A Sofía le habían dicho que la Pequeña P era medio india,
así que ella se esperaba que su prima tuviera una laaaaarga trenza morena, una
pluma de color rojo en la cabeza, y que se llamara algo así como Flecha que
baila en el viento. Pero cuando la conoció vio que era un bebé normal. Pero no
podía apartar su mirada de ella. La miraba sin moverse, con los ojos abiertos
como platos: allí estaba la pequeña P, acurrucadita junto a mamá, con los
puñitos bien cerrados, las piernitas encogidas, y con un peinado de punta la
mar de moderno. Como estaba hecha un ovillo parecía que no tenía cuello. Pero
Sofía sabía que si se quedaba hasta la hora del baño podría comprobar que a su
prima no le faltaba de nada: ni cuello, ni deditos, ni orejas. ¿Y cuándo decís
que me dejáis jugar con ella?, preguntó.
¡Bienvenida, Pequeña P!
viernes, 14 de junio de 2013
Hoy es de esos días llenos de emociones en los que te vuelves a reconciliar con la vida. Dar la bienvenida a este mundo a una nueva persona es un motivo de felicidad. Ya sé que estamos como estamos, y que el país no atraviesa la mejor situación. Pero creo que un hijo siempre es motivo de alegría, y un incentivo más para salir adelante y luchar por todo lo que queremos. Para mejorar el mundo, y educar a tu hijo para que él también lo haga.
Mollete ya tiene aquí una prima con la que dentro de unos años podrá jugar; más adelante harán trastadas juntas; luego quedarán a dormir en la casa de la otra para contarse cosas que nadie más podrá saber; terminarán saliendo juntas por ahí; y ojalá en el futuro puedan estar compartiendo la maternidad, como estoy haciendo yo ahora con mi prima. ¡Te quiero, hermosa!
La Pequeña P ya está aquí, y lo primero que ha hecho ha sido hacerme llorar. Es curioso, porque en el nacimiento de Mollete no lloré. Yo creo que las hormonas me tenían totalmente calmada, normalizando esa nueva situación que se me venía encima. Por supuesto que me alegré, y me llené de felicidad, y quería decirles a todos que vaya niña más bonita que tenía. Y me moría de ganas de salir del tiempo de reposo tras la cesárea para llegar al cuarto y achucharla. Pero no lloré.
Cuando nació la Genial J, la hija de mi amiga del alma desde los 2 años, lloré. Como una magdalena. Quizá porque era la primera de mi círculo íntimo que pasaba por esto. La que abría la veda. Y hoy de nuevo la Pequeña P me ha removido las emociones y me muero de ganas de achucharla.
Ahora es cuando entra en juego el autocontrol, porque yo he sido la primera que se ha quejado de las visitas excesivas y de los agobios sufridos cuando solo quería tiempo para estar con mi hija y con Papá Mollete. Ahora es cuando hay que dar ejemplo, no agobiando con sugerencias a los nuevos padres. Es un momento crucial para ver si he aprendido de mi propia experiencia. Así que la Pequeña P también va a ayudarme a ser mejor persona.
¡Gracias, bebita, por entrar a formar parte de nuestras vidas, y felicidades a los estupendos padres, que lo harán genial haciendo caso omiso a la lluvia ácida de consejos que van a recibir!
Sé de una que no está con nosotros que se alegra igualmente de todo corazón.
Por último, quisiera hacer mención también a la Pequeña Blancanieves de 3 años, a la que hoy han realizado un transplante multiorgánico. Parece que todo ha ido bien y que por fin va a poder empezar una nueva vida. Pronto contaré también su historia, que me ha hecho reflexionar sobre muchas cosas. ¡Enhorabuena, linda!
Por último, quisiera hacer mención también a la Pequeña Blancanieves de 3 años, a la que hoy han realizado un transplante multiorgánico. Parece que todo ha ido bien y que por fin va a poder empezar una nueva vida. Pronto contaré también su historia, que me ha hecho reflexionar sobre muchas cosas. ¡Enhorabuena, linda!
