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Receta Nocilla casera

miércoles, 4 de junio de 2014

El otro día hice una crema de chocolate y avellanas similar a la Nocilla y a la Nutella, pero casera. La receta no es mía, pero como al comentarlo tanta gente me la pidió, pues allá va. La saqué de Danza de fogones. Os recomiendo que leáis su entrada porque cuenta muchas cosas interesantes. 

El proceso es muy sencillo y no se tarda nada en hacerla. Los ingredientes son:

- 100 g de avellanas tostadas
- 50 g de aceite de oliva 0.4
- 30 g de cacao en polvo o 50 g de chocolate al 70%
- 40 g de azúcar moreno
- 100 ml de leche

Los chicos de Danza de fogones usan aceite de coco, leche de soja y añaden además extracto de vainilla. Yo no he usado aceite de coco por varios motivos. Por un lado el aceite de coco hace la bollería más sabrosa y te sacia, pero la contrapartida es que causa adicción. Está compuesto en un 90% de ácidos grasos saturados, o lo que se conoce como grasas malas, ya que contribuyen a la hipercolesterolemia. Se aconseja mayor consumo de grasas insaturadas, ya que estas ayudan a cuidar el corazón. Esto es lo de siempre: no pasa nada por tomar alguna vez productos con este aceite, pero si soy yo la que lo va a elaborar, tengo claro que prefiero elegir productos lo más sanos posibles.

Como apunte os diré que algo similar ocurre con el aceite de palma (también con un contenido muy alto en grasas saturadas), y que se usa frecuentemente a niveles industriales. Pero en el etiquetado de los productos que compramos normalmente no dicen explícitamente que contengan ninguno de estos aceites, sino que los esconden bajo el concepto de "aceites vegetales". Que lo sepáis.  Muchas de estas cosas me las ha contado Pilar, de Criando a mi cría. Si os interesan este tipo de temas os recomiendo que os paséis por su blog.

La leche que he empleado ha sido de vaca semidestanada, que es la que yo uso en casa. Y he prescindido del extracto de vainilla. Y no porque no me guste, que me encanta, pero no quería que enmascarara el sabor ni del chocolate ni de las avellanas.

El chocolate que he usado ha sido el de postres de Valor, que me encanta. Nestlé también tiene uno, pero particularmente yo no consumo nada de la marca Nestlé si puedo evitarlo, ya que es una marca que explota a los productores de café y cacao. Además hace una promoción de la leche en polvo en países en vías de desarrollo que creo que es muy irresponsable, pues es casi más peligroso el empleo de agua en esos lugares que el hecho de que el bebé tome pecho, por muy desnutrida que esté la madre. Sin descontar lo que muchas familias intentan estirar un bote de leche en polvo debido a su precio, lo que supone desnutrición para el niño. UNICEF afirma que 1.5 millones de niños mueren al año en estos países por el empleo de leche en polvo en estas condiciones.

Bueno, una vez hecho este paréntesis vuelvo al tema:

Antes de decidirme por esta receta en particular anduve mirando otras por la web, y la verdad es que esta fue la que me pareció más equilibrada. Había una que llevaba 150 g de azúcar, 100 g de chocolate negro, 100 g de chocolate blanco, 100 g de chocolate con leche por solo 100 g de avellanas. No la he probado, pero para mi gusto tiene pinta de ser muy empalagoso... pero oye, cada uno puede hacerlo a su gusto.

Con la receta que he usado yo la verdad es que la crema sabe mucho a avellanas, pero es que a mí me encanta el sabor de las avellanas. Y si queréis menos, pues nada: echadle menos. La cosa es ir jugando con las cantidades hasta encontrar vuestra proporción ideal.


La elaboración es muy simple; sota, caballo y rey:

  1. Se pican las avellanas tostadas. Las podéis comprar crudas y tostarlas en casa, es una opción. O comprarlas directamente tostadas. Veréis que al picarlas con la batidora o el robot de cocina empieza a salir el aceite que contienen y se crea una crema, como si fuera mantequilla de cacahuete o algo semejante.
  2. Se añade el aceite, el cacao, el azúcar y la leche. Si queréis extracto de vainilla, añadidlo también. Se bate todo junto hasta que quede una crema suave y homogénea.
  3. Lo ideal es meterla unas 2 horas a la nevera, para que coja más consistencia, si bien es cierto que meter el dedo justo después de haberlo batido es un placer.

Y nada, ya solo queda disfrutarla. ¡Qué ricaaaa!