hijo y es lo que hay. Estoy encantada. Pero dispongo de menos tiempo para otras cosas, en general.

La consecuencia principal de esta falta de tiempo es que las cosas hay que hacerlas ahora prácticas y efectivas, pero rápido. Nada de entretenerse para tenerlo perfecto. Bueno, en realidad he de matizar una cosa: si es algo para mi hija, ahí invierto todo el tiempo del mundo para que quede bien. Pero si es algo para mí es cuando las ñapas hacen su estelar aparición.

Por ejemplo, nunca me ha gustado comer cosas de bote o congeladas. Los congelados los sigo evitando, pero no puedo evitar tener unos botes con judías o guisantes para cuando no puedo cocinar y quiero tomar un poco de verdura. Intento que sean en frasco de cristal y ecológicos, pero no siempre se puede. Así que mi despensa tiene algunas cosas de este tipo para, en el último momento de un día que se ha torcido, hacer una ñapa y poder cenar.

Otra ñapa habitual es en la ropa. Tiendo a hacer bastante agujeros en la parte de la sobaquera de las chaquetas. Debo de ser muy bruta y además la calidad de las prendas deja bastante que desear, así que suelo ir acompañada de una tomatera bajo el brazo. Antes me sentaba en el salón y lo zurcía (¡cómo me gusta esta palabra!) y hacía un apaño tan mono. Ahora es habitual ir con ventilación acompañada en la chaqueta.

O cuando se cae un botón de un pantalón. Pues ahora no me importa apañarlo un día con un imperdible si en ese momento no puedo coser el botón. Antes ¡cómo iba a ir yo con un imperdible ahí puesto! Los imperdibles son un imprescindible en el mundo de las ñapas. Sirven para todo, apuntadlo. ;)

Pero bienvenidas sean las ñapas, porque eso es que estamos disfrutando de un rato con nuestros hijos, que son nuestro mayor tesoro.

Y así nos despedimos de este carnaval en el que nos ha encantado participar, tanto a Mollete como a mí. Hemos conocido gente estupenda, nos hemos reído y hemos profundizado en este mundo de la maternidad. Descansaremos un poco y cogeremos fuerzas para seguir porque ahora ¡¡¡TOCA ELEGIR LAS ENTRADAS QUE CONFORMARÁN EL DICCIONARIO DEFINITIVO entre todos los participantes!!! No os perdáis el resultado final, que seguro que es estupendo. Para saber más sobre todo esto pasaos a ver a Trimadre.


Leemos juntos: Ladrón de gallinas.

viernes, 21 de marzo de 2014

Hola a todos,

hoy tenemos la segunda colaboración con Boolino. Espero que os resulten interesantes estas nuevas lecturas, recomendadas a partir de 3 años, pero que realmente se pueden comenzar a disfrutar a partir de los 2 años porque son solo ilustraciones.


No necesitan palabras
Por boolino

Hoy desde boolino os queremos recomendar una colección de libros ilustrados, de la autora e ilustradora Béatrice Rodríguez, editada por Libros del Zorro Rojo a los que no les hace falta texto para ser contados y explicar una bonita historia para niños.

El primer cuento de la colección es Ladrón de Gallinas un álbum ilustrado sin texto que narra la historia de un astuto zorro que rapta a una pequeña gallina. Los amigos de la gallina, el oso, el conejo y el gallo, van en su búsqueda y recorren mar y tierra para traerla de vuelta. Y es que, tradicionalmente, los zorros se comen a las gallinas… ¿o no? Un final inesperado para un álbum ilustrado que explica muchas cosas sin una sola palabra.

El libro involucra y hace partícipe al lector y le induce a expresar la historia con palabras. Sin su participación, no hay cuento; un recurso fantástico para que el niño disfrute con la lectura y se implique en la historia.
Ladrón de gallinas explica la historia de un amor que supera prejuicios y obstáculos de todo tipo. Una historia que rompe los esquemas de lo convencional y nos recuerda que el amor no entiende de razas. Una historia que refleja cómo no todo es lo que parece y la importancia de no dejarse llevar por las primeras apariencias. Un libro que invita a mirar desde otro lado, que nos hace pensar acerca de nuestros prejuicios y que pone en duda ciertos convencionalismos que nos son impuestos.
Un libro perfecto para iniciarse en la lectura que, sin necesidad de palabras, consigue captar la atención del lector y envolverle en una divertida y tierna aventura de amor poco convencional.

