Hoy las 150 palabras son de alguna manera un homenaje a nuestros tiempos pasados de solteros, cuando teníamos todo el tiempo del mundo para "hacer el friki" a todas horas... a todos los ratos buenos que J.R.R. Tolkien y El señor de los anillos, como libro, al principio, y luego como película, nos han traído con los amigos.
Dada
su baja estatura, Sofía podría haber pasado desapercibida en la fiesta si Bilbo
Bolsón la hubiera invitado a su cumpleaños. Pasaba las hojas del álbum de fotos
del viaje de papá y mamá, e imaginaba cómo sería la vida en La Comarca. Allí
estaba el Gran árbol, entorno al que se celebró el baile de la fiesta del
centésimoundécimo cumpleaños de Bilbo. No tenía ni idea de qué le habría
regalado en caso de haber asistido, pero sabía que hubiera envuelto el regalo en brillante papel
de color rojo adornado con un gran lazo plateado. Lo que no le hubiera gustado
es el momento de estallar los fuegos de
artificio, aunque es verdad que luego le encantaba ver cómo brillaban y
bailaban en el cielo, jugueteando y chisporroteando. Menos mal que ya no había
grandes dragones, porque si no se habría tenido que pensar detenidamente si
aceptar la invitación.