Redes

                                                                                                       

Resaca tras el I Encuentro de madres y padres blogueros. El famoso #8J

lunes, 10 de junio de 2013

Toca... toca escribir sobre el I Encuentro de madres y padres blogueros, que tuvo lugar el 8 de junio de 2013 en el Matadero de Madrid, y que fue organizado por Madresfera y Yo Dona. Querría no haber leído nada antes de escribir, para no dejarme influir, pero no he podido evitarlo. Y la verdad es que al final resulta que voy a decir casi lo mismo que las entradas de amigas que ya he leído. Pero bueno, intentaré aportar algo nuevo.

Esta experiencia para mí tiene claramente dos vertientes: la personal y la organizativa.

Personalmente lo he disfrutado mucho, porque he puesto cara a mucha gente que tenía en mente conocer y he conocido a gente que no pensé que fuera a hacerlo.

Comenzamos con un desayuno que organizaron Tutete e Infaneto, pero para cuya organización ayudaron también La libreta de mamá y Babytribu, que contestaban amablemente a las dudas de qué es esto, dónde, por qué... Perdonad si me dejo a alguno que estuviera muy implicado, pero con tantos correos cruzados yo al final me perdí un poco. ¡Así que muchas gracias a todos los que nos fuisteis informando de una u otra manera! Por si fuera poco la ideaza de comenzar con un desayuno y la grata compañía desde por la mañana, Tutete e Infaneto ¡nos invitaron al desayuno y nos dieron un par de regalitos estupendos! Tengo que decir que yo ya uso la bolsita a diario, y mi peque el chupete nuevo. ¡Muchas gracias!


Me vuelvo muy contenta del encuentro porque mucha de la gente que conocí ¡ha sido un auténtico descubrimiento! Aunque al final tampoco pudimos hablar tanto, lo cierto es que me llevo en la mochila a unas cuantas personas que me han llegado: Diario de unamadre, La morada de Nieves, Feliz en brazos, Mis dos monstruitos, Diario de algo especial, Mamá qué sabe, Perdida en Sebastopol, Laalcoba de Blanca, Mamá también sabe, Aidixy y sus cosas. Eché en falta a alguna más que no pudo asistir al evento, como Trimadre o a La nave de V, pero bueno, ¡así hay excusa para volver a verse!

En cuanto a blogueros más conocidos, y de alguna manera de referencia, me gustó mucho ponerle cara real a Walewska, por ejemplo. Parto de la base de que no soy nada mitómana, pero me gustó tanto oirla hablar que creo que voy a hacerme fiel seguidora de su blog, que antes ojeaba cuando tenía un momento. O a la Orquídea dichosa, que me pareció tan dulce y sincera, y cercana y simpática... ¡qué creo que me he enamorado!, jajaja. Ojalá hubiera podido acercarme a saludarla y decirle que me gustó mucho oirla hablar en persona y esa manera suya de ser. También descubrí a otras que no tenía fichadas, como por ejemplo Escarabajos, bichos y mariposas, Baballa y La niña sin nombre, que reconozco que me cautivó completamente con su charla. ¡Además de que aprendí cosas! Y luego corroboré que quien no me gustaba escribiendo, no me gusta como persona, o por lo menos no me gusta la imagen que proyecta, ya que no hemos podido mantener una charla como para hacer un juicio de verdad. Pero no creo que aquellos que escriben faltando al respeto y ridiculizando a los que no piensan como ellos sean luego personas que a mí me merezca la pena conocer. Creo que no hay que confundir decir las cosas con ironía y como son, con el ataque a los demás. Ante todo respeto. Escuchar. Intercambiar ideas y aprender de todo. Pero no quiero enredarme ahora con esto, porque no es el foro adecuado, y ya hay entradas dedicadas a ello, como esta de la Orquídea dichosa.

