Esta imagen data de abril de 2010, cuando estuve de campaña de campo en la caldera de Tenerife. El Parque Nacional de El Teide es un lujo que tenemos en nuestro país y que no puede dejar de visitarse. Quien no haya estado nunca en una zona volcánica no puede dejar de ir, porque impresiona. A mí me emocionó mucho; es un terreno muy diferente a lo que estamos habituados los de la península (o los godos, como los canarios nos llaman). Es verdad que tuve la oportunidad de vivirlo desde un punto de vista profesional, acompañada por geólogos que nos explicaron muchas cosas interesantes a los físicos, que somos más de modelos numéricos, y eso enriquece mucho y hace que disfrutes cada paso que das por la isla. Pude subir al cono y alucinar al tocar el suelo caliente y ver pasar los gases que salen de él. Sentir cómo el oxígeno va faltando a 3718 m, pero a la vez sentir la libertad y la mayor comunión que existe con la naturaleza.
Pasamos 10 días viviendo en una casita en la caldera. La caldera de Las Cañadas son los restos de un edificio volcánico enorme, mayor que el Teide, que ocupó el centro de la isla. Visto desde una foto aérea parece un cráter gigante, dentro del cual se aloja actualmente El Teide. Pero este no es el único volcán de Tenerife. Hay cientos. Cada cual con un nombre más bonito y curioso: Pico Viejo, Montaña Blanca, Montaña Rajada, Montaña Mostaza, Chinyero...
Podría estar horas y horas hablando de esto, porque me apasiona desde que era niña, y he tenido la suerte de poder trabajar con los volcanes y vivir de ellos. Es un sueño hecho realidad.
Aunque el momento más emocionante de todo vulcanólogo es vivir una erupción, y yo tuve que vivir desde la distancia la erupción submarina de El Hierro mientras todos mis compañeros iban al campo. Pero estaba embarazada de Mollete y las prioridades estaban claras.
Yo confío en nuestras Islas Canarias y en que me regalen en un futuro otra erupción, que sea tranquila, bonita, que podamos disfrutar todos.
Supongo que ya habréis reconocido por la silueta al protagonista de la imagen: El Teide, el pico más alto de nuestro país.