Cuando yo era pequeña, hace ya unos días, era bastante común oir que habían operado a algún niño del cole de vegetaciones. Casi tan común como la operación de anginas. Hoy por hoy la tasa de estas intervenciones ha disminuido y se tiende a no operar a no ser que haya razones de peso, así que es menos frecuente encontrarse con estos casos. Pero los sigue habiendo.
Dentro de poco operarán a Mollete de vegetaciones. Siempre ha sido una niña que iba con la boca abierta por la vida. En un principio no le di mayor importancia porque es verdad que en mi familia somos muy de ir así, como alelados, pero no nos pasa absolutamente nada salvo que parece que estamos en las nubes. Pero llegó un momento en que la peque roncaba frecuentemente y era incapaz de respirar si yo le cerraba la boca al dormir. También observé que le costaba mucho sonarse los mocos, y pensé que simplemente aún no tenía maña, porque a todo se aprende en esta vida, y hombre, nosotros ya estamos acostumbrados, pero de entrada eso de soplar por la nariz con fuerza tampoco es algo que salga bien a la primera de cambio. Y es cierto que me parecía que hablaba demasiado nasalmente. Pero como rara vez se ponía enferma su pediatra no le dio más importancia que seguir observando.