Mantendremos el anonimato del resto de blogueros.
Para descubrirles, habrá que esperar a otro encuentro ;)

Pasando a la parte organizativa lo primero es reconocer todo el esfuerzo de Madresfera por organizar el evento, y decirles que ¡¡muchas gracias!!. porque a pesar de los pequeños fallos estuvo genial. Y al fin y al cabo es la primera vez que se celebraba. Vamos, que si lo hubiera hecho yo ¡¡habría sido un desastre total!! Pero con ánimo de mejorar para futuras ocasiones diré que el lugar no me pareció el más adecuado por varios motivos:
  1. aforo reducido. Cierto es que se sobrepasaron las expectativas y ante eso, poco se puede hacer.
  2. muy pocos aseos. Es un lugar apto para dar una charla de un par de horas, pero no para hacer unas jornadas de un día de duración con 300 personas, que tiene que acceder a los baños con normalidad. Esa normalidad hace que, al ser tanta gente, los baños estén con unas colas tremendas todo el rato. La otra opción era salirse de una charla, pero daba rabia perder el hilo de la misma, y además luego te jugabas el tipo para ver si te dejaban volver a entrar (estos problemas son ajenos completamente a la organización, como ya nos comunicaron)
  3. la gente se queja de que hubo pocos enchufes y de que no estaban accesibles. Bueno, yo me llevé tras baterías que tengo rodando por casa y no tuve ningún problema, pero sí que es cierto que vi a mis compañeras pasarlas un poco canutas para cargar una sola rallita del móvil o la tableta.
  4. Comida escasa. O si no fue escasa, entonces fue poco accesible. Yo pasé más hambre... Quizá en parte esté relacionado con que el espacio que quedaba entre las paredes y las sillas para moverse a la hora de comer era muy estrecho, dificultando mucho la movilidad, para mi gusto.
Las charlas... pues bien. Unas más interesantes que otras, algunos oradores enganchaban más que otros, y algunas opiniones gustaban más que otras. Como ya he dicho, un gusto escuchar a La niña sin nombre, y a Sara Blanco. Me gustaron también Natalia Senón y Carlos Bravo, con sus trucos para el SEO. Desde luego que les saqué bastante partido y me llevo algunas ideas anotadas, que en realidad no sé si aplicaré, porque me gusta cómo llevo el blog, sin ninguna pretensión. ¡Si mi familia ni siquiera me lee! Pero siempre es bueno avanzar y mejorar, y seguro que las anotaciones que cogí me serán muy útiles cuando me decida a hacerlo.

De todo se aprende, y seguro que a la próxima saldrá aún mejor. Pero como decía, a pesar de estos pequeños patinazos, a mí me mereció mucho la pena ir, y si tengo que dar una valoración definitiva, esta sería completamente buena, sin duda alguna. Lo considero un tiempo bien invertido. Así que de nuevo, agradecerle a los organizadores todo su trabajo porque me permitieron pasar un día muy agradable y aprender cosas nuevas.

Revisión: al volver a casa no paraba de pensar en que vaya regalo esa bolsa llena de productos de limpieza... luego nos enfadamos con nuestros chicos cuando por nuestro cumpleaños nos regalan una plancha. ¿Pero resulta que ni entre nosotras mismas somos capaces de dejar a un lado y superar estos estereotipos de mujer fregona? Este sí que fue un gran patinazo del que desconozco el responsable...

150 palabras: baile, estallar, regalo

domingo, 9 de junio de 2013

Hoy las 150 palabras son de alguna manera un homenaje a nuestros tiempos pasados de solteros, cuando teníamos todo el tiempo del mundo para "hacer el friki" a todas horas... a todos los ratos buenos que J.R.R. Tolkien y El señor de los anillos, como libro, al principio, y luego como película, nos han traído con los amigos.

Dada su baja estatura, Sofía podría haber pasado desapercibida en la fiesta si Bilbo Bolsón la hubiera invitado a su cumpleaños. Pasaba las hojas del álbum de fotos del viaje de papá y mamá, e imaginaba cómo sería la vida en La Comarca. Allí estaba el Gran árbol, entorno al que se celebró el baile de la fiesta del centésimoundécimo cumpleaños de Bilbo. No tenía ni idea de qué le habría regalado en caso de haber asistido, pero sabía que hubiera envuelto el regalo en brillante papel de color rojo adornado con un gran lazo plateado. Lo que no le hubiera gustado es el momento de estallar los fuegos de artificio, aunque es verdad que luego le encantaba ver cómo brillaban y bailaban en el cielo, jugueteando y chisporroteando. Menos mal que ya no había grandes dragones, porque si no se habría tenido que pensar detenidamente si aceptar la invitación.




