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La maternidad de la A a la Z : S, de Sofía

jueves, 9 de mayo de 2013


De bien nacidos es ser agradecidos, así que no puedo empezar de otra manera que no sea agradeciendo a Verónica que haya comenzado este nuevo carnaval de blogs y que haya contado conmigo desde el principio para participar. Me parece un proyecto muy interesante, que creo que me va a ayudar a profundizar más aún en todas estas novedades que me ha traído el ser madre, esas sensaciones, esas ideas, esos reflejos que yo no sabía que tenía O.o

Han sido tantas las cosas nuevas sobre las que podría reflexionar... pero creo que tengo claro por dónde empezar. El gran cambio, el más importante, se llama Sofía. Ella es la primera persona que ha conseguido que me sienta imprescindible al 100%, que ha removido mi interior de arriba a abajo provocando sentimientos fortísimos; esos sentimientos que iré tratando de analizar y relatar cada jueves.

Ella es la que cuando la cojo en brazos y enrosca sus piernecitas alrededor de mi cintura hace que crezca 20 cm; y que cuando me mira y me sonríe porque sí hace que engorde 30 kg. Entonces siento que mi paso por la vida no es en vano, que estoy aquí para algo y que en ella espero dejar mi huella. No es que quiera imprimir sobre ella mi carácter y mis costumbres, pero sí quiero ayudarle a ser una buena persona con criterio para decidir por sí misma y no dejarse llevar por toda esa gente manipuladora e interesada. Esto sí que es un proyecto de vida, el que realmente quiero que salga bien, por el bien de la peque.

Antes de nacer Sofía pensaba en cómo de exagerada eran todas esas mujeres que hablaban de cuánto les había cambiado la maternidad. No podía ser para tanto... ¡qué equivocada estaba! Si no conoces algo, no hables, ¡bocazas! (me lo digo a mí misma...). Y es que es verdad. Ahí está ese instinto animal. Supongo que lo llevamos dentro : desde el momento del nacimiento de nuestro bebé nuestra misión animal es cuidar, alimentar y educar a las crías para sacar adelante a la especie. Automáticamente nuestro plan de vida y comportamiento cambian para poder llevar a cabo esta misión que nos encomienda la madre naturaleza, y por nuestros peques somos capaces de todo. ¡Cuidado con nosotros! Es la naturaleza la que, nadie sabe cómo, nos da esa sabiduría (Sofía) necesaria para hacerlo adecuadamente. Nadie nos ha enseñado a ser madres, o padres, pero todos somos capaces de desempeñar perfectamente ese papel. Otra cosa es que haya gente a la que no le apetezca tener hijos, pero estoy convencida de que, llegado el caso, sabrían hacerlo. Y luego están los que, siendo ya padres y madres, pasan completamente de sus hijos, pero no porque no sepan cómo hacerlo, sino porque son mala gente. Volviendo al tema, es esa sabiduría la que nos aporta unos súper poderes (los llamo así porque son algo nuevo para nosotros, ya que de muchos de ellos ni siquiera éramos conscientes que los teníamos) con lo que sacamos adelante nuestra tarea. ¿No os suenan : intuición, fortaleza, paciencia, comprensión...?

Nuestros súper poderes, las sensaciones que nos provocan nuestros hijos, las reacciones ante lo que les pasa... Tenemos por delante mucho sobre lo que reflexionar y de qué hablar. Encantada de poder compartirlo en este carnaval :D