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Día Universal de los derechos de la infancia: HOY SOY UN NIÑO. SI TÚ NO ME SACAS, NADIE ME VE.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Mañana jueves 20 de noviembre se celebra el 25º aniversario de la Convención sobre los derechos del niño y la niña y el Día universal de los derechos de la infancia. Aprovechando esta circunstancia la Asociación estatal de acogimiento familiar lanza una acción estatal para que todos nos hagamos conscientes de una realidad de nuestro país que es que actualmente hay más de 15000 niños que crecen en residencias tuteladas por las Comunidades Autónomas.

Uno de los derechos de los niños es el poder vivir en familia, pero hay muchas situaciones en las que se hace necesario separar al menor de sus familias, de manera temporal o permanente (abandono, maltrato, incapacidad de hacerse cargo del menor...). La prioridad debería ser acoger a estos niños en familias, pero la realidad es que la gran mayoría termina viviendo en residencias. En 2008 (último año del que hay cifras oficiales disponibles), unos 11.000 menores entraron en instituciones de protección, mientras que aproximadamente 4.000 pasaron a acogimiento familiar o adopción nacional, es decir, solo cerca del 25% de los menores fueron acogidos por una familia, como es su derecho, o debería ser. Desgraciadamente muchos niños entran muy pequeñitos en estas residencias y allí pasan la mayor parte de su infancia, con el problema añadido de que cuanto más tiempo pasen en la residencia, más difícil será encontrar una familia para ellos además de que el daño infligido será también mayor. Y lo cierto es que o no somos conscientes de esta situación o nos importa muy poco, porque no se oyen quejas y protestas contra esta situación; nadie sale a la calle a luchar por estos niños a los que se les está negando uno de sus derechos fundamentales.

Gracias, hija mía.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Los niños te dan todo sin nada a cambio. Siempre he intentado tener mucha paciencia, no decir una palabra más alta que la otra, ni usar expresiones malsonantes. Y no es que me haya costado, ha salido solo. Mollete siempre ha sido una niña muy fácil de llevar, aunque tenga sus momentos críticos. ¿Pero esto nos pasa a todos, no?

Con el embarazo mi humor ha cambiado un poco. Quizá sea debido al cóctel mezcla de cansancio, hormonas y molestias físicas. Y alguna vez he chillado cuando no había necesidad o la he cogido con una fuerza que no debería haber usado. ¿Y ella? En ese momento me pide perdón. Y a continuación lo hago yo, porque mi comportamiento, por mucho que sea su madre, ha estado fuera de lugar.