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Observar el cielo de verano

jueves, 28 de julio de 2016

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Imagen del cielo de verano tomada con un móvil. Se ha jugado con el tiempo de
exposición, de modo que se ven las estrellas a través del brazo.
Una de las cosas que sí me gusta de verano es que es más habitual que el cielo por la noche esté despejado y podamos aprovechar a mirar las estrellas. El cielo nocturno está lleno de curiosidades, cosas bonitas, historias... y a los niños les suele apasionar este tema. Desde pequeña yo soy una de estas pequeñas frikis, que se hacía y aún se hace mil preguntas y trata de comprenderlo todo... y se frustra y se enfada porque ve que no, que no todo puede estar bajo su control. Pero al rato se me pasa y vuelvo a disfrutar de las noches de verano perdiendo mi mirada entre estrellas y planetas.

¿Queréis contarles cosas chulas del cielo a vuestros hijos? No es necesario un telescopio para poder disfrutar del cielo nocturno. Os voy a dar algunas ideas fáciles para poder pasar noches entretenidas con los enanos, aprovechando los cielos despejados y las temperaturas nocturnas más llevaderas.


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Planisferio para una latitud de 40º norte
  • Si vuestros hijos han mostrado ya interés por observar el cielo de noche, un regalo interesante para algún cumpleaños es un planisferio celeste que corresponda a la latitud en la que vivís, porque no es el mismo cielo el que se ve desde el polo Norte que desde el polo Sur, ¿verdad? Por tanto no es el mismo el que ve un niño que vive en Copenhague que el que ve uno que vive en La Laguna en Tenerife. No se aprecia bien, pero la flecha roja de la imagen os muestra dónde pone la latitud para la que está hecho ese planisferio. A todo esto, no os he dicho qué es un planisferio: es un mapa del cielo que muestra qué estrellas se ven desde la latitud elegida dependiendo de la hora, día y mes en que nos encontremos. Para ver qué constelaciones veremos hay que colocar la flecha que indica la hora del día sobre el día que estamos, como se ve en la figura. Hoy en día hay aplicaciones de móvil que hacen esto, pero a mí me puede el romanticismo de lo clásico, qué le vamos a hacer...
  • Un buen telescopio es caro, pero unos buenos prismáticos son más asequibles y con ellos se pueden ver algunas cosas muy interesantes. Tienen muchas ventajas, además del precio, como el tamaño, que permite llevarlo a casi cualquier lado, y el montaje, que no exige ni maniobras complicadas ni mucho tiempo. Además, situarse en el cielo con un telescopio no es tarea trivial ya que es fácil no encontrarse y no saber a dónde se está mirando. Y todos estos inconvenientes del telescopio pueden llevarte a abandonar la afición por la astronomía. A simple vista se puede disfrutar mucho del cielo, pero además unos buenos prismáticos son una buena inversión. Eso sí, si vais a adquirir unos, informaros antes, pues ya que os embarcáis en esta aventura lo ideal es que cumplan una serie de requisitos mínimos. ¿Y qué podemos ver con prismáticos? Lógicamente muchas menos cosas que con un telescopio, pero con unos suficientemente buenos podemos distinguir las fases de Venus o la forma elíptica de Saturno debido a sus anillos. Si son realmente buenos, en Marte podremos distinguir dos zonas blancuzcas en los polos: los casquetes polares. A mejores prismáticos, más cosas veremos: las bandas de Júpiter, distinguiremos los anillos de Saturno, ¡hasta galaxias! (en octubre podréis ver incluso a simple vista la galaxia de Andrómeda, que es el objeto más lejano de la Tierra que se puede ver a simple vista). Pero no hace falta irse tan lejos, ¿qué me decís de poder observar con definición los cráteres de la Luna? O el sol: con unos buenos filtros podemos ver las manchas solares (¡nunca miréis al sol directamente a través de una lente! Os estáis jugando la visión). 
  • Una de las primeros cosas que tenemos que aprender es a distinguir si estamos mirando una estrella o un planeta, para poder orientarnos entre tantas estrellas que se pueden ver en el cielo de verano en un sitio con poca luminosidad. Los planetas no parpadean, ya que reflejan la luz del sol. Les pasa como a la Luna. Así que si veis un punto brillante que parpadea, es una estrella. Si no, será un planeta.