Además cómo continuación de la historia tenemos La revancha del gallo, y también el tercer y último libro de esta pequeña colección: Un día de pesca.


Maternidad de la A a la Z: J de jalar

jueves, 20 de marzo de 2014

Jalar no es comer. Jalar es más tipo devorar. Y si bien hay padres que no han visto en su vida a sus hijos jalar porque son niños de poco comer, hay otros que atacan el plato que da miedo verlos, porque aquello parece la guerra.

La verdad es que al principio Mollete no daba síntomas de ir a jalar como una descosía, es más, no les prestaba demasiada atención a los purés y papillas que le dábamos al comenzar la alimentación complementaria (AC). Pero sin embargo, cuando la cosa se puso interesante y empezó a probar cosas más variadas y con más texturas, y aprendió a manejarse mucho más con la comida, sacó ese monstruo de las galletas que lleva dentro para jalar como una loca. Por supuesto algunas cosas no las devora, por mucha hambre que tenga. Tiene muy claro qué es lo que le gusta y qué no, pero eso nos pasa a todos. Son niños, pero no tontos, y están desarrollando el sentido del gusto.

Creo que casi todos los niños, para empezar, devoran los gusanitos. Para eso sí que les da igual la hora del día que sea. Mollete incluso moja los aspitos en leche y le saben tan ricos. Y oye, yo no voy a decir nada, porque para gustos, los colores...


Me encanta ver cómo devora la fruta que le gusta: cuando coge esos fresones que son casi más grandes que su mano y les hinca el diente. Y se nota que los está disfrutando, tan fresquitos y sabrosos... Las "luisas" que les llama ella, en vez de fresas. Ahí tenemos trabajo hasta que aprenda a decirlo... Y es que yo he sido siempre muy mala comedora de fruta, porque no me gusta el dulce. Ahora he aprendido a apreciarla y la disfruto más, pero de pequeña la huía. Con la verdura no tenía problemas, porque me encanta. Y parece que por ahora a Mollete también le gusta: ¡cómo devora acelgas la tía! Y judías verdes. El brócoli no le entusiasma... tenemos que empezar a hacerle ver que son árboles o alguna de esas cosas. Y si no le gusta, pues nada. ¡Será que no hay verduras en el mundo!

Parece que ahora se está empezando a llevar el baby led weaning (BLW), o en la lengua de Cervantes, alimentación complementaria a demanda, que a mí me dan mucho por saco los palabros extranjurios evitables. La traducción más literal es destete dirigido por el niño, tal y como indica Una maternidad diferente, refiriéndose con destete no al abandono del pecho, sino a la incorporación de la AC. Bueno, lo importante es tener claro el concepto. Digamos que los niños son capaces de saber las necesidades alimenticias de su cuerpo, adecuando la cantidad y calidad. La idea es poner a su alcance una variedad de alimentos para que sean ellos los que elijan qué llevarse a la boca. 

No conocía esta metodología cuando Mollete comenzó con la AC pero creo que quizá le hubiera funcionado satisfactoriamente. Y es muy probable que si al final quiere venir un hermanito, lo probemos con él. El caso es que viendo cómo come esta enana, creo que a ella le hubiera venido muy bien y lo hubiera disfrutado mucho. Aunque hablo sin saber, porque con más de 1 enano quizá lo que impere sea la ley del más fuerte, como comentaba Trimadre, y la alimentación no se guíe por el BLW, sino por el "dame esa galleta que la quiero yo". A ver si dentro de poco os lo puedo contar.

Y qué, ¿jalan mucho vuestros enanos o no?

Minientrada: sello personalizado

Supongo que la mayoría ya conocéis a Dulce desespera. ¿Cómo? ¿Que no? ¿Y a qué estáis esperando? Pinchad aquí.

Pues muy creativa y tiene unas manos geniales que hacen realidad sus ideas mediante el carvado de sellos. Le encargué un sello para Mollete, con su nombre y con un búho, porque su nombre significa sabiduría y el símbolo de la sabiduría es un búho. Además le encargué un sello para una amiga suya. Y quedaron los dos preciosos.



Así que animaos, visitad Sweet Carving y encargadle ese sello que queréis.

150 palabras: pedaleando (lápiz, mochila y fruta)

domingo, 16 de marzo de 2014

Soltó la mochila azul en un rincón nada más llegar a casa. Dentro llevaba sus ceras de colores y el lápiz que el abuelo le había traído de París, pero no necesitaría nada de eso esa tarde. Bajó a la cocina a merendar fruta para coger fuerzas, ya que le esperaba un plan intenso: quería saber cómo de lejos podía llegar con su bici.

