Redes

                                                                                                       

Una fiesta para un bebé

viernes, 3 de mayo de 2013

La llegada de un bebé siempre es motivo de alegría. Y yo, que me gusta un sarao más que a un tonto un lápiz, encuentro en los embarazos una excusa perfecta para hacer fiestecilla. Esta entrada abre una pequeña serie dedicada a diferentes aspectos a la hora de organizar una fiesta de estas características.

Mi prima está embarazada y espera una niña para mediados de junio. Unas amigas suyas, el resto de primas y yo, hemos decidido hacerle una fiesta del bebé. Lo que en Estados Unidos se llama baby shower. Hasta ahora aquí esto no había sido tradición, la verdad. Yo empecé a conocerlo con el bebé de una amiga y a mí me hicieron también uno. Y oye, me parece estupendo el tener una excusa para reunirse con las personas queridas a pasar un rato agradable. Llamémosle baby shower, fiesta del bebé, tarde de chicas o merienda.

Al papá de la criatura le pareció también buena idea, porque él es de Perú y parece ser que allí también es tradición. Invitamos también a la madre de la mamá, es decir, a la abuela materna, y a su tía, y entre todas nos pusimos manos a la obra a organizarlo. Espacio teníamos mucho, porque se acababan de mudar 3 días antes a una casa nueva sin muebles... así que entrábamos unos cuantos sin problemas, aunque había que llevar sillas.

Así que nada, a repartirse el trabajo. Por un lado, los regalos. Por otro lado, la comida. ¡Que a mí me pierde! Habría que poner algún globo y guirnalda, para alegrar un poco el espacio. De eso se encargó el papá.


Como éramos bastantes, nos juntamos con bastante dinero que dio mucho de sí. Por un lado la mami sabía que quería portear a su bebita, así que indagando un poco averiguamos que ella quería un fular tejido. Ya se había estado informando acerca de las diferentes maneras de porteo y lo tenía muy claro.

Al principio no sabíamos qué más comprar. Teníamos muchas buenas ideas, pero a todas les encontrábamos pegas: una cómoda está genial, pero tienen que elegirla ellos. Una trona también, pero hasta que se use está ocupando sitio y ellos aún no sabían en qué piso iban a vivir... total, que recurrimos a lo práctico y a algo que supiéramos que les gustaba. Por un lado un robot de cocina para las comidas del bebé, que sabíamos que a la mami le gustaba. Y por otro una tarta de pañales. Como no nos quedaba mucho presupuesto para la tarta, decidimos hacerla nosotras, que nos saldría más barato. En una futura entrada os contaré cómo la hicimos.

Ya solo quedaba empaquetarlo y ponerlo todo bonito.


En cuanto a la comida, nos repartimos las tareas, de modo que resultara fácil y cómodo para todas. Y nos quedaron cosas bien ricas: empanada, sandwiches, tarta de manzana, palmeritas de hojaldre, patatas, un ají de gallina típico de Perú que preparó el papi, trufas... Yo hice unas galletas a modo de recordatorio de la fiesta. En otra entrada más adelante contaré cómo las hice.

Así que nada, aunque no pudimos ir todas, las que fuimos pasamos un rato la mar de agradable, y  creemos que a la mami que le gustó mucho... que era de lo que se trataba.