La maternidad de la A a la Z: N de nudo
miércoles, 12 de junio de 2013
¿Sabéis que la palabra nudo tiene 18 acepciones en el diccionario de la Real Academia Española de la lengua, y que es un artículo revisado y enmendado? Por lo que se ve, es una palabra con mucho jugo. Y en el caso de la maternidad, sin llegar a esa locura de los 18 significados, es también una palabra muy rica.
Cuando pienso en un nudo, imagino un trozo ancho de tela que se ha cogido para atarlo y hacer un nudo, formando una ancha bola que ocupa bastante espacio. Normalmente siento un nudo en la boca del estómago cuando creo que algo malo va a pasar o ando preocupada por cosas. Una bola gorda alojada en mi esófago, que casi no deja entrar aire ni salir las preocupaciones. Que cuanto más pienso y pienso más grande se hace, y parece que llega hasta el cerebro , al que abotarga completamente. Y eso lo hemos sentido todos cuando hemos visto a nuestro pequeño bebé desolado, con dolores y no hemos sabido qué le pasaba. Angustia porque queremos ayudarle pero no sabemos cómo. También cuando te dicen que puede pasarle algo grave pero aún no saben qué es, vuelve el nudo a su lugar, mientras le das vueltas y vueltas al problema tratando de buscar una respuesta que aún no va a llegar. Es un nudo inevitable, pero podemos ayudar a que se suavice: vivamos el presente sin angustiarnos por el futuro. Ocupémonos de las cosas, sin pre-ocuparse. Solo así minimizaremos un poco nuestras vicisitudes. Ya no sé quién dijo aquello de: vive el presente para que en el futuro puedas tener un bonito pasado. Deberíamos hacerlo, ¿qué es lo que nos lo impide?
Cuando pienso en un nudo, imagino un trozo ancho de tela que se ha cogido para atarlo y hacer un nudo, formando una ancha bola que ocupa bastante espacio. Normalmente siento un nudo en la boca del estómago cuando creo que algo malo va a pasar o ando preocupada por cosas. Una bola gorda alojada en mi esófago, que casi no deja entrar aire ni salir las preocupaciones. Que cuanto más pienso y pienso más grande se hace, y parece que llega hasta el cerebro , al que abotarga completamente. Y eso lo hemos sentido todos cuando hemos visto a nuestro pequeño bebé desolado, con dolores y no hemos sabido qué le pasaba. Angustia porque queremos ayudarle pero no sabemos cómo. También cuando te dicen que puede pasarle algo grave pero aún no saben qué es, vuelve el nudo a su lugar, mientras le das vueltas y vueltas al problema tratando de buscar una respuesta que aún no va a llegar. Es un nudo inevitable, pero podemos ayudar a que se suavice: vivamos el presente sin angustiarnos por el futuro. Ocupémonos de las cosas, sin pre-ocuparse. Solo así minimizaremos un poco nuestras vicisitudes. Ya no sé quién dijo aquello de: vive el presente para que en el futuro puedas tener un bonito pasado. Deberíamos hacerlo, ¿qué es lo que nos lo impide?
También me aparece un nudo cuando me entran ataques
de amor y orgullo por mi hija. Cuando alguien dice lo simpática que es, lo
graciosa que ha estado o lo lista que parece. Entonces se crea otro nudo,
exactamente en el mismo sitio que el anterior y del mismo enorme tamaño, pero
es de amor, que me sale por los poros. Y no sé cómo expresarlo y que todo el
mundo pueda "medir" cuánto amor tengo dentro para mi hija. Quiero
compartirlo con todos y me entran ganas de gritar de alegría. Ese nudo es tan grande
que a veces me empuja los lacrimales ¡¡¡y me hace llorar!!! Lo bueno es que
entonces el nudo se abre camino por mi garganta y sale fuera. Me relajo y la
vida sigue su curso.
