Esta segunda lactancia comenzó sobre ruedas, nada que ver con la primera. Aquella comenzó con problemas porque la niña no se enganchaba bien, y las enfermeras me decían que era porque tenía el pezón plano. Me dijeron que usara pezoneras y yo, que era una ignorante por aquellas fechas, eso hice. No me auguraban más de 3 meses de lactancia. Ni ellas ni una ginecóloga que me trató en urgencias un día por la subida de la leche, que me parecía que estaba siendo muy fuerte. A pesar de ello me encabezoné y saqué adelante la lactancia. Hacia el mes y medio probé sin pezonera y Mollete se enganchó perfectamente, y así hemos seguido, sin problemas, sin dolores, sin mastitis, hasta completar los 33 meses de lactancia.
A pesar de que todo fue bien yo seguí leyendo e informándome sobre la lactancia y los problemas que podían surgir porque era consciente de que, de haber seguido las instrucciones que me dio el personal sanitario con el que me topé, mi lactancia habría sido un fracaso completo ¡sin ninguna necesidad! Empecé a conocer asesoras de lactancia con las que aprendí muchas cosas, de las que realmente me he dado cuenta ahora que ha nacido Lazy Daisy.