Pues rutina... lo que cada día hago. Como ya he comentado en alguna otra entrada, soy sismóloga y trabajo con volcanes. Y esto es a lo que me enfrento día a día: terremotos, sismogramas, localizaciones... en realidad lo disfuto mucho, aunque hay momentos en que nos desborda el trabajo, sobre todo cuando El Hierro decide que de nuevo es momento de dar unos cuantos meneítos.
Después de llevar trabajando aquí 3 años, vimos recompensada nuestra paciencia con una crisis volcánica, que podría haber tardado mucho más en producirse. Y la disfrutamos mucho. Y aprendimos aún más. ¡Y todo lo que todavía nos queda por aprender! Con esto vamos a estar ocupados todavía unos cuantos años. ¡Que no falte el trabajo! (mientras no le pase nada a nadie, claro está).