  • ¿Os habéis fijado alguna vez en los colores de las estrellas? Porque sí, no todas tienen el mismo color. El color de las estrellas nos indica varias cosas. Por un lado nos dice si una estrella es más fría o más caliente en su superficie, porque en el interior la temperatura va variando. Tenemos estrellas que van desde el color azul al rojo pasando por el amarillo. Y no, las rojas no son las más calientes en contra de lo que nos pudiera parecer, sino las más frías. Nuestro sol es amarillo, así que tiene una temperatura intermedia, aunque realmente tirando a baja. El color también está relacionado con la edad, ya que a medida que una estrella envejece va gastando su combustible y por tanto va perdiendo temperatura. Así las más jóvenes son azules y las más viejas, rojas. Si tenéis unos buenos prismáticos podréis ver cómo la estrella Albireo (de la constelación del Cisne), son en realidad dos estrellas: una amarilla (Albireo A) y otra azulada (Albireo B). Esta estrella doble es bastante fácil de observar así que os invito a que la busquéis. Podéis localizar también a Bellatrix de la constelación de Orión, que si vuestros hijos son fieles a Harry Potter, no olvidarán jamas su nombre y podrán comprobar que tiene un color azul claro, siendo de color rojo su compañera de constelación Betelgeuse. También roja podemos ver a simple vista a Antares, en la constelación de Escorpio. ¿Y sabéis por qué esta estrella tan roja se llama Antares? Viene del griego Anti-Ares. Ares, es el dios griego de la guerra, que corresponde al romano Marte. Resulta que el planeta Marte pasa muy cerca de Antares cada 1 año y 11 meses, compitiendo con ella en el color rojizo en el cielo nocturno. Por eso la llamaron "anti-Ares", porque la la competidora de Marte (Ares).
Escorpio, Antares, Acrab, Marte
Constelación de Escorpio con Antares y Acrab, y muy cerca el planeta Marte, desde el campo cacereño.
  • Las constelaciones son conjuntos de estrellas que a simple vista parecen tener relación porque las vemos agrupadas, pero la realidad es que viven muy alejadas unas de otras y por tanto no habitan un espacio común. Tal y como las vemos nosotros, nos recuerdan a objetos, animales, personajes... de los que toman su nombre, como la Osa Mayor, Escorpio u Orión. Hay que tener en cuenta que, como el universo se mueve, con el paso del tiempo, muuuchos muuuchos años, las constelaciones tal y como las conocemos hoy en día se irán desdibujando. ¿A qué cosas nos recordarán entonces?
  • ¿Sabíais que muchas veces las estrellas no están solas? ¿A quién le gusta estar solo? Es bastante frecuente verlas acompañadas por otra estrella, formando sistemas binarios, y con unos buenos prismáticos podemos resolver que la estrella que parecía una sola ¡son en realidad dos! Por ejemplo beta de Escorpio (llamada Acrab) o delta de Orión (llamada Mintaka). Hay dos estrellas que en realidad no conviven juntas, pero lo parece a nuestra vista (como ocurre con las constelaciones): Alcor y Mizar (esta es la más brillante y ella sí que forma parte de una estrella doble, pero no se distinguen las dos si no es con un buen telescopio) y están situadas en el asa del carro de la Osa Mayor; exactamente son las segundas, las que están a la mitad del asa. Los antiguos egipcios la usaban para comprobar si la vista de los futuros arqueros era suficientemente buena: si eran capaces de distinguir las dos, eran aptos para ser arqueros.
Orión, Betelgeuse, Bellatrix, Sirio, Mintaka, Canis major, Rigel
Sirio y la constelación de Orión, con Betelgeuse, Bellatrix, Mintaka y Rigel, junto al Pico de El Teide, visto desde Las Cañadas del Teide.