Pero sin duda alguna, el nudo más importante es el
que ha aparecido entre mi hija y yo. Ese nudo que nos ata de por vida, porque ella
siempre será mi hija y yo siempre seré su madre. Por ahora no tengo más hijos,
pero estoy convencida de que cada uno de los nudos que aparecerán serán de
distintos materiales: unos estarán hechos de seda, porque la relación será
suave y fluida. Con otros quizá sean de esparto, ya que los caracteres serán
diferentes y habrá que ir limando asperezas en la convivencia. Algunos quizás
sean de ramas con espinas, porque habrá momentos difíciles que superar juntos.
Y otros puede que sean de ramas de lavanda, ya que será una relación alegre y fresca.
Pero todos, absolutamente todos los nudos, serán fuertes. Y ya me encargaré yo
de que nadie se atreva si quiera a intentar desatarlos.
Miércoles mudo: un alto en el camino
Cogiendo fuerzas
“Miércoles Mudo” es un carnaval de blogs o blog hop iniciado por Maybelline de Naturalmente Mamá y participar es muy fácil, solo debes publicar los miércoles una foto (s) sin escribir nada para explicarla (s) (de ahí viene lo mudo). Luego no olvides enlazar en el linky que está debajo y dejar un comentario en cada uno de los blogs que decidas visitar. Para conocer como nació el Miércoles mudo y sus reglas, puedes hacer click aquí.
Remodelación del blog: la metedura de pata del día.
martes, 11 de junio de 2013
Pues sí, pues sí... cuando comencé este blog no me quedé contenta con la plantilla, pero pensé que lo importante era comenzar a lanzar entradas y que ya iría renovando el aspecto. Lo que sucedió es que ese momento nunca llegó...
Y claro, este sábado, el evento madresférico y blogueril en general, y La niña sin nombre en particular, me hicieron mucho daño y me convencieron de que era el momento de cambiar el aspecto. He estado trasteando para hacer cambios, guardando previamente el blog, como ya nos comentó Isabel Leyva. Peeeeero cometí el error de no guardar la plantilla... y ahora no puedo volver a la configuración anterior después de tantos toqueteos que he hecho.
En definitiva, que lamento el follón. Que este no va a ser el aspecto definitivo, pero por el momento no puedo volver atrás y tardaré un poco hasta que encuentre el formato con el que me sienta cómoda. No me gustaría perder los 3 lectores que tengo a causa de los vaivenes de plantilla. ¡Espero que sepáis perdonadme! Es que, al fin y al cabo, una es una novata...
Resaca tras el I Encuentro de madres y padres blogueros. El famoso #8J
lunes, 10 de junio de 2013
Toca... toca escribir sobre el I
Encuentro de madres y padres blogueros, que tuvo lugar el 8 de junio
de 2013 en el Matadero de Madrid, y que fue organizado por Madresfera y Yo Dona. Querría no haber leído nada antes
de escribir, para no dejarme influir, pero no he podido evitarlo. Y
la verdad es que al final resulta que voy a decir casi lo mismo que
las entradas de amigas que ya he leído. Pero bueno, intentaré
aportar algo nuevo.
Esta experiencia para mí tiene
claramente dos vertientes: la personal y la organizativa.
Personalmente lo he disfrutado mucho,
porque he puesto cara a mucha gente que tenía en mente conocer y he
conocido a gente que no pensé que fuera a hacerlo.
Comenzamos con un desayuno que
organizaron Tutete e Infaneto, pero para cuya organización ayudaron también La libreta de mamá y
Babytribu, que contestaban amablemente a las dudas de qué es esto, dónde, por qué... Perdonad si me dejo a alguno que estuviera muy implicado, pero con tantos correos
cruzados yo al final me perdí un poco. ¡Así que muchas gracias a
todos los que nos fuisteis informando de una u otra manera! Por si
fuera poco la ideaza de comenzar con un desayuno y la grata compañía
desde por la mañana, Tutete e Infaneto ¡nos invitaron al desayuno y
nos dieron un par de regalitos estupendos! Tengo que decir que yo ya
uso la bolsita a diario, y mi peque el chupete nuevo. ¡Muchas
gracias!
