Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo había una niña que, al parpadear, emitía tintineos que conformaban una bella música que atraía a todas las hadas
y duendes que habitaban
cerca - contaba mamá.
- ¿Y si eres tú esa niña, Elena? ¿Si soy yo? - preguntaba Sofía.
No podían quedarse con la duda
y les propusieron a sus papás ir de excursión
al campo al día siguiente.
Era primavera y el campo estaba lleno de amapolas. Avanzaron entre ellas decididas a la conquista del reino de las hadas.
Comenzó a parpadear Sofía y, aunque sí producía un tintineo, no se escuchaba
ninguna bonita música. Probó Elena y sucedió lo mismo. Mientras Elena
continuaba intentándolo, Sofía comenzó a
parpadear de nuevo, y los dos tintineos
se entremezclaron formando la más bella melodía de todos los tiempos. En unos segundos estuvieron rodeadas de hadas y duendes con los que pudieron jugar.