  • El verano es muy agradecido para identificar a simple vista el denominado triángulo de verano. No es una constelación porque está formado por estrellas de diferentes constelaciones, pero como son muy brillantes es muy fácil localizarlo, sobre todo en la ciudad porque vemos menos estrellas y no nos perdemos entre tantos puntitos luminosos, siendo casi este triángulo lo único que podemos ver en el cielo de verano de ciudad, junto a las constelaciones que lo forman. Los vértices de este triángulo lo forman Altair de la constelación del Águila, Deneb del Cisne y Vega de Lyra. Quizá los más frikis conozcáis Vega, la estrella de la que viene la señal extraterrestre que localiza la Doctora Arroway en el libro de Carl Sagan, Contact. O en su defecto en la película. Y ahora os estaréis preguntando: vale, salgo al balcón y cómo narices veo ese triángulo. ¡Porque yo veo triángulos por todas partes! Pues bien, Vega se sitúa casi en el zénit, es decir, si miráis en vertical hacia arriba. Si veis una estrella muy brillante, casi con total seguridad será Vega porque es una de las estrellas más brillantes en el cielo nocturno de verano (la más brillante en el hemisferio norte es Sirio, la localizaréis cerca de Orión en la constelación Canis Major). La orientación del triángulo dependerá de la hora de la observación porque la tierra gira, pero con la ayuda del planisferio lo identificaréis bastante bien. Además podréis ver la Vía Láctea pasando por en medio del cuerpo del cisne. La Vía láctea es una zona de nuestra galaxia en la que hay mayor densidad de todo, de modo que se ve como una zona blanquecina en el cielo. 
Vía Láctea
Vista de la Vía Láctea dese el campo cacereño.
  • ¿Sabéis que las constelaciones del zodiaco son 13 en vez de 12? A las que ya conocemos hay que añadir el Ofiuco. El zodiaco viene definido (astronómicamente hablando, que no astrológicamente) por el camino que recorre el sol a lo largo del año sobre el fondo de estrellas (bueno, los que nos movemos somos nosotros, pero si nos consideramos quietos vemos que es el sol el que se desplaza). Pasa por las constelaciones que se denominan del zodíaco, que son 13, y se llama zodíaco porque la mayoría de estas constelaciones tienen nombres de animales, y en griego zoon significa animal.
  • El verano es muy buena época para ver estrellas fugaces. En agosto podemos ver las Lágrimas de San Lorenzo, llamadas así porque es una lluvia de estrellas que tiene lugar entorno al 10 de agosto, festividad de dicho santo. Pero su nombre oficial es el de Perseidas, porque parecen venir de la constelación de Perseo. Se pueden observar, grosso modo, desde el 16 de julio al 24 de agosto, aunque su máximo es el 11 de agosto. Parece que proceden del cometa 109P/Swift-Tuttle, descubierto en 1862.
  • Para observar objetos en el cielo, a menudo es muy útil observar por el rabillo del ojo ya que se suelen ver mejor las cosas. Y os preguntaréis porqué. La explicación reside en las células de la visión que viven en la retina del ojo: los conos y los bastoncillos. Los conos son menos sensibles a la luz y nos permiten ver el color cuando hay buena luz. Los bastoncillos en cambio son mucho más sensibles a la luz, aunque trabajan peor para los colores. En la parte más externa de la retina hay una mayor concentración de bastones, es decir, esa parte es más sensible a la luz y por tanto funciona mejor cuando estamos en condiciones de baja luminosidad, que es lo que sucede por las noches cuando observamos. ¡Y atención! Porque hay un punto ciego, que es donde el ojo se conecta al nervio óptico, y por ahí no vemos nada de nada. Si queréis comprobar la existencia del punto ciego, visitad este enlace y probadlo con vuestros hijos. ¡Os vais a divertir! 
Y bueno, que yo quería contaros un par de cosas para que pasárais unas noches entretenidas y al final me han salido muy montón de cositas. Aquí tenéis para varias sesiones.

Perdonad por la calidad de las fotos, pero me fui de vacas al campo para hacer buenas fotos ¡¡y me dejé el trípode!! Así que la calidad es muy mejorable. Pero seguro que os sirven para haceros una idea. Por cierto, si tenéis una cámara en la que podáis controlar la exposición y el diafragma, podréis tomar fotos del cielo nocturno muy chulas. Ahora hasta con el móvil se puede, aunque la calidad no es la misma. Pero suficiente para pasar un buen rato.

Espero que disfrutéis tanto de las noches de verano como yo lo hacía con mi madre y como espero poder hacer pronto con las peques.