¡Más premios! :D ¡GRACIAS!

viernes, 7 de junio de 2013


Parezco el conejo blanco de Alicia en el país de las maravillas: que llego tarde, que llego tarde, que llego tarde... Las pasadas semanas he tenido la suerte de recibir nuevos premios: ¡¡Muchas gracias a Pao, la mamá de Muriel, y a Lorena, de Cómo llegar a Sebastopol!! Ay, que a mí estas cosas es que me hacen una ilusión tremendas :D ¡¡GRACIAAAAS!!

El 28 de mayo Pao era generosa repartiendo los premios Liebster Award, cuyo objetivo es difundir blogs con menos de 200 seguidores, para que sigan adelante con sus maravillosos proyectos.



Para poder recogerlo hay que hacer 11 confesiones sobre uno mismo. Pues allá voy...
  1. Soy muyyyy desordenada. Pero mucho mucho muuucho.
  2. Me encanta el sentido del humor. Me gusta usarlo cuando hablo, en mis conversaciones cotidianas. Pero me refiero a "humor inteligente", no a estar contando chistes cada dos por tres, porque, entre otras cosas, se me da fatal contar chistes.
  3. El fútbol es una de mis pasiones: voy cada 15 días a los partidos de mi equipo. Ya lo confesé una vez, y lo digo de nuevo: ¡Real Madrid hasta la muerte! :D
  4. Me encantaría ser buena fotógrafa. Y aunque no lo soy, me gusta ir por la vida haciendo fotos.
  5. Me equivoqué de profesión. Soy sismóloga, pero creo que sería más feliz si pudiera vivir de algo que hiciera con las manos. Disfruto mucho haciendo manualidades: desde tejer, al bricolaje, pasando por la papiroflexia. ¡Cualquiera de estas cosas u otras parecidas, me entusiasma!
  6. Soy muy tiquismiquis en cuanto al lenguaje se refiere. ¡Hay que hablar bien! Y no me refiero a no decir tacos y esas cosas, porque soy la primera que echa por la boca sapos y culebras. Sino a usar los verbos correctamente (¿dónde quedó el subjuntivo? La gente se olvida de él...), evitar el laismo, por ejemplo, tan típico de Madrid y en el que a veces incurro, y esas cosillas.
  7. Tengo muy mal genio. Sí, fatal... pero también es verdad que aunque primero me viene el pronto, luego se me pasa y el problema que lo detonó pasa a un segundo plano.
  8. No soy nada rencorosa. Perdono todo. Quiero llevarme bien con la gente y por eso doy mi mano a torcer casi siempre. Y no me supone ningún problema.
  9. Me encanta tirarme al suelo a hacer el gamberro con Mollete. Claro, luego querré que me salga calmada, jaja, pero es que ahora es el momento. Si no aprovecho estos ratos, los habré perdido para siempre.
  10. Me da pánico cortarme el pelo y no me atrevo a un cambio de look. Pero pavor del bueno...
  11. Soy muy llorona. Siempre lo fui, pero desde que soy madre, aún más.
Además de estas confesiones, para recoger el premio hay que agradecérselo a la persona que te lo concedió, y seguir al menos al blog de dicha persona; conceder el premio a otros 11 blogs con menos de 200 seguidores, e informar a todos los galardonados. Allá va:

El premio que me concedió Lorena el 2 de junio es a los mejores seguidores. ¡Gracias! Es la segunda vez que me lo otorgan y ¡me sigue alegrando el día!


