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La maternidad de la A a la Z: D de duda.

jueves, 23 de enero de 2014

Llegó el día. Muchos ya conocéis mis desventuras con los viajes a El Hierro; mi relación de amor-odio con esta afortunada isla. Cuando comenzó el proceso volcánico, allá por julio de 2011 –unos 3 meses antes de la erupción de octubre-, yo ya estaba embarazada, con lo que no pude viajar a El Hierro: había mucho trabajo de campo y mucho estrés y mi jefa consideró que era más prudente que me quedara en Madrid para no llevarnos ningún susto. Y a pesar de la ilusión que me hacía vivir el proceso en primera persona desde la isla, agradecí este gesto, que en el fondo consideré también como lo más adecuado.

Más tarde, cuando nació Mollete en febrero de 2012, la erupción ya había pasado pero el proceso magmático seguía en marcha, como ahora, con lo que los viajes a la isla eran imprescindibles. Pero tras mi baja de maternidad, una vez reincorporada a mi puesto de trabajo, yo estaba con la lactancia. Pedí permiso para no tener que viajar ya que la OMS recomienda mantener la lactancia hasta los 2 años de edad y yo quería intentarlo mientras Mollete quisiera. La verdad es que desconozco si hay una ley o algo que proteja la lactancia una vez reincorporada a tu trabajo, además de la reducción de jornada del permiso de lactancia, que solo dura hasta que el niño tiene 1 año. Así que si alguna sabe algo de esto le estaría muy agradecida si me lo comentase. Porque aunque mi jefa no me puso ningún impedimento para no viajar, quisiera tener las espaldas cubiertas de alguna manera, porque ya sabéis que a la gente le gusta hablar. Y si bien es cierto que con el permiso de la jefa yo ya no tengo que darle explicaciones a nadie, siempre me gusta tener argumentos en la mano. Yo entiendo perfectamente que algunos de mis compañero estén hartos de viajar a El Hierro, quemados incluso, y que el hecho de que participe más gente en estos viajes hace que te toque menos veces al cabo del año y descarga un poquito esta rutina viajera. Aunque creo que el hecho de que yo entre a esta rueda no va a ayudar demasiado a liberar de viajes al resto… Pero, como decía, a la gente le gusta hablar, opinar y malmeter porque yo no he ido a El Hierro, muchos sin conocer mis motivos, y muchos de los que los conocen, sin comprenderlos realmente.

El caso es que Mollete el mes que viene cumplirá 2 años y ante la posibilidad de quedarme de nuevo embarazada (cruzamos todos los dedos, ¿eh?), pienso que ahora es el momento ideal para que yo pueda incorporarme, por lo menos por una vez, a esta rutina. Creo que con un sacaleches puedo mantener la lactancia y a la vuelta retomarla, a no ser que sea Mollete la que decida que no quiere seguir. En ese caso habremos cumplido prácticamente con los 2 años recomendados por la OMS y bueno, para mí es una satisfacción. Pero no solo porque lo diga la OMS, claro. Sino porque yo también lo estoy disfrutando.


Madre e hijo de Gustav Klimt.
Tomado de http://buceandoenmi.blogspot.com.es/

Habrá que ver cómo lo lleva ella. Creo que muchas veces pide teta porque yo estoy con ella y quizá en estos días en que no esté yo delante, aunque haya momentos en que de verdad lo quiera, habrá otros muchos en que se le olvide porque esté a otras cosas. En realidad no van a ser 5 días completos, porque el lunes por la mañana tendrá su toma, como cada día, y el viernes por la tarde ya estaré de nuevo con ella.

Así que el lunes pondré rumbo a las islas con la esperanza de ser capaz de mantener la lactancia y de que Mollete no decida poner punto y final a esta relación. Sé que tiene que llegar en algún momento, pero me hago la remolona y espero poder alargarla un poquito más. Esta es mi carta para los Reyes Magos aunque ya hayan venido hace unos días. A ver si me pueden mandar esto por mensajero o algo.

Hasta finales de la semana que viene tendremos la duda de si podremos mantener la lactancia o no.