Hoy saco la física que llevo
dentro y que a veces se pelea con la mamá que soy. A diario la mamá gana por
goleada a la física, pero esta tiene ganas de noquear a la mami y hacerse con
el poder en algún momento. Por ahora han llegado a un entendimiento y han
decidido cohabitar en mi cabeza durante el día de hoy.
Y eso tiene consecuencias, porque
estoy sentada tratando de redactar la próxima entrada del diccionario de la
maternidad de Trimadre a los 30, y claro, menudas ideas extrañas que se me
ocurren. Pero como hoy he sacado a pasear mi lado más Curie, voy a
tener que darle un poco de cancha. Lamento los daños colaterales que esto pueda
ocasionar.
¿Conocéis la teoría de la
relatividad? Vamos, que si os suena. No pretendo yo que ahora me la expongáis
aquí claramente. Yo tampoco sería capaz. Pero seguro que a todos os suena esa fórmula
que dice:
y que los más avispados enuncian
como: la energía ni se crea ni se destruye, solamente se transforma. Aunque
esto se sabe desde mucho antes de que Albert Einstein enunciara su famosa teoría.
En esta fórmula se pone de manifiesto que la propia masa puede transformarse
en energía. Bueno, esta simple ecuación tiene mucha mucha chicha, pero no es lo
que hoy nos ocupa.
¿Y a parte de la fórmula, sabéis
alguna de las consecuencias de esta teoría? Pues citaré dos: la dilatación del
tiempo y la contracción de la longitud. Aquí entra la otra frase famosa
asociada a la teoría de Einstein: todo es relativo. Y esto, como la ecuación,
tiene muuuucha muuuucha chicha. Einstein explicaba que el tiempo es relativo de
la siguiente manera: sean dos gemelos. Uno viaja por el espacio a velocidades
próximas a la de la luz (este es uno de los requisitos para que se apliquen las
teorías de Einstein), y cuando regresa a la Tierra ve que el gemelo que se quedó ha
envejecido mucho más, porque el tiempo ha pasado más despacio para el que
viajaba en la nave a la velocidad de la luz. Esto es lo que quiere decir
dilatación del tiempo. De manera similar entenderemos que las longitudes se acortan
para el que viaja a altas velocidades.
Bueno, y después de este tostón
os estaréis preguntado que qué tiene que ver esto con la maternidad. Pues es
que he descubierto que, aunque yo no me mueva a velocidades cercanas a la de la
luz (en principio), lo cierto es que el tiempo se dilata y las longitudes se contraen.
Vosotros también lo tenéis que
haber notado. Sé que alguien lo ha comentado ya en alguna ocasión, pero lo voy
a repetir: el tiempo se dilata. Si a mí, antes de nacer Mollete, me dicen que
en 2 horas voy a ser capaz de poner una lavadora, tender otra, limpiar los
cacharros, hacer la comida y planchar una buena pila de camisas, no me lo
hubiera creído. Y ahí está. Cada minuto que pasa me cunde como 10, y no es que
haga las cosas mal, qué va: que quedan decentes y todo. ¿Y cómo es esto
posible? ¿Es porque hago las cosas tan tan rápido (casi a la velocidad de la
luz) que el tiempo me dura más?
Lo de las distancias también es
cierto. Si no recordad esos momentos en los que la peque, que estaba sentada plácidamente
leyendo un libro, decide ponerse en pie y como ya la conoces, le ves las intenciones
de coger el teléfono y llamar a tu tía un sábado a las 7 de la mañana. Para
evitar semejante momento embarazoso cruzas de una zancada el espacio que te
separa del teléfono, algo que en condiciones normales te hubiera llevado 3,
esquivar una mesa y giro de cadera. Inexplicablemente tu misión concluye satisfactoriamente
antes de provocar un problema familiar.
O cuando de pronto le da por
hacer el burro y ves que comienza a trepar por el sillón y sabes que se va a ir
de cabeza en cualquier momento. Con una estirada al más puro estilo Iker
Casillas, tu brazo se alarga cual gadgetobrazo para cogerla por el tobillo quedándose
colgada a dos centímetros del suelo como Tom Cruise en Misión Imposible… Y
aunque no te hayas estirado tanto en tu vida, ni para coger patatas de la mesa
en la final del Mundial, llegas; vaya que si llegas.
Así que después de 5 años de
estudios en la facultad me congratula poder experimentar en mis propias carnes
una de las teorías físicas más famosas de todos los tiempos, y no tener que
recurrir a experimentos costosos y raros.