Hace ya tiempo que escribí mi
opinión sobre el Bugaboo Cameleon y dije que me gustaría también compartir mi opinión sobre la MacLaren Quest. Quizá no solo sea una reflexión acerca de este modelo en particular sino sobre el uso de las sillas de paseo en general.
Igual que en otros temas de niños investigué más, he de reconocer que en el tema de la silla de paseo me dejé un poco llevar. Yo creo que me dio mucha pereza: la ilusión de los padres primerizos por todos los trastos que huelan a bebé ya había desaparecido a esas alturas de la vida, con Mollete con casi 1 año. Ya solo quería disfrutar de mi hija.
Creo que lo primero que debemos plantearnos es si realmente necesitamos una silla de paseo, si de verdad la vamos a utilizar. La respuesta a esta pregunta no es algo absoluto, claro está. Cada uno tiene unas circunstancias que le marcan el camino.
Lo cierto es que yo disfruto con el
porteo. Incluso ahora, que pesa 13 kg, no tengo ningún problema en cargar con ella, y es que para trayectos relativamente cortos me resulta mucho más fácil que andar con la silla para arriba y para abajo. Y a Mollete también le gusta, que es lo importante. También es verdad que comenzó a andar con 1 año y se manejó muy bien desde el principio, por lo que yo aprovechaba a ponerla de pie en cuanto podía, cosa que no habría hecho si fuera con la silla ya que tendería a tenerla sentada por comodidad.
No obstante, decidimos comprar una silla de paseo y adquirimos la MacLaren Quest siguiendo el mismo esquema lógico que cuando compramos el Bugaboo: varios amigos cabales nos hablaban de que era muy cómoda, y como es cierto que con el Cameleon habían acertado, yo no pensé mucho más allá (seguramente por pereza, como os digo). Pero esta vez no fue tan acierto.
Lo primero fue darme cuenta, una vez adquirida, de que para qué quería yo otra silla si el Cameleon es sillita también. Bueno, sí. Sé porqué: como ya os comenté en la opinión del Cameleon, no es que este se caracterice precisamente por ocupar poco espacio cuando está plegado, y yo ya estaba hasta las narices de malgastar mi espacioso maletero con el esqueleto mastodóntico del Cameleon. Y pensé que cualquier sillita se plegaría más que eso. Y bueno, eso es cierto: plegada ocupa menos espacio.
Lo cierto es que no hemos usado demasiado la silla. Como os he dicho siempre que puedo porteo. Sí que es verdad que la he usado cuando he tenido que hacer varios recados por un centro comercial, en plan: compro un pimiento aquí, en la mercería un carrete de hilo, y miro esa zapatería porque tengo la suela del zapato destrozada. Si en esos casos dejo suelta a la niña por el centro comercial, se pira fijo a hacer algo más interesante que soportar los recados. Y además puedo ir colgando las bolsas en los mangos de la silla (porque en la red de debajo no cabe nada...)
Para la compra en grandes superficies preferimos llevarla en su mochila o sentada en el carro, porque sería absurdo ir con la silla de paseo además de con el carro: ni que aquello fueran las 24h de Le Mans.
Es cierto que es indispensable tener una silla de paseo porque a veces se va a hacer cargo de la niña alguien que no tiene porqué querer portear o que no está en condiciones de hacerlo. Así que, ya que se va a quedar alguien con ella, qué menos que ponerle facilidades.
Otro punto en contra de las sillas de paseo es que son un completo incordio en la guardería: no sé en las vuestras pero en la nuestra está limitado el aparcamiento de carritos. A veces no entiendo cómo hay tantos porque la mayoría llega en coche (debido a dónde está situada la escuela), pero lo cierto es que ahí están los indispensables, y sé de buena fe que hay guardes en las que no caben los carros de todos los padres.
Digamos que estos son los pros y los contras que yo veo a las sillas de paseo en general. Tratando este modelo en particular podemos hablar de varios puntos que a mí me han llamado la atención.
Supongo que en general las sillas de paseo giran menos que los cochecitos (o así lo he podido constatar con varios modelos tanto de sillas como de carritos). La pregunta es por qué. Cuál es el pensamiento lógico de los diseñadores de sillas que les ha llevado a decidir que no hace falta que una sillita gire tanto como un cochecito. Esta gira bastante mal en comparación con el Cameleon. De aquello de manejarla con una mano, como el Cameleon, olvídate. Es cierto que no gira mucho peor que otras sillas de paseo. Digamos que es un problema general.
Para muchos será una bobada, pero como ya he comentado, la capacidad de almacenamiento de la red es una miseria, y oye, eso es lo que a mí me hacía más apaño.
Las agarraderas serán de mucho diseño y lo que quieras, pero es precisamente ese diseño el que considero bastante deficiente: tanto relieve hace que del uso se vayan rompiendo a cachitos. Lo cual es además de antiestético bastante incómodo (creo que en el modelo nuevo lo han cambiado, no obstante).
Lo que sí me gusta de este modelo es que tiene varias posiciones para estar tumbado, dependiendo del grado de empanamiento de la criatura, lo cual sí que creo que es práctico. Y el método para inclinarlo es con un mecanismo y no con una cinta como en muchas otras sillas. A mí esas cinchas no me dan ninguna confianza, pero esto es una opinión personal, y si cualquiera de vosotros me dicen que son una maravilla porque las habéis usado, os creeré.
Pero a pesar de estas ventajas yo creo que es una silla que no merece tanto la pena. Es más cara que las demás, aunque quizá no se dispare tanto el precio como lo hace el Cameleon en relación a otros cochecitos. Pero aunque sea a otro nivel, sigue suponiendo mayor inversión de dinero. Y para mí no lo vale. Por lo menos para el uso que le doy. No digo que hubiera comprado cualquier silla con la excusa de que la uso poco, pero creo que hay otras muchas marcas que me habrían hecho perfectamente la función de recoge niños cuando están muy cansados. Hoy por hoy sigo prefiriendo animarles a andar y continuar con el porteo. Que de verdad que la niña no me está saliendo una caprichosa con eso de estar todo el día en brazos. Desterremos mitos absurdos.
¿Cuál es vuestra experiencia con las sillas de paseo? Seguro que son diferentes, ¡¡y de todo se aprende!!