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Toda la noche del tirón

lunes, 18 de febrero de 2013

Lo de las rutinas y nosotros es un caos constante... Esta niña es ave nocturna, debe de ser... porque da igual que le demos un bañito, un masaje, le leamos un cuento... a ella le gusta estar pululando hasta que mamá y papá se van a dormir. A pesar de los madrugones que se pega entre semana : ¡a las 6:30 tocamos diana!

Una vez dormida pasaba la noche bastante bien. Desde bebé dormía en su moisés y se despertaba solo para comer. Una vez cumplida la misión, cerraba los ojitos, y hala, a dormir de nuevo. Había noches que aguantaba hasta 6 horas sin decir ni mu, y nosotros pensando : ¡qué bendición de niña!.

Y así vivíamos tan felices, hasta que llegaron los 8 meses, aproximadamente, en los que la criatura pasó a despertarse varias veces por noche. Es normal, dicen los entendidos. Es una etapa frecuente, en la que aún tienen que aprender a dormise de manera “automática” en los microdespertares que tiene todo el mundo, incluso los adultos. Solo que nosotros volvemos a dormirnos sin darnos cuenta de que nos hemos despertado. Pero también empezó a suceder que al dejarla dormida en la cuna, Mollete, con su radar lodetectotodo, abría el ojo al momento de dejarla en el colchón... Al principio intentábamos que se volviera a domir, dejándola en la cuna, en brazos, con paseos... Peeeero, decidimos que era mucho más importante descansar todos lo máximo posible, porque si no los días iban a ser un infierno, todos de mal humor y cansados... y pensamos que eso no era bueno ni para nosotros ni, por supuesto, para la niña.

Así que, hala: con la niña a la cama. Así dormía ella y dormíamos los padres. Cuando se despertaba por la noche, me la enchufaba a la teta y seguíamos durmiendo todos. La verdad es que así nos ha ido de maravilla, a pesar de algunas caras raras y reprobatorias. Pero como dicen muchos entendidos, ¿conocéis a muchos niños que a los 10 años sigan durmiendo con sus padres? (por poner una edad...) No, ¿verdad? Más bien es al contrario : llega ese momento de necesidad de independencia en que “huyen” de ti. Así que nosotros tan felices. Ya llegaría ese momento.

Lo único que echábamos de menos, a veces, era un poco más de espacio, porque a la enana le gusta dormir pegada a la pared. Y como suele dormir entre su padre y yo, la única pared que hay es la del cabecero. Así que hala, papá y mamá en los bordes de la cama, y la peque como una reina :D


Total, que ayer, cuando se quedó dormida me dije: venga, voy a intentarlo... a ver si se queda en su cuna. Su padre ya me dijo que era una ilusa. Y así lo creía yo también. ¡Pero menuda sorpresa! Abrió un ojo, nos miró, pasó de nosotros y siguió durmiendo. ¡Bendición!



Así que sigilosamente y de puntillas para no hacer ruido, nos metimos en la cama. Y yo pensando : lo que más pereza me da es que ahora, cuando se despierte, me tendré que levantar, con lo cómodo que era tenerla a mano en la misma cama... Pero nada. ¡No ha dicho ni mu en toda la noche! Y si lo ha dicho, ha sabido consolarse solita, porque yo no me he enterado de nada.


Eso sí, se ha despertado desesperadita y gruñona y no me soltaba ni a tiros...



Así que 2 éxitos en una noche: se ha quedado tranquilamente en su cuna y no se ha despertado en toda la noche. ¿Será todo esto casualidad y hoy volveremos a las andadas? ¡Veremos! Cruzad los dedos por nosotros.