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Aupa Leré: espectáculo de percusión para niños.

lunes, 29 de abril de 2013

Este domingo fuimos a un espectáculo de percusión para niños y bebés en la Sala Triángulo de Madrid. Fue un regalo de cumpleaños para los padres, que cumplimos los años con una semana de diferencia. La verdad es que yo al principio tenía miedo de ir con Mollete, porque es un culo inquieto. Además de que está en la edad de querer cogerlo todo, subirse a todas partes y explorar, es un caso un poco extraordinario, porque es especialmente movida. Como dice su abuelo: ¡no quiero ni pensar cómo sería si hubiera sido chico!

Instrumentos de la Compañía Percumento. Imagen tomada de su web.

Como os digo, yo iba un poco escéptica a la par que nerviosa por ver si sabríamos manejar la situación. Reconozco que no me gusta nada molestar y cuando Mollete se pone a dar el espectáculo no sé dónde meterme. También era consciente de que en un espectáculo para niños, si pasaba algo, el resto de asistentes comprendería la situación perfectamente, lo que me tranquilizaba. Vamos, que no la estaba metiendo a ver una ópera en el Teatro Real...

El espectáculo, Aupa Leré (también aquí),  corría de parte de la compañía Percumento, especialista en espectáculos que acercan la percusión, su sonoridad y manejo de los instrumentos, a los niños. Este espectáculo está pensado para niños entre 0 y 6 años, principalmente. Aunque al final los padres lo pasamos genial.

Espectáculo Aupa Leré. Imagen sacada de la web de la Sala triángulo.

La actuación estaba dividida en dos partes: en la primera los miembros de la compañía nos iban mostrando diferentes instrumentos mediante un recorrido por los cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra, usando sonidos, música, efectos sonoros, y pocas palabras, pero sencillas y directas para hacerse entender por los niños. Se nota que llevan tiempo dedicándose a esto, porque los enanos se quedaban mirando, “abducidos”. Me gustó que en la presentación del espectáculo nos dijeron a los padres que en caso de que algún niño llorara o se pusiera inquieto lo sacaran solo si fuera estrictamente necesario, ya que consideraban que es necesario que los niños expresen lo que los sonidos les producen y mueve en ellos. Lo cierto es que habría como unos 40 niños, y solo uno tuvo que salir de la sala. Y dudo, personalmente, que fuera a causa del espectáculo, sino que le entró una rabieta como les entra a muchos, sin una mayor explicación.

Era fantástico ver cómo algunos niños se movían al son de la percusión, otros marcaban el ritmo con los pies y otros estaban simplemente patidifusos mirando. Pero no se oía ni una mosca. Desde luego aunque Mollete no participaba en el sentido rítmico (no la vi bailar, y eso que en casa en cuanto puede se marca un chunda-chunda), no se movía y estaba atenta a lo que pasaba ante sus ojos. Para mí, un milagro.


La segunda parte fue interactiva. Repartieron unos sonajeros hechos de tela e hilo para cada niño, de forma y tamaño acorde a la edad y su capacidad prensil, y por su puestos a los padres también. Ellos llevaban la parte cantande de la actuación, pero todos participábamos continuamente con nuestro sonajero. Aquí es donde os digo que veía yo más entregados a los padres que a los hijos.

Me gustó mucho el espectáculo. Y me gustaron mucho ellos, porque saben llevar muy bien a los niños y tenerles atentos mientras les enseñan un nuevo mundo de sonidos. Dura 50 minutos. Vamos, lo que un niño de esta edad puede estar atento como máximo. El precio, más que razonable: 8€ por cabeza. Os lo recomiendo a todos los que vivais en Madrid o cerca. Estarán en la Sala Triángulo todo el mes de mayo; aunque aún no aparece en la web seguro que lo hará en los próximos días. Y si no vivís por Madrid y os interesa, estad atentos a la web de la Compañía Percumento, que seguro que visitan otras ciudades con este u otros espectáculos.