Para recogerlo, tengo que contestar a 10 preguntas sobre mí, que ya contesté en su día, pero lo vuelvo a comentar:
  • Edad: 33 castañas recién recogidas del árbol ;)
  • Horóscopo: Aries. Cabezota, cabezota y cabezota...
  • ¿Dulce o salado? Salado... siempre salado: ¿tarta o tortilla? Tortilla. ¿Ensaimada o empanada? Empanada. ¿Huevos o helado? Huevos, jajaja. Bueno, de vez en cuando algún dulce, pero la mayoría no me gustan.
  • ¿Hobby? Adoro leer, aunque últimamente no tengo suficiente tiempo. Y viajar, aunque últimamente no tengo suficiente dinero...
  • ¿Qué te inspiró a hacer el blog? Pues el tener cosas en la cabeza para arriba y para abajo. Conversaciones que mantenía conmigo misma, y por no volverme loca pensé que era más sano compartirlo con los demás.
  • ¿Eres una profesional del mundo del maquillaje o de la moda? No. Es más, soy un desastre. Me encantaría que se me diera bien, pero creo que hay gente que no nacemos con esas capacidades...
  • ¿Tienes canal de youtube? Nop.
  • ¿Tu canal favorito de Youtube ó blog de maquillaje y nail art? Uy, ninguno. Es lo que me falta, jajaja.
  • Tu perfume favorito: Nunca he tenido un perfume o colonia de cabecera... rara vez me pongo alguno... en todo caso, cosas fresquitas que no empalaguen.
  • Un básico de maquillaje sin el que no podrías salir: ya os he dicho que yo de esto... nada de nada. Pero de elegir, lápiz de ojos para el contorno. Es lo único que de vez en cuando me gusta ponerme. ¡Qué desastre soy! :D

La maternidad de la A a la Z: F de flipar

jueves, 6 de junio de 2013


No sé muy bien cómo introducir esta entrada... F de flipar. Sí, de cómo flipé cuando llegué a casa con Mollete. Y mira que es algo que deseaba con todo mi corazón... y tuve 9 meses para hacerme a la idea, pero ¿de verdad esos 9 meses son suficientes para los padres primerizos para asumir e interiorizar lo que se les viene encima? Sinceramente, creo que no.

El hospital fue un poco como el camarote de los hermanos Marx (aunque ya hubiera deseado yo comer por lo menos un huevo duro los días tras la cesárea, que pasé más hambre que los perros chiquititos), en contra de mis deseos. Las únicas lágrimas de desesperación que he soltado durante mi maternidad han sido el 22 de febrero de 2012, cuando yo lo único que quería era tiempo y calma para poder seguir conociendo a mi pequeña. El primer día me respetaron bastante... pero el segundo ¡parece que se abrió la veda! Yo sentada en el sillón, sin moverme mucho porque la cicatriz me tenía un tanto cohibida; mi hija en la cuna rodeada de caretos de gente, o de brazo en brazo, sin decir ni mu y aguantando el chaparrón. Yo la quería coger pero no me podía levantar, y con el barullo no me escuchaban decir que quería cogerla yo un rato, que acababa de conocerla y llevaba 9 meses esperando ese momento... Les perdono a todos, porque sé que solo tenían buenas intenciones y querían compartir nuestra alegría por la llegada del bollito, pero aquello fue demasiado para mí.


En el hospital, como venía diciendo (es que siempre me voy por las ramas, leches), era todo muy irreal, y no alcanzaba a valorar la magnitud de lo que tenía entre manos. Simplemente me limité a dejar pasar el tiempo. Pero llegamos a casa y, de repente, me di cuenta del lío en el que me había metido : sobre el cambiador había una criaturita de 52 cm, gordita y llena de rollitos; con las piernas encogidas y mirada perdida (por no decir: con la bizquera típica de los bebés, jaja); con un body friki totalmente incomprensible para ella, que su madre le había hecho. No se movía especialmente, ni hacía grandes ruiditos. Simplemente movía su lengüecilla, tanto tanto que parecía que se le iba a desenroscar. La miré. ¡Y flipé! Son de esos momentos en que se te para el mundo, y deja de existir lo que te rodea. Solo estás tú, ahí, quieto, con Mollete delante. ¡Y volví a flipar! ¿Qué hago yo ahora con esto? ¿Dónde lo pongo? ¿Seguro que sabré identificar cuándo quiere comer? ¿Cómo sabré si le duele algo? ¿Sentirá todo todo todo lo que la quiero? ¡Jobar, que es mi hija! ¡Qué fuerrrrrteeee! Y lo que es peor, ¿qué espera ella de mí? ¿Cómo se supone que tiene que ser nuestra relación? ¡Anda, que lo mismo tenía que haberlo pensado más, que ya no hay vuelta atrás! Que la peque por fin y definitivamente está en ese cambiador, que llevaba vacío varios meses.

