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Abdominales hipopresivos

lunes, 8 de junio de 2015

¿Eres mamá y quieres ponerte en forma después del parto? ¿Además tu suelo pélvico se ha quedado tocado? ¿Te gustaría fortalecer tus abdominales y faja abdominal pero no soportas las típicas abdominales, que además son tan perjudiciales para el suelo pélvico? ¿Has oído hablar de los abdominales hipopresivos?

El método hipopresivo fue ideado por el belga Marcel Caufriez en 1950 y consiste en una combinación de ejercicios posturales con respiraciones profundas y apneas. Aunque aparentemente parece que no estás haciendo mucho, lo cierto es que hay una gran cantidad de músculos involucrados, de lo cual te das cuenta cuando comienzas a practicarlos. Grosso modo consiste en realizar una inspiración y espiración profundas, y a la segunda echar absolutamente todo el aire de los pulmones. En apnea metemos hacia dentro el abdomen y abrimos las costillas, como si estuviéramos realizando una respiración profunda pero sin coger nada de aire. Se trata de aguantar en la apnea el mayor tiempo posible. Creo que los profesionales son capaces de aguantar unos 25s, pero con 10-12s ya estás trabajando la zona en condiciones. De este modo se disminuye la presión de los órganos internos, ayudándoles a que se recoloquen, y se contrae el suelo pélvico, lo que ayuda a su fortalecimiento.

abdominales hipopresivos

Aunque hay muchos vídeos circulando por internet es muy interesante hacerlo las primeras veces con un monitor que nos enseñe y nos corrija las posturas y la apnea, pues parte de su eficacia se basa en que estén siendo ejecutados correctamente. Una vez que hayamos aprendido a hacerlos de la manera adecuada podremos hacerlos en casa si somos capaces de mantener una rutina: un par de veces o 3 por semana, unos 20 minutos, son suficientes para mostrar resultados en un mes y medio o 2 meses. El mantenimiento de la rutina es quizá lo más complicado, desde luego para mí. Pero tenemos que concienciarnos en la importancia de cuidar nuestro cuerpo, la maquinaria que nos mantiene vivos.

En el primer embarazo realicé estos ejercicios durante poco tiempo y aún así noté sobre todo un fortalecimiento de la faja abdominal, principalmente en la espalda: me notaba más fuerte y más erguida. Esta vez quiero tomármelo más en serio, y junto a otras mamás del grupo de lactancia vamos a trabajarlos con una monitora estupenda, Paloma González Cenjor, que nos va a enseñar cómo hacerlo. Podéis visitar su web y aprender más sobre este método. Otra ventaja es que nos permite dar las clases con nuestros bebés, lo que nos facilita mucho la existencia, ¿verdad? Mi propósito esta vez es seguir con ellos unas vez hayamos acabado las clases.

Para las mujeres que han sido madres, estos ejercicios son fantásticos, ya que ayudan a colocar toda la musculatura en su sitio (la diástasis de los rectos no es extraña en mujeres que han dado a luz) y a fortalecer el suelo pélvico, a prevenir pérdidas de orina, prolapsos y mejoran las relaciones sexuales. ¡Pero si esto es un chollo! Además este ejercicio mantenido en el tiempo ayuda a reducir el contorno de la cintura, que yo sé que a más de una esto le va a encantar.

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Como os digo yo lo noté mucho en la espalda cuando los realicé en el posparto anterior: la fortalecí y logré una mejor postura. Y ¿cuáles son otros beneficios de estos ejercicios?: mejora el estreñimiento, regulariza los problemas vasculares, mejora la postura y libera tensiones, alivia y minimiza dolores menstruales, evita hernias abdominales y umbilicales y aumenta la resistencia y la capacidad torácica.

Pero no os negaré que al principio me resultó difícil y me costaba estar en apnea. De ahí la importancia de comenzar a trabajarlos con un monitor especializado. Además un buen monitor nos va a proporcionar una serie de posiciones diferentes que nos hagan más ameno el rato dedicado a estos ejercicios. Como mi monitora Paloma dice, el hecho de que se trabajen las respiraciones y te concentres en ellas, proporciona un rato para estar contigo misma. Incluso puedes aprovechar y hacer un poco de meditación o de abstracción. Aunque solo sea para liberar la mente. Desde luego al acabar la sesión de 1h con ella todas coincidimos en que notábamos en la musculatura que se había trabajado la zona, pero no habíamos sufrido durante la clase. Encuentro que es una manera de cuidarnos suave pero efectiva. ¿Qué más se puede pedir?