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La maternidad de la A a la Z: T de testigo

miércoles, 19 de junio de 2013


La palabra de hoy es testigo. Pero no, no os imaginéis al niño amish de la película de Harrison Ford ni nada por el estilo. Me refiero al testigo que se pasa en las carreras. Imaginaos eso, una carrera de relevos, y una panda de madres, algunas con niños enganchados a la teta; otras de la mano de sus nenes, que les siguen a marchas forzadas mientras su madres vuelan por la pista; algunas solas, porque sus hijos adolescentes van un poco a lo suyo. Pero todas corriendo para compartir sus experiencias con las otras madres que les esperan más adelante.

Fotograma de la película Único testigo.

Y es que esta semana está siendo un tiempo de pasar el testigo: yo soy de las que corre con la nena enganchada a la teta, por cierto. Recuerdo cuando nació Mollete y yo no  hacía más que preguntarle a mi amiga María, que había sido mamá un año antes, que cómo se hacía tal cosa o qué debía hacer si ocurría tal otra. Siempre tuvo paciencia con la novata de turno, además de mucha generosidad pasándonos ropa premamá, zapatos de niño, sillas para el coche, forros para las sillas, sacaleches... de todo lo que os podáis imaginar. Era mi gurú maternal, de alguna manera. Yo confiaba bastante en mi sentido común, pero sin duda me gustaba consultarle las cosas. Al fin y al cabo es mi amiga desde que teníamos 2 años. ¡Cómo no le iba a hacer partícipe de todas mis inquietudes!

Supongo que ella, a su vez, habría recibido instrucciones de su madre y de sus primas.


Y esta está siendo la semana en la que, sin darme cuenta, me encuentro yo pasándole el testigo de la maternidad a mi prima, la mamá de la Pequeña P: qué me puede faltar para el hospital, que si pretrato la ropa manchada de caca antes de lavarla, que si tiene que doler el pecho al darle de mamar a la peque... Y yo me pregunto, cuando ella me pregunta a mí, que qué puedo aportarle en realidad, si sigo siendo una novata y mis conocimientos no son nada del otro mundo. Pero esas respuestas y ese apoyo que ella necesita ahora son los que yo anhelaba el año pasado por estas fechas. Quizá a veces no sean tanto las respuestas precisas lo que se necesita, sino saber que alguien está a tu lado en esos momentos en que estás un poco perdida tratando de hacerte a la nueva situación. Pero es normal que al que le preguntan sienta que su aportación es algo obvio, cuando al necesitarla él en el pasado no se lo parecía tanto.

Y así vamos evolucionando todos, creciendo. Enriqueciéndonos los unos a los otros, que es lo que hacemos en definitiva también en este mundo 2.0, ¿o no?