Me vuelvo muy contenta del encuentro
porque mucha de la gente que conocí ¡ha sido un auténtico descubrimiento! Aunque al
final tampoco pudimos hablar tanto, lo cierto es que me llevo en la
mochila a unas cuantas personas que me han llegado: Diario de unamadre, La morada de Nieves, Feliz en brazos, Mis dos monstruitos,
Diario de algo especial, Mamá qué sabe, Perdida en Sebastopol, Laalcoba de Blanca, Mamá también sabe, Aidixy y sus cosas. Eché en falta a alguna más que
no pudo asistir al evento, como Trimadre o a La nave de V, pero bueno, ¡así hay
excusa para volver a verse!
En cuanto a blogueros más conocidos, y
de alguna manera de referencia, me gustó mucho ponerle cara real a
Walewska, por ejemplo. Parto de la base de que no soy nada mitómana,
pero me gustó tanto oirla hablar que creo que voy a hacerme fiel
seguidora de su blog, que antes ojeaba cuando tenía un momento. O a
la Orquídea dichosa, que me pareció tan dulce y sincera, y cercana
y simpática... ¡qué creo que me he enamorado!, jajaja. Ojalá
hubiera podido acercarme a saludarla y decirle que me gustó mucho
oirla hablar en persona y esa manera suya de ser. También descubrí a otras que no tenía fichadas,
como por ejemplo Escarabajos, bichos y mariposas, Baballa y La niña sin nombre, que reconozco que me cautivó completamente con su charla.
¡Además de que aprendí cosas! Y luego corroboré que quien no me
gustaba escribiendo, no me gusta como persona, o por lo menos no me
gusta la imagen que proyecta, ya que no hemos podido mantener una
charla como para hacer un juicio de verdad. Pero no creo que aquellos
que escriben faltando al respeto y ridiculizando a los que no piensan
como ellos sean luego personas que a mí me merezca la pena conocer.
Creo que no hay que confundir decir las cosas con ironía y como son,
con el ataque a los demás. Ante todo respeto. Escuchar. Intercambiar ideas y aprender de todo. Pero no quiero
enredarme ahora con esto, porque no es el foro adecuado, y ya hay
entradas dedicadas a ello, como esta de la Orquídea dichosa.
Mantendremos el anonimato del resto de blogueros.
Para descubrirles, habrá que esperar a otro encuentro ;)
Pasando a la parte organizativa lo
primero es reconocer todo el esfuerzo de Madresfera por organizar el
evento, y decirles que ¡¡muchas gracias!!. porque a pesar de los pequeños fallos estuvo genial. Y al fin y al cabo es la primera vez que se
celebraba. Vamos, que si lo hubiera hecho yo ¡¡habría sido un
desastre total!! Pero con ánimo de mejorar para futuras ocasiones
diré que el lugar no me pareció el más adecuado por varios
motivos:
- aforo reducido. Cierto es que se sobrepasaron las expectativas y ante eso, poco se puede hacer.
- muy pocos aseos. Es un lugar apto para dar una charla de un par de horas, pero no para hacer unas jornadas de un día de duración con 300 personas, que tiene que acceder a los baños con normalidad. Esa normalidad hace que, al ser tanta gente, los baños estén con unas colas tremendas todo el rato. La otra opción era salirse de una charla, pero daba rabia perder el hilo de la misma, y además luego te jugabas el tipo para ver si te dejaban volver a entrar (estos problemas son ajenos completamente a la organización, como ya nos comunicaron)
- la gente se queja de que hubo pocos enchufes y de que no estaban accesibles. Bueno, yo me llevé tras baterías que tengo rodando por casa y no tuve ningún problema, pero sí que es cierto que vi a mis compañeras pasarlas un poco canutas para cargar una sola rallita del móvil o la tableta.
