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Roscón de reyes para APLV

domingo, 29 de noviembre de 2015

Lo prometido es deuda. Hoy, la receta de roscón SIN LECHE. Tenéis tiempo para practicar un poco de modo que cuando llegue la Noche de Reyes le tengáis cogido el punto y dejéis a todos con la boca abierta. Os recomiendo leer toda la receta hasta el final para tener en cuenta todo antes de poneros manos  la obra.

La receta original me la pasó mi amiga Paloma. Ella la tenía porque es la receta que viene en un recetario de la Thermomix. Un par de años después de estar haciéndola, descubrí que la web Webos Fritos (que es estupenda), tenía esta misma receta. Lo que os puedo asegurar es que es una receta fácil y que da muy buen resultado. El requisito indispensable es que tengáis tiempo para hacerla. Nada de pretender quitarse el muerto en un par de horas e hincarle el diente. Necesitáis tener por delante todo el día. Esto no quiere decir que vayáis a estar metidos en la cocina 24h, pero sí que el resultado final tarda.

Calendario de adviento

viernes, 27 de noviembre de 2015

En casa siempre hemos celebrado mucho la Navidad. Aunque me falte alguien tan importante como es mi madre no me resulta una época triste, porque, aunque siempre la tengo presente, en esta época viene a mi cabeza más a menudo en cada cosa que hacemos, cada adorno que ponemos, cada tradición que mantenemos, cada galleta que hacemos, el olor de la casa... Me gusta una bombilla más que a un tonto un lápiz, las cosas como son. Y en esta época tengo bula para ponerlas por todas partes mientras la factura de la luz no se me vaya de las manos, de modo que disfruto muchísimo.

Así que nada, ya estamos preparándonos para la Navidad. Y lo que llega en primer lugar es el Adviento. ¡Venga, manos a la obra! Este domingo es ya el primer domingo de adviento, de modo que ¡¡¡se nos acaba el tiempo!!! En mi casa nunca falta una corona de Adviento y un calendario. Para el calendario tenemos unos días más, porque suelen empezar siempre el día 1 de diciembre. Pero no debemos despistarnos, ya que si lo queremos hacer nosotros puede llevarnos algo de tiempo.

Reivindico mi derecho a tener miedo

jueves, 26 de noviembre de 2015

Reivindico mi derecho a tener miedo.  Pues sí, señores. Yo tengo miedo. Miedo a este mundo de locos, de gobiernos que solucionan sus problemas con guerras, de extremistas que quieren arreglarlo todo matando a los que les molestan y sobran, de la poca empatía que mucha gente muestra con el prójimo, con el que lleva padeciendo meses pero ya se ha convertido en la música de fondo del telediario...

Y estos días, en particular, miedo a la posibilidad -remota- de viajar a Francia o Bélgica. Vamos, que no iría para allá ni de broma, ni jarta vino. Incluso a veces, sin la necesidad de irme tan lejos, tengo miedo y reparo a subirme a diario en un vagón de metro o a pasear por un centro comercial. Lo pienso y sé que, dada la situación, ahora hay más seguridad que hace unas semanas, seguramente. Y quizá sea menos probable que ahora ocurra algo que hace un mes, cuando iba en metro sin miedo y sin ningún pensamiento al respecto. Que quizá no sea muy racional sentirse así, pero no puedo evitarlo y siento miedo. La semana pasada el ver a la Policía Nacional paseando por el centro comercial que suelo frecuentar, en contra de darme la sensación de que la situación estaba controlada, me produjo una inquietud grande al hacerme consciente de nuevo, mientras yo vivía en mi nube de inconsciencia del día a día e inmersa en mi realidad más cercana, de cómo está la situación.

Croquetas sin leche

martes, 17 de noviembre de 2015

Comer me encanta. Así estaba de tan buen ver, hasta que comencé la dieta libre de lácteos, que me hizo adelgazar mucho. He disfrutado siempre comiendo, en particular cosas saldas. ¡Mi perdición! Y una de mis comidas favoritas han sido las croquetas. ¡Manjar de dioses! Pero claro, las croquetas llevan lácteos: leche y mantequilla. ¡Oh dios mío! ¡Qué tragedia!

Asumí que no tomaría unas croquetas de las buenas en mucho tiempo, pero no me resigné a dejarlas caer en el olvido. Así que comencé a probar y las he hecho de dos maneras: con leche de arroz y con caldo.

Bajando el ritmo

lunes, 16 de noviembre de 2015

¿Bajando el ritmo?

Sí, con el blog.

Bueno, pues no me queda otra. Hoy mismo comienzo mi formación como asesora de lactancia en Multilacta. Y me diréis que qué necesidad tengo yo de esto... Pero la lactancia con Punkita no está siendo nada fácil entre unas cosas y otras (el frenillo, la alergia a la proteína de la leche de vaca, la no ganancia de peso...) y eso que yo vengo de una lactancia de 33 meses, de la que he salido con muchos conocimientos y segura de mí misma. Pero no sabiéndolo todo.

