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El frenillo lingual y los problemas en la lactancia

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Ya os contamos nuestra experiencia con el frenillo sublingual. Hoy vamos a hablar un poco más sobre esta afección para que la tengáis presente si surge algún problema en vuestra lactancia o en la de alguna conocida. Lo primero, decir que yo no soy asesora de lactancia, solo una madre que ha pasado por problemas derivados del frenillo, y todo lo que os cuento es lo que he ido aprendiendo a medida que me he ido informando.


¿Qué es el frenillo sublingual?

El frenillo es una membrana que puede aparecer en diferentes partes del cuerpo, y en particular bajo la lengua y bajo los labios superior e inferior, que pueden ser los que afecten a la lactancia. Vamos a centrarnos en el frenillo sublingual.


¿Qué problemas puede generar el frenillo?

El hecho de tener frenillo no implica necesariamente un problema, pues muchas veces el pecho de la madre puede deformarse tanto que permita al bebé mamar normalmente. El problema viene cuando es corto e interfiere en la lactancia. A esta patología se la denomina anquiloglosia. Hace que la lengua quede anclada al suelo de la boca limitando sus movimientos.

A interferir en la lactancia me refiero a problemas tanto para el bebé (que se canse mucho en las tomas, que las haga demasiado largas porque necesite descansar, que no gane peso adecuadamente...) como para la madre (daño, grietas y por tanto alguna infección, incluso mastitis de repetición y descenso de la producción de leche). Esto se debe a que el bebé tiene que buscarse la vida para sacar la leche y a menudo hace fuerza con otras zonas de la boca causando dolor en el pecho a las madres. De hecho es muy normal que los bebés con frenillo tengan lo que se conoce como callo del lactancia, que es un ampollita que aparece en el centro del labio superior, e incluso como una almohadilla en todo el labio inferior. Esto sucede porque han recurrido a los labios para poder obtener la leche que necesitan, cuando, en situación de normalidad, es la lengua con sus movimientos la encargada de presionar el pecho y obtener la leche.

Imagen original de andyk (a este bebé le falta evertir el labio inferior, por cierto)


¿Y cómo puedo detectar si mi bebé tiene frenillo?

Pues muchas veces basta con mirar bajo su lengua y se ve claramente. Pero todos sabemos que no siempre es fácil conseguir mirar bajo la lengua de un bebé: se mueven mucho, no levantan la lengua, o justo cuando quieres mirar cierran la boca. Podemos aprovechar cuando llora. En esas ocasiones se puede mirar bajo la lengua fácilmente además de poder valorar cuánto la saca cuando llora. De hecho si estáis tratando con una asesora de lactancia a distancia muy probablemente os pida que le mandéis un vídeo de vuestro bebé llorando para poder valorar el tipo y grado del frenillo.

Si aún así no estáis seguras otra opción es lavaros bien la mano e intentar pasar el dedo meñique de lado a lado de la lengua por debajo de la misma, bien pegaditos a la zona donde se junta con el paladar inferior. Si en el camino os encontráis con una telilla que os impide llegar hasta el lado contrario, es que hay frenillo.

Pero puede que al hacer esta maniobra no notéis nada y aún así vuestro bebé tenga frenillo. Lo veremos al hablar de los diferentes tipos de frenillo.

Muchas veces podréis pensar en frenillo si oís que vuestro bebé hace chasquiditos al comer. Esto se debe a la pérdida del vacío porque el agarre no es el correcto.

Otra cosa en la que os podéis fijar para determinar la presencia de frenillo es en la forma de la punta de la lengua de vuestro hijo. Normalmente, en la ausencia de frenillo, la lengua tiene una forma redondeada que se mantiene cuando el niño saca la lengua fuera de la boca. Si un niño con frenillo corto trata de sacarla, la punta puede adoptar una forma de corazón, ya que la zona central de la lengua sufre un tirón hacia atrás causado por el frenillo.


