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Nuestra experiencia con el frenillo sublingual

viernes, 17 de julio de 2015

Esta segunda lactancia comenzó sobre ruedas, nada que ver con la primera. Aquella comenzó con problemas porque la niña no se enganchaba bien, y las enfermeras me decían que era porque tenía el pezón plano. Me dijeron que usara pezoneras y yo, que era una ignorante por aquellas fechas, eso hice. No me auguraban más de 3 meses de lactancia. Ni ellas ni una ginecóloga que me trató en urgencias un día por la subida de la leche, que me parecía que estaba siendo muy fuerte.  A pesar de ello me encabezoné y saqué adelante la lactancia. Hacia el mes y medio probé sin pezonera y Mollete se enganchó perfectamente, y así hemos seguido, sin problemas, sin dolores, sin mastitis, hasta completar los 33 meses de lactancia.

A pesar de que todo fue bien yo seguí leyendo e informándome sobre la lactancia y los problemas que podían surgir porque era consciente de que, de haber seguido las instrucciones que me dio el personal sanitario con el que me topé, mi lactancia habría sido un fracaso completo ¡sin ninguna necesidad! Empecé a conocer asesoras de lactancia con las que aprendí muchas cosas, de las que realmente me he dado cuenta ahora que ha nacido Lazy Daisy.

Complétamente out y angustia de separación.

miércoles, 15 de julio de 2015

Hace bastante que no escribo nada, pero es que todo el tiempo se me va en mis peques y mi mente está centrada en averiguar qué le ocurre a mi bebé. Aunque se la ve estupenda, lo cierto es que no está cogiendo peso como debiera y estamos con la mosca detrás de la oreja. Todo a punta a una alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV), pero aún estamos en ello. Espero salir de dudas en los próximos días. Ya hemos ido al alergólogo y queda descartada una APLV mediada por IgE pero podría ser una no mediada. Ahí estoy con una dieta sin lácteos (con lo que me gustan a mí los quesos). Y a ver qué pasa, porque solo queda el método ensayo-error: si la enana mejora, habremos dado con la solución. Si no, habrá que seguir buscando. Pero a pesar de esto iremos al digestivo en los próximos días, porque me quedo más tranquila si la ve un médico que abarca un campo un poco más amplio. Ya que estamos...

Y dados los calores, las fechas que son ya, que en agosto me reincorporo al trabajo... pues creo que hasta septiembre no volveré a asomar la cabeza por aquí. Quizá esporádicamente, no sé. Pero no voy a estar dedicada al blog, en el sentido de que no voy a estar pensando en qué cosas nuevas contar, en si esto o lo otro sería interesante compartirlo... Necesito centrarme en la enana y en poder dejar todo bien atado para mi vuelta al mundo laboral, que dicho sea de paso, me está costando mil veces más que con la mayor.