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Observar el cielo de verano

jueves, 28 de julio de 2016

fotografía, cielo, móvil, smartphone
Imagen del cielo de verano tomada con un móvil. Se ha jugado con el tiempo de
exposición, de modo que se ven las estrellas a través del brazo.
Una de las cosas que sí me gusta de verano es que es más habitual que el cielo por la noche esté despejado y podamos aprovechar a mirar las estrellas. El cielo nocturno está lleno de curiosidades, cosas bonitas, historias... y a los niños les suele apasionar este tema. Desde pequeña yo soy una de estas pequeñas frikis, que se hacía y aún se hace mil preguntas y trata de comprenderlo todo... y se frustra y se enfada porque ve que no, que no todo puede estar bajo su control. Pero al rato se me pasa y vuelvo a disfrutar de las noches de verano perdiendo mi mirada entre estrellas y planetas.

¿Queréis contarles cosas chulas del cielo a vuestros hijos? No es necesario un telescopio para poder disfrutar del cielo nocturno. Os voy a dar algunas ideas fáciles para poder pasar noches entretenidas con los enanos, aprovechando los cielos despejados y las temperaturas nocturnas más llevaderas.

Querida Esther

domingo, 24 de julio de 2016

Pues ha pasado un año más... y ya son tres. Es muy curioso que, en contra de lo que nos da miedo cuando perdemos a un ser querido, que es ir poco a poco arrinconándole en el olvido y dejar de tenerlo presente, cada vez apareces más en mi día a día.

Últimamente me ha parecido verte por la calle en un par de ocasiones. Primero me llamó la atención el pelo ensortijado, que era una de tus señas de identidad. Y al girarse las mujeres, aparecieron unas gafas de pasta algo anchas, como las que llevabas en los últimos años. Pero no, claro. Ellas no eran tú. No sé si la vida a veces es un poco cruel, porque ellas iban con niños, y no he podido evitar pensar en cómo habrías sido como madre. Le doy muchas vueltas porque el tren se cruzó en tu vida justo cuando habías decidido dar un cambio de rumbo y apostar por tu relación con M. Cada vez parecía más cerca un futuro juntos, dando pasos de gigante para disfrutar de todo lo que os ilusionaba. Pero todas esas ilusiones descarrilaron en aquella maldita curva.

¿Sabes?, he tenido un par de días de capricho de helado de Häagen-Dazs, de vainilla con cookies, y automáticamente al hincar la cucharilla en el helado me han venido fogonazos de una de nuestras últimas meriendas juntas, cuando conociste a Sofía y le regalaste el artilugio para la bañera que aún sigue por casa. No fue mucho rato juntas, venías de trabajar y hacía calor... Pero al menos fue un ratito de cháchara de la que nos gustaba. Me da tanta pena no haber podido compartir contigo tantas cosas bonitas que me han pasado estos años...

Objetivo Spark de Lensbaby: juega con el desenfoque

martes, 19 de julio de 2016

spark, lensbaby
Mi santo esposo es que el contribuye a base de regalos en ocasiones especiales a aumentar mis trastos de fotografía. Me encanta la fotografía, y aunque llevo ya muuuchos años en ello, me considero una auténtica aprendiz, sobre todo desde que le dedico menos tiempo, que parece que me ha hecho perder la poca mano que alguna vez tuve. Pero las ganas y el entusiasmo no se van. ¡Que no falte! Uno de sus últimos regalos fue un objetivo que sirve para jugar con los desenfoques: Spark de Lensbaby.


Claves para protegernos del sol

miércoles, 13 de julio de 2016

playa verano sol protección
Ya está aquí el verano, con el calor, el sol... yo lo llevo fatal. No me gusta nada el verano, siempre digo que debería haber nacido en los países nórdicos. Creo que tiene que ver con que mis padres trabajaran en verano en Santander, de modo que yo estoy acostumbrada a no pasar calor, y claro, los veranos madrileños me resultan asesinos. Así que en casa,  en cuanto podemos, nos ponemos a remojo para que los males sean más llevaderos. Trato de evitar las horas en las que el sol está más alto y zumba más, ya que son períodos muy agresivos para nuestra piel, pero inevitablemente, aunque escojas cuidadosamente el horario, el sol va a estar a tu vera brillando y haciendo su trabajo.

