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¿Por qué es necesaria la donación de leche materna?

jueves, 12 de mayo de 2016

Como ya sabéis muchos, soy donante de leche materna. Hace ya dos años os conté qué es un banco de leche y cómo fue mi primera visita al Hospital Universitario 12 de octubre de Madrid. Ayer estuve por allí, llevando unos cuantos botes. Vi mucho ajetreo: madres que llevaban leche, otras que estaban allí para hacerse donantes, personal que subía y bajaba... y pensé que todo iba bien. Pero cuando ya me iba y me tomaban nota del número de donante, la enfermera se asombró porque no llegaba al millar, y ya hay más de mil (en el fichero histórico, que no activos):

- ¡Anda, si tú ya eres veterana! Qué bien, porque estamos faltos de gente.
- ¿Sí, de verdad? Había oído algo hace un mes pero no sabía hasta qué punto era urgente.
- Muy urgente. Fíjate, ahora empezamos a hacer algo porque nos ha llegado leche nueva. Estábamos mano sobre mano.

Así que esta entrada es un llamamiento urgente a que si eres mamá lactante, o conoces a alguien que lo sea, y queréis ayudar, os acerquéis al Banco de leche del Hospital universitario 12 de octubre de Madrid. Os harán unas preguntas, unos análisis y os darán todo el material para que podáis extraeros leche en las condiciones óptimas para poder donarla. No hay que estar yendo cada semana a llevar la leche. Lo importante es que no tenga más de 1 mes, pero cada una se organiza dentro de sus posibilidades. No pienses que tienes ya poca leche o que apenas te sacas. ¡Cada gota para un neonato es un tesoro! No importa la edad del bebé, por lo menos en el 12 de octubre: mi hija cumple precisamente hoy 15 meses y seguimos en la brecha. Ellos se encargan de hacer las mezclas adecuadas para que los bebés reciban la mejor leche. Es una pena esta situación, ya que hace un año aproximadamente, ampliaron y mejoraron las instalaciones para poder dar servicio a más hospitales de la Comunidad, y no hay leche, ni de lejos, para todos... Si no eres de Madrid, puede que en tu localidad o cerca haya un Banco de leche. Puedes informarte aquí.

Sé que algunos estaréis leyendo esto y os preguntáreis que a qué viene tanta urgencia si existe la leche artificial. Esos bebés no se van a morir de hambre, ¿verdad?

Bueno, para empezar la leche materna es lo que el bebé espera recibir, por su naturaleza. Es lo que está pensado para su organismo, no las proteínas de la leche de otro animal, por ejemplo la vaca, que entre otras cosas son muy alergénicas. La leche materna es un producto vivo, porque contiene organismos que intervienen en los procesos metabólicos del lactante, lo que es algo con un valor enorme, desorbitado. La leche de fórmula, por supuesto, por mucho que mejore cada día y quiera parecerse más a la leche materna, no tiene estos organismos. La madre pasa bacterias de su intestino al del bebé, ayudando a que se colonice, lo que es especialmente importante porque el intestino del prematuro no está bien desarrollado aún.

Algo de lo que todos habéis oído hablar, seguro, es de las inmunoglobulinas que contiene la leche materna. La principal es la inmunoglobulina A (IgA), que es antiviral, antibacteriana y antiparasitaria. Por eso se dice que el calostro es la primera vacuna que recibe un bebé. Pues mi hijo no tomó pecho y está muy sano. Claro que sí, puede ser. Pero en otros casos habría venido muy bien esta cantidad de IgA, seguro. Sobre todo cuando hablamos de bebés prematuros o bebés ingresados con patologías. Por un lado están más indefensos por su inmadurez o por su enfermedad, y además están en un hospital, que todos sabemos que, a pesar de las medidas de higiene, es el sitio ideal para coger de todo. De modo que cada defensa que estos bebés puedan recibir será un escudo para ellos que les ayudará a ganar la batalla de su supervivencia. En el primer mes de vida el bebé recibe estas IgA directamente de la leche materna, y a partir de entonces es la leche la que estimula  la producción de la propia IgA en el intestino del niño. ¡¿No os parece maravilloso?! Si mi hijo estuviera ingresado en neonatos, con la inmadurez inmunológica que tienen estos bebés, desde luego yo querría lo mejor para él, y eso es la leche materna.

