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¡Ha llegado mi mochila de porteo!

miércoles, 13 de marzo de 2013

Esta es solo una mini entrada para compartir con vosotros que ya ha llegado mi nueva mochila de porteo. Es de la marca Pognae. Elegimos esta sobre todo porque parecía la más transpirable. Mollete suda muchísimo. Justo esta noche le ha salido una sudamina tremenda de lo que ha sudado durmiendo, la pobre... Pero es que además tiene unos diseños preciosísimos. Se los enseñé a papá Mollete, y le dije que eligiera. Y fue genial porque los dos nos fijamos en el mismo. 



La compramos a través de Brazos y abrazos, que nos dieron un taller de porteo el 2 de marzo. Han funcionado genial, resolviéndonos dudas antes de realizar el pedido. Y además los gastos de envío salieron gratuitos por ser una compra superior a 89€. Este tipo de mochilas no son baratas, pero aguantan hasta 20 kg de peso, lo que supone poder usarlas hasta que los peques son bastante talluditos.  Para mí es una inversión que merece la pena. Es habitual que cuando los peques ya andan se cansen y no quieran seguir. Llevar la mochila "por si acaso" es mucho más cómodo que llevar la silla. Pero esto es lo menos importante. Como ya comenté en la entrada de Retomando el porteo, lo más importante es la cercanía con tu hijo, ¡¡y poder estar dándole besitos todo el rato!!


Se pone muy fácilmente, aguanta el peso genial, que se reparte por la espalda... ¡Fantástica! Así que ayer, pasillo parriba, pasillo pabajo, paseo a La Vaguada, vuelta a casa... :D  ¡Casi me la dejo puesta para dormir!

Mi experiencia con la lactancia

martes, 12 de marzo de 2013

Me animo a escribir esta entrada por si puede ayudar a alguien, aunque sólo sea para infundir ánimos y animar a que se siga con ella. En parte me ha motivado la nueva labor que ha emprendido Mama (contra) corriente, que se va a formar para ser asesora de lactancia.

Mi relación con la lactancia ha ido cambiando desde que me quedé embarazada hasta hoy, e imagino que así seguirá siendo. Cuando toda esta aventura comenzó yo no sabía nada de nada respecto a este tema. Sólo lo que veía a mi alrededor, pero no me había parado a informarme. En aquel momento pensaba en lo cómodo que era el biberón para cuando estabas fuera de casa con el bebé, ya que por aquel entonces me veía incapaz de sacarme la teta si no era en la intimidad.

No he podido compartir con mi madre la experiencia del embarazo y la maternidad, ya que falleció en 2009, pero tengo una tía estupenda, madre de 4 criaturas y enfermera. Ella fue la primera que me habló de los beneficios de la lactancia. Y poco después, una compañera del trabajo me regaló el libro de Un regalo para toda la vida de Carlos González. Como ya comenté en una entrada anterior, no quería leer nada, sino guiarme por el instinto, pero ya que lo tenía en mis manos de vez en cuando le echaba una ojeada, y gracias a eso me hice consciente de la importancia de la lactancia. Hasta el punto de que cuando imaginaba el nacimiento de mi hija lo primero que me venía a la mente era el momento en que ella se enganchara al pecho, transmitiéndome enorme ternura.


La flor de la alegría

domingo, 10 de marzo de 2013


La pequeña Sofía se asomó por la ventana y vio el arcoíris. Ya había dejado de llover. Quizá fuera buen momento para ponerse sus botas de corcho y salir a buscar el tesoro del que le había hablado su madre: al otro lado del mar, le decía, existe la flor de la alegría. Si la recoges y la plantas en el jardín de tu casa podrás compartir esa alegría con todas las personas que quieres. Con sus botas de corcho atravesaría el mar, flotando, y llegaría al jardín donde vivía aquella linda flor. Su sueño era traerla a casa para devolverle la sonrisa a su abuelo, que estaba muy triste desde que la abuela Consuelo murió. Sus preciosos ojos azules se llenaban de lágrimas cuando pensaba en ella. Solo los abrazos de Sofía le devolvían momentáneamente la alegría. Pero pronto su cara reflejaría felicidad. De eso se encargaría Sofía.




150 palabras es una entrega dominical, creada por Marta, (DiarioDeAlgoEspecial) de una micro-historia o micro-relato, con la que podemos dar rienda suelta a nuestra creatividad, y enfocada a los niños. Cada domingo, a partir de 3 palabras que iré indicando por twitter (@MartikasPrez) durante la semana, habrá que  crear un cuento ¡de 150 palabras! (incluyendo las tres anteriores).

