Redes

                                                                                                       

150 palabras: El viaje de la mariquita Escarlata (folios, encuentro, movimiento)

domingo, 15 de noviembre de 2015

Madre mía, ¡qué nervios! Sofía nota movimiento en su estómago; mariposas para arriba y para abajo. Rebusca entre los folios que huelen a tinta fresca. Están desparramados sobre la mesa de mamá y uno de ellos tiene que ser la continuación del cuento que les leyó ayer.

Elena y ella no pueden esperar a la noche para leer el desenlace. ¿De verdad la mariquita no podría salir al encuentro de su amiga la luciérnaga por estar atrapada bajo una hoja gigante de un castaño? ¿Nadie la iba a ayudar?

Pero la historia no aparecía por ningún lado. ¡Sofía tuvo una idea! Se calzaron las botas de agua para salir al jardín. No pararían hasta encontrar a la mariquita para ayudarla a proseguir su viaje.

-¿Llevamos abrigo, mapa y linterna? ¡Vamos allá, Elena! La mariquita Escarlata nos está esperando en algún lugar.

Y salieron de casa coreando fuerte:

 -¡Escarlataaaaa!, ¿dónde estás?

Imagen original de Jill Heyerr

150 palabras: una mamá (noche, cinco, rayo)

domingo, 8 de noviembre de 2015

Imagen original de Juan Galafa
Por la noche eres más vulnerable. Todo da más miedo, todo asusta más. Si además llueve, si hay tormenta y ves caer un rayo seguido de un relámpago que ilumina toda la estancia, la inseguridad aumenta.

Yo buscaba los brazos de mi madre y ahora necesito ofrecer los míos. Quiero que sean conscientes de que me tienen para lo que quieran. Quiero que se sientan protegidas. Que no importa si son bebés, tienen cinco años o doce. Que incluso cuando somos adultos tenemos esos días de vulnerabilidad máxima en los que los abrazos de mamá son el remedio a todos los males. Y, ¡ay, cómo se echan de menos cuando ya no los tienes!

Cuando los necesito, los revivo. Y siento el calor que desprendía su pecho, su olor y ese chorro de energía que llegaba hasta mi médula. Su voz y sus caricias. Y sé que ella sigue ahí.




Piensa en verde: pequeños gestos ecológicos

jueves, 5 de noviembre de 2015

En casa nos gusta pensar en verde. Y no me refiero ni a la marca de cervezas que se nos ha venido a todos a la mente, ni a temas sexuales. Sino a aportar nuestro granito de arena durante nuestro día a día para cuidar de nuestro planeta y no expoliarlo.

Está claro que una de las acciones que se nos vienen a la cabeza a bote pronto es la compra ecológica, sobre la que la mayoría opina que es demasiado cara para sus bolsillos. Lamentablemente esto es cierto a día de hoy. Es una pescadilla que se muerde la cola, ya que no descenderán los precios hasta que su consumo se generalice, pero la gente no introduce alimentos ecológicos en su dieta porque son muy caros. Yo propongo hacer una selección de productos que merece más la pena que sean ecológicos. Por un lado nos lo agradecerá el planeta, pero por otro la salud. Y no será tan caro como hacer una compra 100% ecológica. Por ejemplo, las verduras de piel gruesa o cáscara están más protegidas de pesticidas y todos los productos más o menos tóxicos que se emplean en agricultura, y por tanto dará un poco más igual si la fruta es ecológica o no (en cuanto al tema pesticidas se refiere). Así que lo que podemos hacer es comprar de vez en cuando alguna fruta de piel más fina o que comamos entera, como pueden ser las fresas. Desde luego, en cuanto a sabor, las fresas que yo he probado están muchísimo más ricas que cualquier fresón que encuentro en los supermercados. Es como estar comiendo una gominola pero con todos los beneficios de la fruta. Así que una primera medida puede ser esta: añadir algún producto ecológico a nuestra cesta.

Imagen de Jeffrey Deng 

La pesadilla de una dieta libre de lácteos

martes, 3 de noviembre de 2015


Qué mal se pasa con una dieta estricta sin lácteos, ¿verdad? Y ya no me refiero solo al tema de echar de menos determinados productos, o la lata de tener que estar unas semanas conociendo cada marca para saber qué puedes comprar y qué no... que eso también es duro al principio, aunque he de reconocer que luego me he acostumbrado estupendamente y no echo casi nada de menos, y la compra ya la hago rauda y veloz, salvo cuando quiero probar algún producto nuevo.