Vamos a citar algunas otras cosas interesantes. Por ejemplo, la ausencia de hormonas en las leches artificiales retrasa el crecimiento del epitelio intestinal y el cierre de las uniones intercelulares favoreciendo el paso de patógenos a la circulaciónn sistémica los primeros días de vida (Manual de lactancia materna: de la teoría a la práctica. Asociación española de pediatría). Sin hablar el papel que juegan en el establecimiento del vínculo. Y esto es biología, no es una opinión.

Podemos hablar también de la lactosa, que es un hidrato que supone el 40% del aporte energético del lactante, y que está presente en mayor cantidad en la leche materna que en la leche artificial. Además favorece la absorción intestinal del calcio y del hierro, y sirve de sustrato a la microbiota intestinal, ayudando a que agentes patógenos no puedan sobrevivir debido al valor que se establece del ph intestinal.

Más ventajas: los oligosacáridos, por ejemplo, ayudan al desarrollo cerebral. La leche artificial también tiene, pero son más simples y en menor cantidad.

Por otro lado, el lactante que toma leche materna no presenta microhemorragias intestinales que causan pérdidas de hierro, mientras que esto sí puede suceder en los alimentados con fórmula.

Pero la leche de fórmula no siempre tiene de menos de los ingredientes que la componen. En algunos casos tienen de más, como por ejemplo de vitamina D, de la que se ha llegado a detectar un 1400% de la cantidad recomendada, y a día de hoy no se conocen los efectos que tales cantidades puedan tener sobre la salud infantil.

A veces pienso que, en realidad, no se trata de las ventajas de la leche materna, que es así por naturaleza, sino de las desventajas de no usarla. Por todo esto, los prematuros y bebés con patologías no son los más indicados para "experimentar". Si no fuera tan necesaria, no se invertirían fondos y recursos en crear y mantener los bancos de leche y el material que necesitan las donantes.

Muchos de estos niños que están ingresados en neonatos ni siquiera saben mamar cuando nacen. El reflejo de succión aparece en la semana 28 y la respuesta de búsqueda hacia la 32. No suelen ser capaces de succionar y deglutir hasta la 32-34, aproximadamente. De modo que algunos de estos bebés no pueden ayudar a la mamá en el proceso de producción de leche, ya que es esa succión la que hace que la madre produzca más. Si el bebé no puede ponerser al pecho o no lo hace de manera eficiente, la mamá tiene que estimularse con masajes, extracciones y otros métodos, para lograr esta producción. Pero este trabajo nunca será tan eficiente como la succión del bebé, de modo que es posible que la madre, de entrada, no pueda producir toda la leche que el pequeño necesita. Por eso es tan importante la leche procedente de donantes.

Nos quejamos mucho cuando vemos las noticias. ¡Cómo está el mundo!, ¿eh? Fíjate, qué de guerras. Las salvajadas de Siria y los pobres refugiados por un lado, las luchas tribales en África desembocando en guerras civiles por el otro. Miles de niños que mueren de hambre y enfermedades perfectamente evitables, pero es que a las farmacéuticas no les interesa ayudar. Y oye, es que en España es constante la corrupción. ¡Pero nadie mueve un dedo por cambiarlo! Acaban las noticias, apagamos la tele, y a otra cosa mariposa. ¿Qué hemos hecho nosotros para ayudar a cambiar el mundo? Quizá no esté directamente en nuestras manos solucionar algunos problemas, pero hay otras muchas cosas de nuestro entorno en las que podemos ser útiles y ayudar. Y una de ellas es en salvar la vida de estos prematuros y bebés ingresados en neonatos. Porque cada gotita de leche es un paso más hacia su recuperación.

Muchas veces da pereza, lo sé. De hecho anoche pensaba en que lo mismo ya era momento de dejar de donar... pero no, siempre es necesario. ¡Deja atrás la vagancia, venga! Si es que además luego te vas a sentir genial. Y se te van a caer las lágrimas de alegría cuando veas cómo están esos bebés y que estás ayudando a que salgan adelante.