Se ha ampliado el plazo inicial de 24 horas, a 36 horas. A partir de ahora, desde la 1 de la mañana del domingo, y hasta las 11 de la mañana del lunes,se podrán enlazar los mini-cuentos. Después no hay más  que añadir tu micro-relato en el enlace del post y si quieres ver los demás relatos participantes, basta con que visites los enlaces que se vayan añadiendo. También puedes dejar un comentario en cada uno de los blogs que decidas visitar.

Si no quieres enlazarlo con el programa, puedes subirlo al post como comentario.

Gracias por participar en el reto de #150palabras.



Reflexiones en el día de la mujer trabajadora

viernes, 8 de marzo de 2013

Hoy es el día de la mujer trabajadora. La verdad es que tengo que admitir que yo siempre he dudado sobre si es recomendable celebrar este día (y otros días de este tipo) o no. Le veía sus pros y sus contras, pero bueno, al final me he decantado por el lado de que ¡¡claro que hay que celebrarlo!! Hay que reivindicar que, aunque han sido muchos los avances que gracias a Dios se han hecho, las mujeres siguen siendo menospreciadas y maltratadas en muchos países, en los trabajos no se les valora igual que a los hombres (pese a haber más licenciadas que licenciados, son muchas menos las mujeres en puestos directivos), en España cobran un 16% de media menos (según un estudio del Parlamento Europeo), y a eso se le suma la carga laboral que llevan en casa.

Sí, hoy en día son muchos los hombres colaboradores, y ¡menos mal que les tenemos a ellos! ¡¡GRACIAS, CHICOS!! Somos muchas las afortunadas que estamos acompañadas por un chico que a veces hasta hace más que tú en la casa y consigue sacarte los colores (es que yo soy especialmente desastrosa, también es verdad...). Aunque tengo que decir que, por muy dispuestos y colaboradores que sean nuestros chicos, cuando son cosas de los niños, a muchos se les olvidan las cosas básicas: “¿a dónde vas de paseo sin pañales de repuesto?” “¿Pero le has cogido el agua para beber?” “Hombreeee, ponle gorro, que hace frío.” Pero bueno, yo creo que eso va en los genes, en serio. No lo hacen a mal ni son despistados. Y, en realidad es lo de menos.

Muchas mujeres intentan conciliar su vida laboral fuera de casa con el jupi que les espera luego en casa y con los niños. Y otras muchas se meten unas palizas tremendas trabajando "únicamente" en casa. El caso es que, sea como fuere, son todas unas luchadoras capaces de sacar adelante situaciones que en otras circunstancias darías por perdidas. Alguna compañera de la blogosfera comentaba aquello de “¿recuerdas cuando aprendiste a ir al baño sujetando a un niño bajo el brazo?”. Me hizo mucha gracia, pero refleja perfectamente las situaciones cotidianas a las que tienes que poner solución en ciertos momentos.



Por lo menos las que trabajan en casa pueden organizarse el tiempo como a ellas les convenga, lo que, ciertamente, es un gran avance. Para las que trabajamos fuera el encaje de bolillos se complica, y mucho, porque hay cosas que no dependen de una. Hoy en día se les llena la boca a todos (administración pública, empresas privadas, medios de comunicación...) con la importancia de la conciliación de la vida laboral y la personal. Y oye, con la lata que le dan al asunto cabría pensar que eso está más que superado. Pero desde mi prisma particular de los casos que conozco, que obviamente son un porcentaje ínfimo de los que hay presentes en nuestro país, esa conciliación brilla por su ausencia. Cuando me preparé la oposición para mi plaza en el Ministerio tuve que estudiar un tema de derechos de la mujer, conciliación, etc. ¡Y estaba encantada! Si todo aquello que decían se cumplía, iba a poder compaginar todas mis actividades cumpliendo satisfactoriamente con el trabajo, y dedicando tiempo a mi familia (sabéis que ahora la corriente psicológica que se lleva, tal y como comentó ayer la psicóloga de la guardería en la reunión que tuvimos, no es que el tiempo con los hijos sea de calidad aunque sea poco, ¿no? Ahora se piensa que lo importante es estar con ellos: hay que dedicarles más tiempo). ¡Feliz como unas castañuelas estaba! Me considero una afortunada, porque mi centro de trabajo dispone de una guardería, que se oferta bajo el eslogan “para facilitar la conciliación”. Pues riánse ustedes: el horario de la guardería es media hora menos que el horario que tenemos los padres. La primera en la frente. Pero además, aunque fuera exactamente el mismo, se tarda por lo menos 10 minutos en ir de la guardería a tu puesto de trabajo, y otros tantos al hacer el camino inverso. ¿Alguien me explica cómo se concilia eso? ¿Obligamos a los profesores, que ya tienen su horario establecido, a que hagan una hora más al día? ¿O son los padres los que tienen que renunciar a sueldo para poder entrar más tarde y salir antes para recoger a sus hijos? Si desde el propio Estado, que se congratula de promulgar la conciliación, no se ponen las herramientas para ello, ¿qué vamos a esperar de las empresas privadas, donde, generalmente, las personas no existen?

