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Cuando te hacen dudar de ti

lunes, 21 de septiembre de 2015

¡Qué difícil es mantenerse firme! Ya os conté que mi hija dejó de coger peso y tardamos un poco en dar con la causa. Al final parece que fue una combinación de frenillo y alergia a la proteína de la leche de vaca. Desde luego desde que el Dr. Briz le cortó el frenillo y yo me quité los lácteos de mi dieta, la niña ha experimentado una clara mejoría, porque hace menos cacas, ya no tienen sangre y parece que va aumentando el peso a un ritmo más o menos constante para lo que se espera de un bebé (que no cogen lo mismo cada semana), pero es que anteriormente pudo estar sin coger ni un gramo un mes fácilmente.

Igual que en un principio, cuando nadie le daba importancia al tema, yo estaba intranquila porque sabía que pasaba algo, ahora estoy totalmente calmada porque sé que la niña está perfectamente y se alimenta correctamente. Pues bien, según su pediatra debería de haber engordado en un mes 500g, desde los 6 meses a los 7; que 300g son pocos, me dice. Según la Asociación Española de Pediatría, a partir de los 6 meses en normal una ganancia a la semana de entre 40g y 80g, es decir, entre 170g y 340g al mes aproximadamente, en un mes de 30 días.

Gráfica de percentiles de la OMS del nacimiento a los 2 años de niñas.

Vayamos por partes. No me esperaba en absoluto ese comentario de los 500g, porque es una pediatra prolactancia y siempre me ha animado a seguir con la lactancia materna exclusiva incluso cuando la niña no cogía peso a un ritmo adecuado. Con Mollete tampoco tuvo nunca ningún comentario extraño a este respecto, pero ahora pienso que quizá fuera porque nunca dio ningún problema de peso e iba siempre por percentiles altos. Pero ahora está empeñada en que la enana tiene que engordar como una bola porque ya toma alimentación complementaria. Tan normal es que un niño esté en el percentil 3 como en el 97. Si no lo fuera, a mí me tendrían que haber insinuado alguna vez que Mollete sufría gigantismo, pero no se dio nunca esa circunstancia. ¿Entonces por qué hay que insinuar que un bebé en el percentil 3 no está bien?

El segundo encontronazo fue sobre el orden en el que le doy los alimentos a mí hija: primero el pecho y luego le ofrezco otro tipo de alimento. Pero no, pretende que la cebe y le meta ya el pescado (¿tan pronto? Es más, ¿con el intestino irritado como lo ha tenido?...) En el fondo sé que debe ser como yo lo hago. Por eso mi hija ha engordado 300g en un mes en lugar de seguir sin engordar. Me sé la teoría, sé que lo estoy haciendo bien porque no hay más que mirarla, pero con todo y con esto ¡¡te hacen dudar de todo!! Dudas de ti, dudas de tu memoria (¿no había leído yo esto?) y de tu comprensión lectora (yo juraría que eso no es lo que entendí).

Vuelves a leer webs de confianza, entre otros la de la Asociación española de pediatría, que digo yo que como no es un solo pediatra no debo temer que sea una opinión sesgada, sino que con fío en que hayan llegado a una conclusión entre varios (lo sé , esto no siempre es garantía de nada... que luego le ponen el sello a las galletitas de los dinosaurios...) Y lo lees de arriba a abajo varias veces (bueno, parece que sí comprendo lo que leo); y lo anotas no vaya a ser que se te olvide de nuevo. Y concluyes que así lo vienes haciendo y que lo haces bien, y que por supuesto así seguirás. Por tanto, ¡dudar de ti es absurdo!

Imagen original de gratisography

Pero el mal rato ya te lo han hecho pasar. Ese momento de no comprender cómo mi hija no engorda lo suficiente. ¡Ah!, es que le doy primero pecho, vaya desastre de madre... Y así cada vez que sales de la consulta. Y piensas: puf, pues menos mal que he leído mucho sobre el tema para poder informarme y ser capaz de defenderme y argumentar. Pero a las que no lo han hecho les destrozan las lactancias y ceban a sus hijos obligándoles a comer cuando no lo necesitan. Ay madre, es que no se puede bajar la guardia...

Santos Carlos González y Julio Basulto, velad por los niños.