¡Madre que frío hace! Ya no hay flores, no se ve ni una sola mariposa, y el viento corta la cara.
El peluche favorito de Sofía no quiere ponerse el abrigo para salir a la calle. "¡Venga, amigo oso!", le dice Sofía. "Tenemos que salir a recoger piñas para hacer la corona de Adviento, que empieza la semana que viene. Ya tenemos las cuatro velas rojas y el plato grande, pero sin las piñas nunca la acabaremos."
La abuela Consuelo siempre hacía una corona y mamá quiere mantener la tradición. El primer domingo se enciende un rato una vela. El segundo, esa y otra más... así hasta el cuarto domingo. Y sin darte cuenta ¡ya ellegó la Navidad!