Antes de estar embarazada, antes si quiera de plantearme si era el momento o no de tener hijos, ya había oído que no se podía dar el pecho durante el embarazo porque producía abortos. En ese momento no me preocupé en preguntar más porque era algo que no me incumbía y lo dejé en lo más profundo de mi cabeza, como un vago recuerdo.
No fue hasta cuando decidí quedarme embarazada por segunda vez que rememoré aquella frase. Yo estaba contenta con la lactancia. Y lo que era más importante: mi hija también lo estaba. Después de que no apostaran por nosotras y nuestra lactancia, nos habíamos plantado en los 18 meses satisfactoriamente, y no quería dejarla a no ser que fuera imprescindible.
Así que decidí informarme preguntando a mi ginecóloga y buscando por internet en webs serias (hago esta puntualización porque hay que saber buscar: el hecho de que algo esté publicado en internet no quiere decir que sea cierto) y llegué a la conclusión de que no había ninguna contraindicación. De hecho, la web de e-lactancia (si no la conocéis os la recomiendo. Es una web muy seria hecha por pediatras que da información sobre los medicamentos y sustancias que pueden interferir en la lactancia) recoge una entrada para embarazo y se puede leer que no hay contraindicación alguna. Podéis verlo aquí. En la web de la Asociación Española de Pediatría tampoco desaconsejan la lactancia en el embarazo salvo en situaciones de riesgo.
Como decía, visité a mi ginecóloga habitual, que lo explica todo fenomenal (lástima que no lleve embarazos) y me confirmó que no había ningún problema en mantener la lactancia durante el embarazo. Pero al visitar a la ginecóloga que me iba a llevar el embarazo ella me dijo como 5 veces en una visita que dejara la lactancia porque YO iba a provocar un aborto. Lo pongo en mayúsculas porque insistió constantemente en que no sería algo que pasara por cosas que pasan, sino que si ocurría era exclusivamente culpa mía. Me quedé chafada. A la semana tenía visita en la sanidad pública, porque quería comparar dos sitios diferentes antes de elegir dónde dar a luz. Allí, por el contrario, no me pusieron ninguna pega, sino que me animaron a ello, lo que coincidía con las investigaciones previas que yo había hecho. Esto me tranquilizó y decidí seguir adelante con la lactancia. Y más adelante mi matrona me dijo lo mismo. Así que imaginaos mi disgusto cuando sufrí el aborto. No hacía más que darle vueltas a ver si aquella médica había tenido razón a pesar de todas las opiniones positivas que había recibido por otro lado. Pero pregunté en urgencias a 4 médicos diferentes, 2 cada uno de los días que me tocó ir, y luego de nuevo a mi ginecóloga habitual, y todos me dijeron que son cosas que pasan y que la lactancia no había tenido nada que ver en ese desafortunado incidente.
Como decía, visité a mi ginecóloga habitual, que lo explica todo fenomenal (lástima que no lleve embarazos) y me confirmó que no había ningún problema en mantener la lactancia durante el embarazo. Pero al visitar a la ginecóloga que me iba a llevar el embarazo ella me dijo como 5 veces en una visita que dejara la lactancia porque YO iba a provocar un aborto. Lo pongo en mayúsculas porque insistió constantemente en que no sería algo que pasara por cosas que pasan, sino que si ocurría era exclusivamente culpa mía. Me quedé chafada. A la semana tenía visita en la sanidad pública, porque quería comparar dos sitios diferentes antes de elegir dónde dar a luz. Allí, por el contrario, no me pusieron ninguna pega, sino que me animaron a ello, lo que coincidía con las investigaciones previas que yo había hecho. Esto me tranquilizó y decidí seguir adelante con la lactancia. Y más adelante mi matrona me dijo lo mismo. Así que imaginaos mi disgusto cuando sufrí el aborto. No hacía más que darle vueltas a ver si aquella médica había tenido razón a pesar de todas las opiniones positivas que había recibido por otro lado. Pero pregunté en urgencias a 4 médicos diferentes, 2 cada uno de los días que me tocó ir, y luego de nuevo a mi ginecóloga habitual, y todos me dijeron que son cosas que pasan y que la lactancia no había tenido nada que ver en ese desafortunado incidente.