Así que Sofía la cogió y salió de casa. Se puso a pedalear con la idea de llegar a África para poder ver jirafas corriendo en libertad. Aunque no sabía muy bien dónde quedaba... Y si no, lo mismo podría ir a Praga a ver teatro negro.

Pero empezó a refrescar y se dio cuenta de que no llegaría a ninguno de estos sitios antes de la noche. Volvería a casa y durante la cena les propondría a sus padres hacer un viaje el próximo verano.


Nueva sección: leemos juntos.

jueves, 13 de marzo de 2014

Hoy os voy a hablar un poco de una colaboración que acabo de comenzar con Boolino, que se dedica a los libros infantiles. Iré archivando las nuevas referencias en la sección Leamos juntos.

Yo me he criado entre libros. Mis abuelos tenían una librería y si os digo la verdad me encantaría poder dedicarme en algún momento a este mundo. Así que os podéis imaginar la importancia que tienen para mí los libros. Los considero una herramienta fundamental para el desarrollo de los niños, además del transporte perfecto hacia el mundo de la imaginación.

Espero que con esta colaboración podáis conocer títulos que os interese para vuestros hijos. Seguro que sí.



Bebés y libros
Por boolino

"Cuando mi padre me leía, yo me recostaba sobre él y me volvía parte de su pecho o de sus brazos. Y yo creo que los niños que son abrazados y sentados en las piernas –deliciosamente acariciados- siempre asociarán la lectura con los cuerpos de sus padres, con el olor de sus padres. Y eso siempre te hará lector. Porque ese perfume, esa conexión, dura para toda la vida." Maurice Sendak

Hoy desde boolino os queremos hablar de la lectura para bebés. Los bebés no pueden leer, pero pueden ver, oír, tocar, saborear… Un bebé disfruta jugando con los colores, las formas, las texturas, los sonidos… En esta etapa es fundamental la voz de la madre o el padre, hablarles y cantarles a menudo les tranquiliza y les da seguridad.

Sin embargo a veces, hasta que los niños no son un poco más mayores, no acostumbramos a leerles, pero llamar la atención del bebé, cantarle canciones o retahílas y estimularle jugando con el tono de voz y la melodía a través de un libro adecuado es fundamental para que empiece a familiarizarse con los sonidos y a imitarlos.

Pero sobre todo leer junto al bebé crea un vínculo imborrable que si se mantiene durante la infancia, no le abandonará en toda la vida.

Hoy os queremos recomendar algunos libros adecuados para bebés y pensados para estimular sus sentidos y que se diviertan.

Los primeros dos libros que os queremos recomendar son Yocomo y Yoduermo de Amélie Graux, editados por Juventud.



Dos libros preciosos e increíblemente cuidados para que el bebé pueda tocar y jugar. Se trata de libros que ofrecen diferentes texturas que el bebé puede reconocer: desde el tacto de madera de la trona, al suave pijama, el plástico del biberón o la pegajosa papilla. Elementos de la vida cotidiana ilustrados de manera sencilla y en colores suaves para estimular los sentidos del bebé y aprender las primeras palabras.

Con un formato de cartón, pequeño y manejable podréis descubrir y divertiros juntos leyendo y tocando diferentes texturas, sorprendiéndoos y descubriendo nuevas palabras.

El siguiente libro que os recomendamos es Sonidos de animales y viene de mano de Susaeta.


Se trata de un libro de tela que reproduce los sonidos de distintos animales para que el niño vaya familiarizándose y divirtiéndose con ellos. ¿Lo mejor? El mordedor incorporado para que la experiencia sea todavía más sensitiva.




Por último, os recomendamos un ya clásico de los libros de bebés, Peca y lino, en este caso, ¡Acomer con Peca y Lino! de Carmen Gil, ilustrado por Francesca Ferri y editado por SM.

Peca y Lino son una simpática -y algo curiosa- vaca y una alegre -y algo tímida- cebra. Carmen Gil,  a través de ellos, acerca a los bebés acciones sencillas y cotidianas, en este caso relacionadas con la comida, en forma de cuentos rimados para que la musicalidad cautive al bebé.


Se trata de libros que el bebé puede tocar, apretujar, morder… Rellenos de espuma para que no se haga daño y pueda disfrutar libremente de las páginas. Además, ¡A comer con Peca y Lino! viene con un babero para que el bebé pueda comer sin mancharse como los protagonistas del cuento.