Queda tanto por hacer todavía... por eso creo que ¡¡por supuesto que es importante celebrar este día!!

Esta no será sino una entrada más de todas las que habrá hoy por ahí dedicadas a este tema. No estaré aportando tampoco ningún dato significativo, pero estoy contando mi experiencia, que me ha hecho reflexionar sobre el tema y reafirmarme en que hay que seguir luchando. Hoy es viernes, viernes reivindicativo. La Marea Fucsia se prepara para atacar de nuevo. ¡Hagamos de este mundo un mundo mejor! ¡Entre todos es posible!

Convocatoria de viernes reivindicativo de Marea Fucsia, para el 8 de marzo de 2013: de 11h a 12h y de 19h a 21h, con el HT #mareafucsia. ¡Animaos!


Imágenes tomadas de "Marea fucsia".

Premios al mejor blog

martes, 5 de marzo de 2013

La semana pasada, recién aterrizada en este mundo de la blogosfera, un papá muy simpático me entregó uno de los premios al mejor blog. Merece la pena visitar su blog: Mis dos monstruitos. ¡Estáis tardando! No le mando el premio de vuelta porque me parece que no se puede, que si no... ¡No sabéis qué ilusión que me hizo recibirlo! Más contenta que unas castañuelas que me puse, oye...

Aquí está el diploma que acredita el hecho  ;)   



Es un premio que pasa de bloguero a bloguero : cada uno elige 11 blogs que crea que son merecedores de esa insignia, y los que lo reciben tienen que continuar con la tradición, entregar otras 11 insignias y contestar a un cuestionario tipo, que es al que respondo más abajo. Primero los premiados y mis razones para elegirlos:

En nuestro nido : porque es una mamá valiente que se va a un taller de porteo con su precioso bebé de solo 1 semana. Podemos conocerlas en su magnífico blog.
Mamá primeriza : me siento identificada con ella, en la novedad de la maternidad y de los blogs. ¡Y me ha resuelto cómo recuperar entradas perdidas!
Mamá por bulerías : me gusta su nombre, sus entradas y su diseño. ¡Me encanta su blog!
Brazos y abrazos : porque estas chicas son fundamentales para aclarar cualquier duda que ataña al tema del porteo. ¡Lo que se aprende en este blog! Y ellas son encantadoras.
Una mamá práctica : tiene muchas propuestas de cosas para hacer con los peques, ¡y eso me encanta!
¡Mamá qué sabe! : gran variedad de temas y muchos truquillos. Y me brindó una bienvenida bloguera muy cálida que me hizo mucha ilusión. ¡Qué más se puede pedir?
Mamá de V : de todo un poco. ¡Me gusta la variedad! Y me ha conquistado ese sonajero de ganchillo. A parte de que ella es un encanto.
Mamá contracorriente : imprescindible. Variedad de temas, y me parece muy riguroso. 
Mimos para mamá : porque es fundamental cuidarse. Para cuidar a los peques hay que estar bien. ¡Otra compañera del taller de porteo!
Diario de algo especial : me encantan sus 150 palabras: pequeñas historias escritas por ella.
Cuestión de madres : fundamental su libro de recetas.

Y ahora el cuestionario:

1. ¿Qué te gusta más cocinar postres o platos de cuchara?
    En general me gusta cocinar de todo, pero disfruto más haciendo postres porque me quedan mejor. ¡Aunque lo que a mí realmente me gusta es lo salado, no lo dulce!

2. ¿Qué es lo más importante para ti en una persona: la personalidad o el físico?
    La persona, claramente. No voy a descubrir nada nuevo. Pero a nadie le molesta que el que tenga al lado sea de buen ver, ¿verdad? Aunque la verdad es que no suelo encontrar a la gente fea fea... todas las personas tienen su aquel  :)

3. ¿Cuándo empezaste con el blog?
    La idea llevaba un año rondando, desde que nació Mollete el 21 de febrero de 2012. Pero no fue hasta el 15 de febrero de 2013 cuando por fin publiqué la primera entrada.