Una de las chicas de urgencias me explicó que el útero es sensible a la oxitocina en el tercer trimestre, al final finalísimo del embarazo. Si el útero sí respondiera ella, podrían ponerme oxitocina para ayudarme a expulsarlo todo en el caso de aborto natural, y sin embargo no lo hacían porque no servía para nada. Es decir, parecería como si la oxitocina solo funcionara para provocar abortos pero no como medicamento para ayudar a expulsarlo todo tras uno. Un poco contradictorio, ¿no? Del mismo modo, me dijo, las relaciones sexuales producen oxitocina, en más cantidad incluso que la lactancia, y nadie las prohíbe durante el embarazo, salvo en caso de embarazo de riesgo. En ese caso también prohibirían, casi seguro, la lactancia, pero también el salir a pasear o coger peso, que nadie te prohíbe en un embarazo normal. De hecho en el embarazo se dan contracciones habitualmente sin que signifiquen ni produzcan nada raro ni alarmante.
En parte escribo todo esto para que termine de grabárseme a fuego porque todavía hay gente que me vuelve con estos comentarios y aunque sé que no hay ningún estudio que avale esta tesis del perjuicio de la lactancia en el embarazo, y que sí hay estudios estadísticos que muestran un índice de abortos similar en madres lactantes y madres que no dan el pecho, cuando cargas con un aborto a tus espaldas es fácil volver a echarte la culpa de lo que pasó. Aunque sabemos que, desgraciadamente, los abortos espontáneos son muy habituales y debidos a defectos en el embrión, problemas del útero o la placenta o a enfermedades e infecciones.
Pero me he vuelto a quedar embarazada. Estoy ya de 17 semanas y en ningún momento he dejado de dar el pecho. Incluso mi ginecóloga nueva me sugirió algo de reposo y bajar la actividad física por ser precavidas por el aborto previo, pero nunca que dejara de dar el pecho.
Como balance puedo decir que en el último año he visto a 10 profesionales sanitarios debido a mis embarazos o el aborto, de 5 centros sanitarios diferentes, y les he preguntado a todos. El resultado es aplastante: 9 me dicen que no ocurre nada, 1 pone el grito en el cielo. De hecho, mi última ginecóloga me contaba que ella se había actualizado mucho en este tema por su profesión, claro, y porque se quedó embarazada con un bebé de 3 meses. Me contaba esto para darme más confianza, que me fiara de ella y de la información que había obtenido. Solo me dijo que dejara de dar el pecho si me veía muy agotada, porque mi hija tiene ya 30 meses y no la necesita como un bebé de meses, y porque tanto la lactancia como el embarazo suponen un desgaste físico y tampoco es cuestión de que andar por los suelos a rastras. Pero esto me lo dijo como información para que yo decidiera, sin presionar.
Pero me he vuelto a quedar embarazada. Estoy ya de 17 semanas y en ningún momento he dejado de dar el pecho. Incluso mi ginecóloga nueva me sugirió algo de reposo y bajar la actividad física por ser precavidas por el aborto previo, pero nunca que dejara de dar el pecho.
Como balance puedo decir que en el último año he visto a 10 profesionales sanitarios debido a mis embarazos o el aborto, de 5 centros sanitarios diferentes, y les he preguntado a todos. El resultado es aplastante: 9 me dicen que no ocurre nada, 1 pone el grito en el cielo. De hecho, mi última ginecóloga me contaba que ella se había actualizado mucho en este tema por su profesión, claro, y porque se quedó embarazada con un bebé de 3 meses. Me contaba esto para darme más confianza, que me fiara de ella y de la información que había obtenido. Solo me dijo que dejara de dar el pecho si me veía muy agotada, porque mi hija tiene ya 30 meses y no la necesita como un bebé de meses, y porque tanto la lactancia como el embarazo suponen un desgaste físico y tampoco es cuestión de que andar por los suelos a rastras. Pero esto me lo dijo como información para que yo decidiera, sin presionar.
Así que si teníais alguna duda, espero que mis andanzas y pesquisas del último año os sirvan de información y decidáis por vosotras mismas. Yo lo veo muy claro.