Bueno, he decidido volver con fuerza. ¡Espero que sea verdad! Y me han venido un montón de cosas sobre las que hablar a la cabeza. Entre otras cosas algún producto de higiene, porque es otra de las cosas que me gusta mirar con detenimiento estudiando los ingredientes. La verdad que no suelo obsesionarme con un tipo determinado de producto y suelo ir probando, pero está claro que hay cosas que repito y otras que las destierro de mi mente para siempre. Así que iré compartiendo estos productos que me gustan, por si os resulta de utilidad en algún momento.
Desde que mi madre tuvo su cáncer he buscado productos de higiene y cosmética que sean lo más naturales posibles. Había leído sobre el tema de los disruptores endocrinos, por ejemplo, que son sustancias químicas que son capaces de alterar procesos del cuerpo humano que son controlados por las hormonas, con las consecuencias negativas que eso puede ocasionar. Se habla, entre otros, de la infertilidad como causa de estos disruptores. No voy a demonizar a la química, porque nuestro cuerpo es química, por ejemplo: la bomba sodio-potasio que está presente en las células de nuestro cuerpo. O muchos medicamentos que salvan vidas. Pero eso es una cosa y otra muy diferente poner en nuestro cuerpo productos llenos de petróleo, siliconas y otras sustancias asquerosas. No recuerdo quién dijo aquello de que no te pongas en tu piel nada que no te comerías, y me parece algo muy acertado. Es por esto que, a raíz de este tema, he ido probando diferentes productos de cosmética natural, tratando de exponer a mi cuerpo al menos número de agentes nocivos posibles. He probado muchos y muchos me han defraudado, las cosas como son.

Pero la vida va poniendo en tu camino personas maravillosas (la verdad que poca gente mala he encontrado. Lo mismo es que cuando los detecto, los ignoro), y entre ellas he encontrado a Elisa , mi profesora de yoga, con la que un día, hablando de lo divino y de lo humano, me dijo que se había hecho "representante" de una marca de cosmética natural, Ringana, y que estaba muy contenta. Tate, me dije. Esto es una clara señal del universo, que me insiste en que lo pruebe. Así que aproveché, que además haciendo ella el pedido me ahorraba los gastos de envío.
Y os voy a contar lo que ella me contó sobre Ringana, para que conozcáis un poco más la filosofía que hay detrás de esta marca de cosmética natural:
Lo que me enamoró de Ringana, aparte de sus increíbles productos frescos, fue su coherencia y su buen hacer en todos los aspectos, sobre todo la ética que hay detrás de todo el proceso: ingredientes ecológicos y de comercio justo, y 100% sustancias activas (todos los ingredientes tienen una finalidad, no están "de relleno").
El embalaje es reciclado, práctico y minimalista (aplican las 3 erres: Reducir, Reutilizar y Reciclar). Todo viene cuidadosamente protegido pero con el embalaje mínimo. De hecho te regalan un producto a elegir si envías 10 envases de cristal de sus productos vacíos.
Es la única empresa que conozco de cosmética fresca de verdad, ya que lo producen y lo mandan directamente al cliente, además de pionera (nació en Austria hace ya 20 años). El frescor se nota en la calidad de los productos, su textura, su aroma, su eficacia... la duración de los productos no es tan amplia como en otros cosméticos (ya que no llevan conservantes), y eso es una muestra de que realmente son frescos. En todo caso está bastante bien calculado el tamaño de los envases respecto a su duración estimada (aunque bien conservados pueden durar bastante más). Además, son productos que cunden bastante, son muy concentrados y con usar una pequeña cantidad es suficiente, por lo que su relación calidad/precio es muy buena.
Estudio bien los ingredientes a la hora de elegir un cosmético y los de Ringana son de 10. No sólo por la ausencia total de tóxicos sino también por la calidad de los principios activos que usan. Yo suelo hacerme algunas cremas y si tuviera que comprar los ingredientes que usa Ringana, me saldría más caro hacérmelo que comprarlo hecho.
El único pero es que el precio es alto, esa es la verdad. Pero yo por este desodorante sí estoy dispuesta a pagarlo, por lo menos en los meses que hace más calor que más los necesito. Aún no os puedo decir cuánto me dura, que lo mismo me sorprende con una larga duración y al final la inversión es más que rentable. Como decía Elisa, son productos que cunden bastante, y este en particular tiene aplicador de spray, así que sí parece que no malgastas el producto cada vez que te lo echas.
Lo bueno es que este mes los gastos de envío son gratuitos, así que si tenéis curiosidad por probar algún producto sin necesidad de gastaros un pastón para no pagar el envío, este es el momento. Os dejo de nuevo el enlace de Elisa para que podáis echar un vistazo.
Así que, por ahora, contenta con la primera compra que he hecho.