4. ¿Quién fue la persona que te inspiró para empezar en este mundo?
   ¿Quién va a ser? Esa personita que ha dado una nueva dimensión a mi vida.

5. ¿Sueles seguir muchos blogs o te llegan los seguidores por otras personas que te han conocido?
   Pues ambas cosas: rebusco por la red a ver qué hay de interesante, y otros me llegan a través de gente.

6. ¿Qué te gusta más: cocinar o que te cocinen?
   ¡Cocinar, cocinar! Aunque los días que estoy cansada no me importa que se marquen un tanto preparándome algo rico.

7. ¿Comes en casa o en el trabajo?
    Normalmente en casa del abuelo Mollete, incluso fines de semana. Un par de días a la semana, en el trabajo.

8. ¿Sueles hacer recetas de verdura?
   Toda las que puedo. Limitada estoy por los gustos del abuelo Mollete. ¿¿¿A quién no le gusta la pasta???  O.o

9. ¿Cuál es tu mejor receta?
   Bizcocho de calabaza, sin duda alguna.

10. ¿Qué le pides a una persona para que sea tu amiga?
   Que me soporte... que no es nada fácil. Y que tenga sentido del humor.

11. ¿Cuál es la mejor película que has visto?
   Pufff... esto es difícil de contestar. ¿La mejor o la que más me gusta? Me quedo con la trilogía de El señor de los anillos, que aunque no se ajuste al 100% a los libros me traslada a un mundo de fantasía que me recuerda a cuando era niña. Y eso me encanta.

Retomando el porteo gracias a Brazos y abrazos

domingo, 3 de marzo de 2013

Cuando nació Mollete, mi prima María José, que para mí es como una hermana, me regaló un fular para llevarla. No conocía a casi nadie que practicara el porteo, de modo que cuando me preguntó si prefería fular o bandolera, no supe muy bien qué decirle. Leí algo al respecto, pero a mí lo que me ayuda realmente son las experiencias directas. Me decidí por el fular, sin saber casi nada, porque sentí que me recogía toda la espalda por igual, mientras que la bandolera no agarraba simétricamente, sino que cargaba sobre un hombro. Y como suele dolerme la espalda, pensé que sería la mejor opción para mí.

La idea de llevar a mi bebé pegadito a mí, en lugar de a lo lejos en el cuco, me parecía extraordinaria. ¡Sería como estar achuchándola todo el día! Emocionalmente me parecía muy atractiva la idea, pero además era práctica: para ir y venir haciendo mis papeleos de la baja, para ir a la compra, o para hacer cosas por casa sin tener que separarme de mi peque. Además, al principio, cuando echaba un poco de menos mi barriguita, era como tenerla de nuevo, y podía colocar las manos del mismo modo que hacía antes... y eso me hacía revivir sensaciones muy bonitas que había estado teniendo antes de nacer Mollete.



Y así estuvimos los primeros meses de Mollete. En verano lo dejamos un poco, porque pasábamos mucho calor, y cuando llegó el otoño, me pareció que Mollete pesaba demasiado como para seguir usando el fular. Y como el papá se había comprado una mochila Babybjorn porque el fular era de chicas, pensé que cuando me resultara útil portearla cogería la mochila. Y eso hemos hecho en un par de ocasiones.

A pesar de haber dejado un poco de lado el porteo, este sábado acudí a una charla-taller organizada por Madresfera e impartida por Alejandra y Eva, de Brazos y abrazos, porque creí que tenía mucho que aprender. El taller fue en La bolsa mágica, una tienda preciosísima donde hay muchas cosas para los peques, y distintas actividades, todas muy interesantes. Echadle un vistazo.

¡Qué gran acierto haberme apuntado al taller! No solo porque le puse cara a mamis blogueras y conocí gente la mar de interesante y agradable, sino también porque nos contaron la cantidad de tipos de porteos que hay : fular elástico, fular tejido, bandolera, mochila ergonómica... cada cual tiene sus ventajas. Lo primero que saqué en claro : la mochila Babybjorn no tiene nada de ergonómica. ¡La primera en la frente! Y mira que  lo estuvimos mirando con calma, para no meter la pata con la compra de la mochila. Pero nos faltó haber asistido a un taller como el de este sábado antes de lanzarnos a la aventura. Ahora te das cuenta de lo mal enfocados que están en general los cursos de preparación al parto, puericultura y maternidad. ¡Cuántas cosas inútiles nos contaron!, y la de cosas que me hubiera gustado saber de antemano. Bueno, para ser justos, alguna cosa útil sí que saqué... pero si los hubiera organizado yo, con la información que tengo hoy en día, la cosa hubiera sido muy diferente.