Pero era taaan mona y taaan graciosa, con esas muecas que hacía (lengua parriba, lengua pabajo), que me dieron igual todas las preguntas metafísicas que me habían ido surgiendo, y decidí que lo que iba a hacer era disfrutar de esa niña y pasar buenos ratos con la pequeñaja, a la que, lo más curioso de todo, tenía la sensación de conocer de siempre.

Cómo me siento frente al #8J

martes, 4 de junio de 2013


Sé que no soy la primera ni la última que escribe sobre el llamado “gran acotencimiento del año”, es decir, el I Encuentro de madres blogueras organizado por Madresfera y Yo Dona el 8 de junio de este presente año. Sé que ni siquiera soy original en la manera de comenzar esta entrada, pero bueno, es que tampoco había mucho donde rascar y yo necesitaba expresar mis disculpas por tratar un tema quizá tan manido últimamente, poco novedoso. Pero es que este evento me ha hecho reflexionar. ¿Y por qué?

Básicamente decidí ir a este evento porque gracias a este mundo blogueril en el que me muevo desde hace solo 3 meses, he conocido a gente que, sinceramente, me ha caído muy bien y creo que son personas que merecen la pena conocer en persona si se da la oportunidad. Aún a riesgo de romper el encanto que tiene esto del mundo virtual por el mero hecho de ser eso, algo irreal. Pero salvo por esto -algo que me parece muy importante, por lo menos para mí-, siento que no pinto demasiado allí. En principio es un encuentro para madres y padres (creo) blogueros (aunque en el cartel diga encuentro de madres blogueras), y aunque yo no me considero tal, sino una simple mortal que siente la necesidad de poner por escrito lo que pasa por su cabecita (para mí el sentirse bloguero implica algunas condiciones más, aunque no sé muy bien cómo explicarlo....), parece este evento el ambiente adecuado para este animalito.

Madresfera #fiesta8j

Pero cuando veo cómo lo está enfocando mucha gente, tanta preparación, incluso tarjetas de visitas, la relación con las marcas (por cierto, una reflexión muy interesante a este respecto la hizo hace poco el papá de los dos monstruitos)... pienso que no es mi lugar (quizá sean estas cosas las que, si me sintiese bloguera de verdad, me motivarían como al resto). Y ¡ojo!, que no critico que algunas personas se lo tomen así, ¡ni mucho menos! Solo digo que a mí no me sale de esta manera. Aspiro a ir cómoda, con mi timidez por delante (capaz soy de volver a casa sin haber hablado con nadie), y charlar con esas nuevas personas que me han calado en las redes sociales. No busco nada más profundo. Quizá alguna charla me aporte algo, ojalá Pero no aspiro nada más que a pasar un día agradable.

El día se acerca y bueno... espero poder sentirme finalmente cómoda...

150 palabras: los peces de colores.

domingo, 2 de junio de 2013


Dormitaba a la sombra de un tilo, en una tarde de verano en que se oían de fondo los bichitos y olía a calor. Sofía esperaba a que dieran las 7, su número favorito, para ir al estanque de la casa de Jimena a ver los peces blancos y rojos que nadaban caóticamente de un lado para otro. No se despistaría porque a las 7 las campanas de la iglesia comenzaban a sonar como locas. Hoy iría a ver a Jimena sin peinar, porque había olvidado echar el neceser con el cepillo a su mochila. Pero bueno, era verano, estaba de vacaciones. ¡Parecía que había excusa para todo!

Y comenzaron a sonar: ¡tolón, tolón, tolón!... Se levantó de un salto, y corriendo se plantó en casa de Jimena en un santiamén. Su mamá había hecho limonada, ¡qué buena! Estas pequeñas cosas son las que hacían especiales las tardes de verano.