- Comida escasa. O si no fue escasa, entonces fue poco accesible. Yo pasé más hambre... Quizá en parte esté relacionado con que el espacio que quedaba entre las paredes y las sillas para moverse a la hora de comer era muy estrecho, dificultando mucho la movilidad, para mi gusto.
Las charlas... pues bien. Unas más
interesantes que otras, algunos oradores enganchaban más que otros,
y algunas opiniones gustaban más que otras. Como ya he dicho, un gusto escuchar a La niña sin nombre, y a Sara Blanco. Me gustaron también Natalia Senón y Carlos Bravo, con sus trucos para el SEO. Desde luego que les
saqué bastante partido y me llevo algunas ideas anotadas, que en
realidad no sé si aplicaré, porque me gusta cómo llevo el blog,
sin ninguna pretensión. ¡Si mi familia ni siquiera me lee! Pero
siempre es bueno avanzar y mejorar, y seguro que las anotaciones que cogí me serán muy útiles cuando me decida a hacerlo.
De todo se aprende, y seguro que a la
próxima saldrá aún mejor. Pero como decía, a pesar de estos
pequeños patinazos, a mí me mereció mucho la pena ir, y si tengo
que dar una valoración definitiva, esta sería completamente buena,
sin duda alguna. Lo considero un tiempo bien invertido. Así que de nuevo, agradecerle a los organizadores
todo su trabajo porque me permitieron pasar un día muy agradable y
aprender cosas nuevas.
Revisión: al volver a casa no paraba de pensar en que vaya regalo esa bolsa llena de productos de limpieza... luego nos enfadamos con nuestros chicos cuando por nuestro cumpleaños nos regalan una plancha. ¿Pero resulta que ni entre nosotras mismas somos capaces de dejar a un lado y superar estos estereotipos de mujer fregona? Este sí que fue un gran patinazo del que desconozco el responsable...
Revisión: al volver a casa no paraba de pensar en que vaya regalo esa bolsa llena de productos de limpieza... luego nos enfadamos con nuestros chicos cuando por nuestro cumpleaños nos regalan una plancha. ¿Pero resulta que ni entre nosotras mismas somos capaces de dejar a un lado y superar estos estereotipos de mujer fregona? Este sí que fue un gran patinazo del que desconozco el responsable...
150 palabras: baile, estallar, regalo
domingo, 9 de junio de 2013
Hoy las 150 palabras son de alguna manera un homenaje a nuestros tiempos pasados de solteros, cuando teníamos todo el tiempo del mundo para "hacer el friki" a todas horas... a todos los ratos buenos que J.R.R. Tolkien y El señor de los anillos, como libro, al principio, y luego como película, nos han traído con los amigos.
Dada
su baja estatura, Sofía podría haber pasado desapercibida en la fiesta si Bilbo
Bolsón la hubiera invitado a su cumpleaños. Pasaba las hojas del álbum de fotos
del viaje de papá y mamá, e imaginaba cómo sería la vida en La Comarca. Allí
estaba el Gran árbol, entorno al que se celebró el baile de la fiesta del
centésimoundécimo cumpleaños de Bilbo. No tenía ni idea de qué le habría
regalado en caso de haber asistido, pero sabía que hubiera envuelto el regalo en brillante papel
de color rojo adornado con un gran lazo plateado. Lo que no le hubiera gustado
es el momento de estallar los fuegos de
artificio, aunque es verdad que luego le encantaba ver cómo brillaban y
bailaban en el cielo, jugueteando y chisporroteando. Menos mal que ya no había
grandes dragones, porque si no se habría tenido que pensar detenidamente si
aceptar la invitación.
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