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Galletas de Navidad: Heisesand

jueves, 17 de diciembre de 2015

Seguimos desaparecidos... después del viaje a Munich hemos tenido que visitar bastantes médicos, tanto de la mamá y como de la peque. De ella sospechábamos de una alergia al huevo que se acaba de confirmar. Parece ser bastante leve y aún andamos pendientes de los resultados en sangre para ver qué estrategia llevar. Pero por el momento no va a tomar nada de huevo. Así que andamos de arriba para abajo como locos.

Como ya sabéis, estuvimos de viaje por Alemania. Allí es muy típico hacer un montón de galletas diferentes durante el período de Navidad, las Plätzchen. Algunas de esas galletas llevan muchas especias, pero otras son  realmente muy sencillas.

La receta que os traigo hoy es de las sencillitas, unas plätzchen llamadas Heidesand: pocos ingredientes, rápidas de hacer, y que a mí me han gustado mucho. Durante este viaje fuimos una tarde a hacer galletas a casa de una amiga que lleva viviendo allí ya muchos años (¡cómo pasa el tiempo de rápido!), porque es algo muy típico por esos lares en estas fechas. Ella hace la receta tradicional, sin cambiar ingredientes, claro, y asegura que usando mantequilla quedan unas galletas jugosísimas que se deshacen en la boca. Pero parece ser que este punto lo pierden un poco al emplear margarina, aunque yo las he hecho y me han gustado también mucho.

Adornos para el árbol

viernes, 11 de diciembre de 2015

Todos sabemos que un árbol de Navidad es un atractor natural para los más pequeños de la casa. Con esos colores, esas luces... ¡¡lama tanto la atención!! Que cómo vamos a evitar que metan mano y lo redecoren todo o se lo lleven a la boca los más pequeños.

Cuando nació Mollete, como no había pensado en eso (tengo que reconocerlo), compré deprisa y corriendo cuatro cosas que no se rompían, de plasticucho y bastante feas, las cosas como son. Al año siguiente me pillaron las prenavidades recuperándome en casa del aborto de mi querido Garbancito. En esos momentos necesitaba estar entretenida en algo y comencé a hacer adornos ligeros, irrompibles y que a mí me parecían bonitos, de modo que pudiera ir sustituyendo poco a poco los horribles adornos de plástico por estos otros: bolas de corcho blanco recubiertas de telas de colores. Sobre las bolas de corcho dibujé a lápiz una serie de líneas que conformaban un diseño geométrico. En realidad se puede hacer el dibujo que más te guste, pero una tiene una mente muy cuadriculada y tendía a hacer motivos geométricos y simétricos. Una vez pintados, sobre esas líneas pintadas se hacen con un cúter unas rajas que van a servir de soporte a la tela. En cada fragmento de la bola se coloca una tela que la recubra, quedando ésta sujeta dentro de las rajas que han sido hechas previamente. Es una manualidad muy fácil y se puede hacer incluso con los niños. Os enseño alguno de los modelos que he hice en sus momento:

adornos-árbol-navidad

Corona de Adviento

martes, 1 de diciembre de 2015

¡Ya ha comenzado el Adviento! Este domingo pasado fue el primer domingo de Adviento. Ya os enseñé nuestro calendario, aunque he de confesar que aún tengo paquetitos vacíos, peeeeero eso no lo sabe nadie. ¡Así que guardadme el secreto!

corona-adviento
El otro elemento que nunca falla en casa es la corona de Adviento. Siempre la preparaba con mi madre con muchísima ilusión. Cada año cambiábamos el diseño y era emocionante pasearnos por las tiendas buscando inspiración. Muchas veces comprábamos cosas nuevas, y otras muchas -la mayoría- tirábamos de lo que ya teníamos. Unos años era en tonos blancos, otros en rojos, verdes y marrones -los colores típicos de la Navidad-. Recuerdo una vez que la hicimos llenando con garbanzos un molde de bizcocho con forma de rosquilla grande. Añadimos una ramas de pino del campo y las 4 velas y quedó precioso y sencillo. Solíamos usar 4 velas, pero alguna vez usamos una gorda central y alguna otra una vela de Adviento que mi madre traía de sus viajes a Alemania, porque ella era profesora de Filología Alemana, y realizaba bastantes viajes a aquel país. Si usáis una de estas velas cada día tenéis que encenderla un rato, hasta que se consuma hasta el ńumero inferior, de modo que vamos llevando la cuenta atrás. Si en su lugar tenéis 4 velas, el primer domingo se enciende solo una durante un rato, y se acorta un poquito. El domingo siguiente se enciende esa y otra más, el mismo ratito, y cada una se acorta un poco más. Las velas van disminuyendo en escala. Y así hasta el último domingo de Adviento.