Aprendiendo a comer sano 2

viernes, 8 de julio de 2016

azúcar
Pues nada, ya ha pasado una semana a lo tonto a lo tonto, desde que comencé el reto de aprender a comer sano durante el mes de julio. La verdad es que pensé que me iba a costar mucho más, pero lo cierto es que ha sido muy fácil, salvo un día en que de repente tuve un mono de azúcar muy grande. En parte lo achaco a que tuvimos una noticia médica no demasiado buena y en seguida vuelven a mí fantasmas que me desestabilizan. Y eso se une a que básicamente soy comedora emocional, lo que da como resultado que en momentos de tristeza, de bajón, de nervios... recurra a la comida para calmarme. Lo peor es que ni mucho menos me calma, así que sigo comiendo tratando de lograr esa paz... que no llega nunca. Y así ocurre que, aunque soy capaz de mantenerme en un peso durante un tiempo sin apenas esfuerzo, de pronto se me cambia el chip y cojo 3 kilos sin apenas inmutarme. Así que el mono de azúcar del otro día lo achaco a eso. Lo pude superar porque llevo toda la semana usando sustitutos del azúcar que me permitieron darme una pequeña alegría más dulce. A mí eso de acostumbrarme a un té o un café sin algo de dulzor.... no puedo. Lo he logrado con la manzanilla, pero el resto es demasiado amargo para mí, así que necesito algo que me dé el pego. Y he estado usando toda la semana azúcar de abedul, también conocido como xilitol. Así que el día que me entró semejante del mono pude darme el lujo de tomarme un té con azúcar integral. En realidad no estaría contradiciendo ninguna de las condiciones que me impuse en este reto, ya que el azúcar integral no aporta calorías vacías, sino otros nutrientes necesarios. Pero bueno, a pesar de eso decidí tomar en el día a día azúcar de abedul para intentar hacerme menos dependiente del azúcar. Así que esta decisión me vino genial para pasar el mono.

Aprendiendo a comer sano

jueves, 30 de junio de 2016

comida sana aprender comer
Cuando le detectaron a Punkita la alergia a la proteína de leche de vaca cambié mi dieta por completo porque tenía que eliminar yo de mi vida la proteína para no pasársela a través del pecho. La verdad es que no fue fácil porque por un lado, ¿sabéis cuántas cosas llevan leche y nunca lo hubiéramos imaginado? Entre otras cosas se usa a veces a modo de conservante y se encuentra en productos en los que nunca hubieras pensado. Por ejemplo el jamón de York. Ya sé que de entrada este jamón es de todo menos jamón. Pero incluso comprando uno bueno, la leche estaba presente con mucha frecuencia. Por otro lado, además, en las fábricas se maximiza el esfuerzo y el tiempo, así que se hacen diferentes productos en las mismas instalaciones, de modo que, aunque un producto no lleve leche en sus ingredientes puede estar contaminado con trazas de otro de los productos de la misma fábrica. Así que muchas veces, para poder comer, tuve que recurrir a productos veganos, porque la mayoría se fabrica en instalaciones en las que no entra ningún ingrediente de origen animal. Es muy frecuente también que estos productos no lleven azúcares añadidos ni usen productos refinados (azúcar blanco, harinas blancas…), de modo que llevé una alimentación mucho más natural o más original, por así decirlo, de lo que me hubiera planteado al principio. Y adelgacé una burrada de kilos además de que me sentí  mucho mejor, y eso sin limitarme cantidades ni nada. Yo comía libremente pero siempre comida de este tipo. La gente me decía: eso será que tú eras intolerante a la lactosa, y no digo yo que parte sea cierto, pero no del todo porque de hecho cuando volví a incorporar la leche a mi dieta no me sentó mal, no noté el haber estado 7 meses sin tomarla. Lo que si noté fue que empecé a engordar. Desde entonces, diciembre, he intentado ponerme a dieta, con las clásicas, y han sido un fracaso absoluto.

Crema de cacao y avellanas SuperNanos. Sello de calidad de Madresfera.

lunes, 27 de junio de 2016

En casa optamos por una alimentación lo más sana posible, a poder ser con la cantidad mínima de productos procesados y refinados. Si comemos bollería tratamos de hacerla nosotros, no entra nada de bollería industrial salvo alguna galleta de vez en cuando, porque sí, las galletas también son bollería industrial. Pero no hay que volverse locos sino alimentarse con cabeza. No hay que abusar de nada, pero en la dieta se puede meter de vez en cuando algún producto que en principio sea menos saludable. En casa lo que entra a veces es crema de chocolate. Hasta ahora veníamos comprando las marcas más conocidas, como Nocilla o Nutella. Son auténticas bombas y echamos muy poquita en el pan, la justa para darle un poco de sabor porque no somos mucho de cargarlo ni en mermelada ni en cremas.  Pero aunque sea poca cantidad, lo ideal es que sea lo más sano posible. De hecho la hemos elaborado en casa alguna vez para darnos una dulce alegría cuidando lo que comemos, sabiendo lo que le echamos a la receta.