Me refiero a la obsesión que puedes llegar a desarrollar respecto al ingerir o no lácteos por error, de modo que puedan dañar a tu bebé. Yo he tenido pesadillas varias veces, de verme abriendo la nevera, hincándole el diente ya no a algo prohibido, sino a esos alimentos que de entrada no pensarías que llevan laćteos o derivados y que luego resulta que sí. Es una pesadilla recurrente, la de tomar algo que no debo por despistada y lanzarme a comer sin pensar...

Bizcocho de calabaza para Halloween apto para APLV

sábado, 31 de octubre de 2015

Desde hace algún tiempo celebro Halloween con unas amigas todos los años. Comenzamos haciéndolo para pasar juntas un buen rato, ya que es una excusa perfecta para disfrazarse. Pero ahora lo seguimos celebrando porque nuestros hijos se lo pasan genial.

Mi amiga vive en una casa baja y la decora que da gusto verla. Los niños de la zona la conocen y no dejan de visitarla cada año, a la casa y captura de caramelos.

Sé que a mucha gente no le gusta celebrarlo porque dice que no es una tradición nuestra. Y no tienen razón porque, sobre todo en el norte de España, se celebra desde antaño el Samahin, de origen celta que viene a ser la misma celebración. Y es que, por esa regla de tres, no deberíamos comer patatas ni chocolate.

Me gustan mis orígenes, estoy orgullosa de ello, pero me gusta conocer otras culturas, sobre todo si me aportan algo bueno. Y Halloween me aporta un buen rato ¡y recetas ricas!

Segundo paso: visita al médico de digestivo

jueves, 22 de octubre de 2015

Como ya os conté, ante la pasividad de nuestro pediatra, decidí llevar a la enana al alergólogo por mi cuenta. Allí le hicieron las pruebas. que salieron negativas, pero concluyeron que podía ser una APLV no mediada, y para ello yo debía de comenzar una dieta sin lácteos con el fin de ver si eso producía una mejoría en la niña o no.

Como los síntomas que presentaba la peque eran básicamente digestivos (cacas líquidas y un aumento de peso ralentizado), decidí llevarla también al médico de digestivo, más que nada pensando en que quizá un médico especializado en digestivo tendría en mente muchas más posibilidades además de las APLV. Y como una es muy inquieta y le gustan las cosas bien claras y bien atadas, decidí que era una manera de descartar algún otro problema.

Así que allá que fuimos y básicamente el diagnóstico fue el mismo. Yo no había contado nada del alergólogo, con el fin de no contaminar su criterio. Esta vez no hizo las pruebas de la alergia, ni nos derivó a que nos las hicieran, pero llegó al mismo diagnóstico. Igualmente nos indicó que yo debía hacer dieta sin lácteos unas 3 semanas y luego reintroducirlo para ver cómo reaccionaba la niña y estar seguros de que el diagnóstico era acertado.

150 palabras: Un monstruo simpático (sobre, biblioteca, calle)

domingo, 18 de octubre de 2015

Les encantaba ir a la biblioteca del barrio. Estaba al final de la calle, justo antes de empezar la cuesta. ¡Menos mal! Muchas veces cogían un libro nuevo y otras tantas iban a escuchar cuentacuentos.

Sofía y Elena caminaban de la mano, calladas. Habitualmente charlaban sobre lo que habían hecho en el cole y la guarde, pero hoy estaban muy serias. Se disponían a coger un libro de miedo. ¡Pero no sabían si serían capaces de leerlo! Mamá les había explicado que a veces, cuando se lee algo que te impresiona, se sueña con ello por la noche. Y no les apetecía soñar con monstruos…

Cuando llegaron, hojearon varios libros y vieron uno que tenía un monstruo con cara de simpático. “El monstruo de los colores”. No parecía de miedo… Quizá fuera un buen libro para comenzar a relacionarse con los monstruos. Sabían que esa noche podrían dormir tranquilas.

Imagen original de Patrik Göthe