Tipos y grados de frenillo

Como comentábamos más arriba, hay diferentes tipos de frenillo. Se clasifican del 1 al 4. Del 1 al 3 son frenillos que se ven. Es decir, levantas la lengua del bebé y se aprecia la telilla. Mientras que el tipo 4 es el denominado frenillo submucoso que no se aprecia a simple vista. El que sea 1, 2 o 3 depende de hasta dónde llega ese frenillo en relación a la punta de la lengua. El frenillo tipo 1 es el más exagerado, el que llega a la punta de la lengua. He conocido bebés que con ese frenillo han conseguido mamar y coger peso adecuadamente. Son unos supervivientes. Pero eso no es lo habitual. El frenillo tipo 2 llega un poco más atrás, y el tipo 3 más atrás aún.


¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento depende del grado del frenillo, independientemente del tipo de frenillo que sea. Si es leve y no está interfiriendo en la lactancia quizá baste con unos masajes que ayuden a que esa membrana se mantenga elástica y permita seguir mamando con normalidad. Se trata de pasar el dedo limpio y con la uña corta de arriba a bajo sobre el frenillo, como peinándolo. O puede que no haya necesidad de hacer absolutamente nada. Pero si es un frenillo menos leve quizá convenga cortarlo.

Para hacer esto he oído de muchas técnicas diferentes: desde con anestesia general, a cortarlo a pelo, pasando por una sedación con gas. Unos los hacen con tijeras, otros con bisturí y otros con bisturí eléctrico. Unos en quirófano con un cirujano y otros en una consulta con la matrona o el pediatra. Mi experiencia con mi hija pequeña fue con un gas que la durmió solo mientras cortaban con el bisturí eléctrico. Me parece fundamental que estén ligeramente anestesiados o sedados para que no se puedan mover. Querer hacer ese corte con un bebé despierto personalmente me parece arriesgado. Además creo que la calidad del corte será mejor si el cirujano puede trabajar tranquilamente en la zona y hacerlo correctamente. Si no quizá no quede bien hecho y haya que repetir la operación, y malditas las ganas, ¿no?. Además se usan sedantes muy leves. Mi hija salió ya despierta del quirófano, y no pasaron más de 10 minutos desde que se la llevaron hasta que estuvo de nuevo en mis brazos.

Imagen original de kakisky

El frenillo no solo tiene importancia en la lactancia, sino que puede dar problemas más adelante, como interferir en el habla, que no se forme la cavidad del paladar adecuadamente, o hacer que el niño sea propenso a otitis. Aunque como todo en esta vida, tampoco necesariamente. Mi hija mayor tiene frenillo y me he enterado ahora con todo este lío de la pequeña. No afectó a la lactancia (32 meses de lactancia) ni al peso (se movía siempre por percentiles muy altos). Nunca ha estado enferma y por ahora habla como cualquier niña de 3 años. Sí que es verdad que hay sonidos que parece que le cuesten un poco más, así que ahora que lo sabemos lo vigilaremos por si hubiera que tomar cartas en el asunto. Desde luego, si tuviéramos que cortarle ahora el frenillo, sé que lo iba a pasar peor de lo que lo pasó la peque. No por dolores y demás, sino por el susto de todo lo que conlleva. Claro que depende del niño. Cuando operaron a mi peque había dos niños de 4 años: uno lloraba desconsolado, yo creo que no por el dolor (porque como dice el Dr.Briz, no les duele) sino por el susto del quirófano y toda la sitaución. Desde luego la otra niña de 4 años salió de quirófano y se puso a jugar feliz de la vida inmediatamente. Pero como ya se dan cuenta de las cosas puede que les resulte un trago un poco amargo.

En definitiva, si creéis que vuestro bebé puede tener frenillo os aconsejo que os pongáis en contacto con una asesora de lactancia o una IBCLC (International Board Certified Lactation Consultantconsultora certificada de lactancia materna). Desgraciadamente, en general, los pediatras aún no suelen darle al frenillo la importancia que tiene. Pero si tenéis la suerte de contar con uno de los que sí se la dan, consultádselo. O a una matrona que os lo pueda confirmar. Pero tened por seguro que una asesora o una IBCLC sabrán aconsejaron muy bien al respecto. Y si toca intervenir mi consejo, totalmente personal, es que lo haga un cirujano pediátrico en un quirófano, y no cualquiera de cualquier manera.