El primer día del padre que pasamos
juntos, Mollete no tenía ni un mes. Así que pocas manualidades podía
hacer ella, y poco tiempo de manualidades tenía yo... que aún no
sabía dónde poner a la niña según para qué cosas. Total, que le
imprimí a papá Mollete una foto preciosa de la niña, le puse por detrás “te
quiero mucho, papi” e imprimimos la mano de Mollete. Y hala, a ir
tirando.
Este año quería algo más elaborado,
peeeeero... no he tenido nada de tiempo y me han fallado los
materiales. Como los dos somos de ciencias, y un poco frikis (venga,
vamos a admitirlo), se me ocurrieron un par de frases en lenguaje
matemático. Estrictamente no son correctas, claro, pero bueno,
transmitían el mensaje que buscaba. La idea era hacer una camiseta
para papá Mollete y otra para Mollete. En la de papá pondría: De
tal palo... Y una frase en lenguaje matemático, que vendría a
decir: existe una única Sofía tal que pertence a papi para siempre,
que es lo que queríamos demostrar. En la de papá Mollete pondría: ...tal astilla. Y: existe un único papi tal que pertenece a Sofía para siempre, tal
como queríamos demostrar. Hasta aquí todo bien.
Materiales : pues
dos camisetas y una caja de rotuladores de tela. Las camisetas las
encontré rápidamente, en colores semejantes, y a precios de risa. ¡Empezábamos bien! Colores claros para
poder pintar bien encima a la par que alegres para la primavera. Y rotuladores, pues también los encontré
rápido.
Pero han resultado un fracaso ya que, aunque en la caja de los rotus parece que puedes pintar en tela con toda facilidad y hacer mil virguerías, nada más lejos de la realidad. (¡Anda!, perdonad este inciso, pero creo que es la primera vez en mi vida que escribo la palabra virguería, jajaja) Mira que yo soy mañosa, ¿eh? Y que las manualidades que hago me quedan bien, aparentes y a la gente le gustan... bueno, pues un auténtico fracaso. Logré, y a duras penas, escribir el mensaje que quería poner. Y poco más. Todos los adornos divertidos que quería pintar fueron imposibles. Frustración. ¡Qué basura de regalo! ¿Qué diría papá Mollete?
Pero han resultado un fracaso ya que, aunque en la caja de los rotus parece que puedes pintar en tela con toda facilidad y hacer mil virguerías, nada más lejos de la realidad. (¡Anda!, perdonad este inciso, pero creo que es la primera vez en mi vida que escribo la palabra virguería, jajaja) Mira que yo soy mañosa, ¿eh? Y que las manualidades que hago me quedan bien, aparentes y a la gente le gustan... bueno, pues un auténtico fracaso. Logré, y a duras penas, escribir el mensaje que quería poner. Y poco más. Todos los adornos divertidos que quería pintar fueron imposibles. Frustración. ¡Qué basura de regalo! ¿Qué diría papá Mollete?
Pues nada... como es un santo y todo le
parece bien dice que le encantó el regalo y que hoy mismo se las
pondrían los dos... ¡Qué encanto!