150 palabras: El viaje de la mariquita Escarlata (folios, encuentro, movimiento)

domingo, 15 de noviembre de 2015

Madre mía, ¡qué nervios! Sofía nota movimiento en su estómago; mariposas para arriba y para abajo. Rebusca entre los folios que huelen a tinta fresca. Están desparramados sobre la mesa de mamá y uno de ellos tiene que ser la continuación del cuento que les leyó ayer.

Elena y ella no pueden esperar a la noche para leer el desenlace. ¿De verdad la mariquita no podría salir al encuentro de su amiga la luciérnaga por estar atrapada bajo una hoja gigante de un castaño? ¿Nadie la iba a ayudar?

Pero la historia no aparecía por ningún lado. ¡Sofía tuvo una idea! Se calzaron las botas de agua para salir al jardín. No pararían hasta encontrar a la mariquita para ayudarla a proseguir su viaje.

-¿Llevamos abrigo, mapa y linterna? ¡Vamos allá, Elena! La mariquita Escarlata nos está esperando en algún lugar.

Y salieron de casa coreando fuerte:

 -¡Escarlataaaaa!, ¿dónde estás?

Imagen original de Jill Heyerr

150 palabras: una mamá (noche, cinco, rayo)

domingo, 8 de noviembre de 2015

Imagen original de Juan Galafa
Por la noche eres más vulnerable. Todo da más miedo, todo asusta más. Si además llueve, si hay tormenta y ves caer un rayo seguido de un relámpago que ilumina toda la estancia, la inseguridad aumenta.

Yo buscaba los brazos de mi madre y ahora necesito ofrecer los míos. Quiero que sean conscientes de que me tienen para lo que quieran. Quiero que se sientan protegidas. Que no importa si son bebés, tienen cinco años o doce. Que incluso cuando somos adultos tenemos esos días de vulnerabilidad máxima en los que los abrazos de mamá son el remedio a todos los males. Y, ¡ay, cómo se echan de menos cuando ya no los tienes!

Cuando los necesito, los revivo. Y siento el calor que desprendía su pecho, su olor y ese chorro de energía que llegaba hasta mi médula. Su voz y sus caricias. Y sé que ella sigue ahí.




Piensa en verde: pequeños gestos ecológicos

jueves, 5 de noviembre de 2015

En casa nos gusta pensar en verde. Y no me refiero ni a la marca de cervezas que se nos ha venido a todos a la mente, ni a temas sexuales. Sino a aportar nuestro granito de arena durante nuestro día a día para cuidar de nuestro planeta y no expoliarlo.

Está claro que una de las acciones que se nos vienen a la cabeza a bote pronto es la compra ecológica, sobre la que la mayoría opina que es demasiado cara para sus bolsillos. Lamentablemente esto es cierto a día de hoy. Es una pescadilla que se muerde la cola, ya que no descenderán los precios hasta que su consumo se generalice, pero la gente no introduce alimentos ecológicos en su dieta porque son muy caros. Yo propongo hacer una selección de productos que merece más la pena que sean ecológicos. Por un lado nos lo agradecerá el planeta, pero por otro la salud. Y no será tan caro como hacer una compra 100% ecológica. Por ejemplo, las verduras de piel gruesa o cáscara están más protegidas de pesticidas y todos los productos más o menos tóxicos que se emplean en agricultura, y por tanto dará un poco más igual si la fruta es ecológica o no (en cuanto al tema pesticidas se refiere). Así que lo que podemos hacer es comprar de vez en cuando alguna fruta de piel más fina o que comamos entera, como pueden ser las fresas. Desde luego, en cuanto a sabor, las fresas que yo he probado están muchísimo más ricas que cualquier fresón que encuentro en los supermercados. Es como estar comiendo una gominola pero con todos los beneficios de la fruta. Así que una primera medida puede ser esta: añadir algún producto ecológico a nuestra cesta.

Imagen de Jeffrey Deng 

La pesadilla de una dieta libre de lácteos

martes, 3 de noviembre de 2015


Qué mal se pasa con una dieta estricta sin lácteos, ¿verdad? Y ya no me refiero solo al tema de echar de menos determinados productos, o la lata de tener que estar unas semanas conociendo cada marca para saber qué puedes comprar y qué no... que eso también es duro al principio, aunque he de reconocer que luego me he acostumbrado estupendamente y no echo casi nada de menos, y la compra ya la hago rauda y veloz, salvo cuando quiero probar algún producto nuevo.

Me refiero a la obsesión que puedes llegar a desarrollar respecto al ingerir o no lácteos por error, de modo que puedan dañar a tu bebé. Yo he tenido pesadillas varias veces, de verme abriendo la nevera, hincándole el diente ya no a algo prohibido, sino a esos alimentos que de entrada no pensarías que llevan laćteos o derivados y que luego resulta que sí. Es una pesadilla recurrente, la de tomar algo que no debo por despistada y lanzarme a comer sin pensar...