Redes

                                                                                                       

La maternidad de la A a la Z: N de nudo

miércoles, 12 de junio de 2013

¿Sabéis que la palabra nudo tiene 18 acepciones en el diccionario de la Real Academia Española de la lengua, y que es un artículo revisado y enmendado? Por lo que se ve, es una palabra con mucho jugo. Y en el caso de la maternidad, sin llegar a esa locura de los 18 significados, es también una palabra muy rica.

Cuando pienso en un nudo, imagino un trozo ancho de tela que se ha cogido para atarlo y hacer un nudo, formando una ancha bola que ocupa bastante espacio. Normalmente siento un nudo en la boca del estómago cuando creo que algo malo va a pasar o ando preocupada por cosas. Una bola gorda alojada en mi esófago, que casi no deja entrar aire ni salir las preocupaciones. Que cuanto más pienso y pienso más grande se hace, y parece que llega hasta el cerebro , al que abotarga completamente. Y eso lo hemos sentido todos cuando hemos visto a nuestro pequeño bebé desolado, con dolores y no hemos sabido qué le pasaba. Angustia porque queremos ayudarle pero no sabemos cómo. También cuando te dicen que puede pasarle algo grave pero aún no saben qué es, vuelve el nudo a su lugar, mientras le das vueltas y vueltas al problema tratando de buscar una respuesta que aún no va a llegar. Es un nudo inevitable, pero podemos ayudar a que se suavice: vivamos el presente sin angustiarnos por el futuro. Ocupémonos de las cosas, sin pre-ocuparse. Solo así minimizaremos un poco nuestras vicisitudes. Ya no sé quién dijo aquello de: vive el presente para que en el futuro puedas tener un bonito pasado. Deberíamos hacerlo, ¿qué es lo que nos lo impide?

También me aparece un nudo cuando me entran ataques de amor y orgullo por mi hija. Cuando alguien dice lo simpática que es, lo graciosa que ha estado o lo lista que parece. Entonces se crea otro nudo, exactamente en el mismo sitio que el anterior y del mismo enorme tamaño, pero es de amor, que me sale por los poros. Y no sé cómo expresarlo y que todo el mundo pueda "medir" cuánto amor tengo dentro para mi hija. Quiero compartirlo con todos y me entran ganas de gritar de alegría. Ese nudo es tan grande que a veces me empuja los lacrimales ¡¡¡y me hace llorar!!! Lo bueno es que entonces el nudo se abre camino por mi garganta y sale fuera. Me relajo y la vida sigue su curso.



Pero sin duda alguna, el nudo más importante es el que ha aparecido entre mi hija y yo. Ese nudo que nos ata de por vida, porque ella siempre será mi hija y yo siempre seré su madre. Por ahora no tengo más hijos, pero estoy convencida de que cada uno de los nudos que aparecerán serán de distintos materiales: unos estarán hechos de seda, porque la relación será suave y fluida. Con otros quizá sean de esparto, ya que los caracteres serán diferentes y habrá que ir limando asperezas en la convivencia. Algunos quizás sean de ramas con espinas, porque habrá momentos difíciles que superar juntos. Y otros puede que sean de ramas de lavanda, ya que será una relación alegre y fresca. Pero todos, absolutamente todos los nudos, serán fuertes. Y ya me encargaré yo de que nadie se atreva si quiera a intentar desatarlos.