Me di cuenta durante la charla de lo mucho que echaba de menos portear a Mollete. Y de que quería hacerlo durante mucho tiempo más. Así que al llegar a casa hablé con Papá Mollete de todo lo aprendido en el taller. Y le pareció estupendo comprar un nuevo chisme de porteo, así que nos metimos en la web de Brazos y abrazos. Mirando mirando nos surgieron preguntas y por correo se las hicimos. Eran cerca de las 11 de la noche de un sábado, y a los 15 minutos ya teníamos respuesta de Eva. ¡Estas chicas son maravillosas! Con su experiencia nos aclararó las dudas, y ya sabemos qué queremos comprar para seguir porteando a Mollete. Por supuesto, lo haremos en su web.

Y esta mañana he recuperado mi fular, que ha llevado a Mollete perfectamente. Hay que tener al bebé a la distancia de un beso, como nos dijo ayer Alejandra. Y así hemos hecho : ¡qué paseo más bonito y más tierno! Pudiendo mirar a mi niña a los ojos, dándole besos y jugando con sus manitas. Hablando de todo lo que veíamos por la calle, y lo que es más importante, sintiéndola junto a mí, casi siendo una. El cochecito de apoyo, por si algo fallaba, ha llegado vacío a casa del Abuelo Mollete.


Mollete viaja en metro

viernes, 1 de marzo de 2013

Ir en metro es un placer, que no suele suceder.
Con mi mami viajaré porque me gusta ir en tren.
Vamos de paseo, chu chu chu,
en un vagón nuevo, chu chu chu.
Vamos a la guarde, chu chu chu,
y no llego tarde, chu chu chu.

Pues recordando a Miliki comenzamos esta entrada sobre nuestro último viaje en metro. Antes de todo diré que, con la excusa de ponerle a Mollete canciones infantiles, compramos el otro día el disco de Miliki «A mis niños de 30». ¡Maaaadreeeee, cómo lo estoy disfrutando! Quizá he pecado de abuelismo, es decir, que he caído en aquello que todos juramos que no diríamos de «pues eso es mi época era mejor», pero es que las canciones de ahora no me gustan. Hay que reconocer que los niños se vuelven locos con Cantajuego y que no está mal, ¡pero Miliki es mucho mejor! Otro día podemos hablar de qué música le ponéis a vuestros peques.


Volviendo al tema (no sé cómo lo hago, pero siempre empiezo desviándome), hoy hemos ido a la guarde en metro. Ya es su tercer viaje en metro. Nos abrigamos bien, a sabiendas de que el metro es luego un cocedero y que casi hay que ir desnudo. Pero es que estos días hace un frío especialmente intenso en la calle...

Y nada, allá que vamos. A Mollete le encanta. Va con sus dos preciosos ojos súper abiertos, empapándose de todo, señalando acá y allá, diciendo hola a la gente... como la mayoría van todavía dormidos ni se enteran, pero ella insiste en saludar a todo el mundo porque es muy educada. Los que van despiertos no necesitan que Mollete salude para dedicarnos una sonrisa,y eso tan de mañana y en una ciudad como Madrid, donde casi todos van deprisa y a lo suyo, es un regalo maravilloso, que por supuesto hay que devolver.


En las 3 veces que hemos ido a la guarde en metro no me he cruzado con ni un niño porteado. Cierto que es muy normal que las guarderías estén cerca de casa o del trabajo de uno de los padres, de modo que no se hace necesario coger el transporte público. Hoy me he cruzado con una sillita de paseo. Pero nada más. No es habitual llevar a los peques a la guarde en metro. Y sin embargo cómo lo disfrutan.
Si son un poco mayores y tan impresionables como yo cuando era pequeña, les gustará pasar por la estación fantasma, la de Chamberí, entre Iglesia y Bilbao. Cuando de peque mi padre me llevaba al Museo del ferrocarril en Delicias, pasábamos por allí, y viajaba todo el primer tramo de trayecto sentada del revés para que no se me pasara la estación fantasma. Claro que entonces impresionaba mucho más, porque estaba abandonada de verdad e incluso había gente durmiendo allí. Ahora está reformada y hasta puede ser visitada, pero eso de que haya una estación por la que el metro pasa pero no para seguro que les llama la atención.

¡Así que os animo a que de vez en cuando les llevéis a alguna parte en metro! De verdad que les encanta. Miran por la ventanilla y alucinan viendo pasar la estación y con que luego se ponga todo negro... Además hasta los 3 años es gratis, así que un motivo más para aprovechar ahora.