Bueno, pues ya está. Este año se ha pasado volando.
Prácticamente ayer estaba pensando en cómo iba a echar de menos mi barriguita,
y hoy Mollete cumple un año... la veo y todavía me cuesta creer que esté aquí,
conmigo. Pero por otro lado es como si la conociese de siempre... A veces
pienso que en qué lío me he metido, que a ver si no voy a ser capaz de hacerlo
bien, porque lo que yo quiero es que se convierta en una buena persona, y temo
no ser capaz de ayudarle a conseguirlo. Otras veces pienso que tan mal no lo
estaremos haciendo, porque ella es una niña simpática, que ríe mucho, que es
feliz. Y su padre y yo también. Así que se ve que debemos de estar funcionando
como familia.
Supongo que es lo que toca ya para el resto de la vida: ese
sentimiento constante de responsabilidad y cobijo hacia tus hijos. De darle
vueltas a qué debes y qué no debes hacer para que tu hijo esté bien. Pero
entonces sale mi otra parte que dice: oye, no te preocupes tanto. Estáis
sobreviviendo, avanzáis, ¿no? Pues que siga así...¡Y disfrutadlo!
Un año siendo madre. ¿Qué palabras pueden describirlo? Amor,
diversión, lágrimas de orgullo de madre en los ojos , preocupación. Al
principio te sobrepasaba el pensar que esa personita te miraba y tú eras todo
para ella: su protección, su alimento, sus mimos. Su referencia en este mundo.
Y ahora que lo estás asumiendo, la cosa empieza a cambiar. Ya es más
independiente. Por un lado eso te alegra, y por otro te da un poco de pena.
¡Cómo será esta sensación cuando los hijos crecen del todo?...
Lo que sí tengo claro de todo esto, y tras un año de
experiencia, es que merece la pena ser padres. A pesar de las dificultades, de
las apreturas económicas, de tener cosas en tu contra... cuando miras a los
ojos a tu hijo te pones el mundo por montera, se te quitan las penas y logras
metas que jamás pensaste que serías capaz de alcanzar (incluso meterte en el
APA, jajaja). Así que yo animo a todos los que estén dudando si es el momento
de ser padres, porque sí que lo es. El momento perfecto no existe, así que no
lo busquéis. Es una pérdida de tiempo y no lo encontraréis. Esta aventura es la
que os va a hacer plantar cara a muchos problemas que tenéis y de los que no
erais capaces de salir.
Hasta aquí, este año visto desde el punto de vista de la
madre. Habría que preguntarle a la hija (no es que no le pregunté al papá, sino
que es hombre de pocas palabras...). Mollete por ahora sólo sería capaz de
decirnos: hola y teta. Pero ya es un buen resumen. Ese hola refleja que es una
niña muy sociable. Le gusta mucho estar con gente. Aunque ahora está en esa
fase en que de entrada le cuesta irse con cualquiera de entrada, al poco se
suelta y le encanta jugar con todo aquel que esté por las inmediaciones. Sonríe
muchísimo. Y ríe frecuentemente, también. Es cariñosa y fiel a los suyos (es lo
que tiene la manada, que da protección). Y con teta seguramente nos querría
decir que le gusta estar con su mamá, jeje. ¡O eso quiero creer yo!
Esta tarde lo celebraremos en casa. Ya lo dicen por ahí: el
primer cumpleaños es para los padres, porque a los hijos les da completamente
igual. Bueno... ¡¡¡pues sí, es cierto!!! ¡Nos lo vamos a pasar en grande porque
tenemos la mejor excusa del mundo!: un regalo de niña que nos está ayudando a
comprender muchas cosas de la vida.