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La escarlatina: una vieja amiga que nunca pasa de moda.

martes, 3 de mayo de 2016

Beth-mujercitas-escarlatina
Muchos padres saben ya, por fuerza mayor, que la escarlatina no está tan pasada de moda como se creía. A muchas personas les dices escarlatina y piensan automáticamente en Beth, la hermana retraída que tocaba el piano de Mujercitas. La que se pone mala malísima y se muere. Esto no es spoiler, ¿no? Es algo vox pópuli.

Así que son muchas las personas que creían que estaba erradicada, pero ¡nada más lejos de la realidad! Existe y últimamente abunda por todas partes.

La escarlatina es una enfermedad causada por una bacteria llamada estreptococo A. Como antes que fraile se ha sido cocinero, muchos os habréis acordado del exudado vaginal y rectal que os hicieron próximo al parto para determinar la presencia de estreptococo, ¿verdad? Ese es el estreptococo B. El estreptococo es una familia muy grande que encierra diferentes tipos de bacterias. Los del grupo A, que son los de la escarlatina, causan además amigdalitis e impétigo. Los del grupo B son los que pueden producir meningitis en neonatos y transtornos en el embarazo de la mujer. Además de estos existe el neumococo, que también os sonará de las vacunas que les ponemos a los peques, y que es el principal causante de la neumonía adquirida en la comunidad. Pero además hay algún tipo más de estreptococo. Auqnue no todo es malo, ya que algunos de los grupos C y G son muy usados en biotecnología. Los del grupo A, que son los que nos ocupan ahora, viven en la garganta y en la nariz y se contagian por las típicas gotitas de toses y estornudos, o si se comparten cucharas, vasos... o lápices, juguetes, etc. en el caso de los niños, que en el colegio lo comparten y lo chupan casi todo.

escarlatina-síntomas-lengua-fresaPero no me voy a desviar del tema y vuelvo a la escarlatina. No hay vacuna para prevenirla, así que si la coges no queda más remedio que pasarla. Suele afectar más habitualmente a niños entre los 4 y 8 años y suele ser inusual en menores de 2 años y en adultos. El tiempo de incubación es corto, de 1 a 2 días. Pero a pesar de la imagen horrorosa que tenemos de la pobre Beth metida en la cama con un careto que daba pena verla, la verdad, hoy por hoy es una enfermedad que cursa sin mayores complicaciones en los niños. Lo fundamental es detectarla pronto y tratarla con antibiótico para evitar complicaciones más graves: fiebre reumática, enfermedad renal, otitis media, abcesos en la garganta, neumonía, artritis... pero eso solo podría suceder en casos no tratados, que no es lo que les va a suceder afortunadamente a nuestros hijos.

¿Y cuáles son esos síntomas a los que hay que estar atentos? La escarlatina aparece como una gripe normal, con dolor de garganta, amígdalas y ganglios inflados y fiebre que puede llegar a ser muy alta. La fiebre alta suele aparecer de 12 a 48 horas antes que el sarpullido. En algunos casos hay vómitos y dolores abdominales. El nombre de la enfermedad viene porque en el cuerpo aparece a las 24-48 horas una erupción cutánea que suele empezar por el cuello y la cara, luego afecta al tórax y la espalda para después pasar al resto del cuerpo, salvo el área alrededor de la boca, que suele quedar intacta. Es de color rojo, deja la piel con tacto como de lija y puede picar. Suele tardar entre 4 y 6 días en irse y resultando la piel un poco descamada. En algunos niños la lengua también puede verse afectada y tomar el aspecto de una fresa. Pero bueno, es como todo: hay niños que no se enteran casi de que la han pasado, si no es porque les ha salido el sarpullido.  En nuestro caso no ha tenido fiebre ninguna de las dos veces, así que ha sido más el susto la primera vez de no saber qué le pasaba.

¿Cómo sabemos que se trata de la escarlatina si el niño aún no presenta sarpullido? Aunque lo presente, es importante hacer la prueba del estreptococo para salir de dudas. Es muy sencilla y se hace en cinco minutillos en consulta. Se toma una muestra de la garganta y se pone en contacto con un líquido, removiendo durante un minuto. Luego se deja reposar 5 minutos y pasado ese tiempo sabremos si la culpable es una bacteria de la familia del estreptococo A o no.

escarlatina-sarpullido-rojo-lijaEl tratamiento es un antibiótico que SIEMPRE tiene que recetar el médico de cabecera o pediatra. Suele elegirse como primera opción la penicilina. A partir de las 24-48h el niño ya no contagia, así que puede hacer vida completamente normal, pero hay que recordar tomar el antibiótico todos los días que nos dice el médico para asegurarnos que no haya complicaciones. Hasta entonces mejor quedarse en casa aunque no se encuentre mal, porque en los colegios ya sabemos que lo comparten todo  y la posibilidad de contagio es alta. Y así pasa, que empieza uno y poco a poco van cayendo casi todos.  Aunque después de tomar el antibiótico la mejoría es muy rápida.

¿Y una vez pasada ya quedo inmunizado? ¡Ay, amigo! Esta es la gran sorpresa de la escarlatina: NO. Y os lo digo yo, que la mayor ya es la segunda vez que la tiene. Os estaréis preguntando que cómo puede ser esto, si el organismo ya ha creado anticuerpos. La razón es que esta bacteria puede producir tres tipos diferentes de toxinas, de modo que puedes ponerte enfermo una vez por cada tipo de toxina.

En definitiva, no debemos asustarnos si nuestro hijo contrae la escarlatina, porque con un tratamiento rápido y adecuado nuestro hijo estará como nuevo en un par de días.