Mi hija mayor ha comenzado el colegio este año. Cada día de la semana tiene que llevar un tentempié diferente siguiendo unas pautas. La finalidad es que los niños tomen cosas sanas, es decir, que no lleven todos los días bollería industrial. Pero en su deseo de ayudar no lo han hecho muy correctamente ya que nos piden que llevemos un día yogur de beber, otro galletas, otro zumo de brick... y solo un día fruta. El caso es que me parecen alimentos que llevan, entre otras cosas, una cantidad de azúcares increíble. Así que me he tenido que buscar la vida y llevar alternativas elaboradas en casa.
Hoy tocaba llevar galletas, así que ayer me puse manos a la obra. No quería llevar las típicas, sino unas que llevaran algo más saludable. Y después de navegar por internet un rato y coger ideas de allí y de allá, opté por unas galletas de avena y manzana, aptas para una dieta libre de lácteos, de modo que yo también las pudiera comer.
La avena es un alimento muy interesante para los alérgicos a la proteína de la leche de vaca por el contenido en calcio, ya que 100g de avena contienen 80 mg de calcio. También es rica en vitamina K, B1 y B6, zinc. Pero sobretodo, además de la avena, estas galletas llevan almendras, una de las mejores fuentes de calcio para los que no tomamos leche, ya que en 100 g de almendras hay 240 mg de calcio.
Volviendo a la receta, es rápida y sencilla. Además no lleva huevo, así que es apta para los alérgicos al huevo. Y si compráis avena certificada que no tenga gluten serán aptas para celíacos. Pero ya sabéis que en el tema de la avena y el gluten hay que andar con ojo y en caso de celiaquía comprar solo la que nos garantice que no lleve gluten, ya que aunque la avena no tiene gluten de por sí, la contaminación cruzada hace que sí la tenga. Una marca que garantiza avena libre de gluten es Bauck Hof.
Las galletas que resultan no son las típicas duras, sino que quedan blanditas, casi casi como un bollito. Si lo que estás buscando es una galleta crujiente esta no es la receta que necesitas.
Ingredientes
100g de copos de avena
3 manzanas
50 g de almendra molida
Sal
Canela
Azúcar opcional.
Preparación
Para empezar vamos calentando el horno arriba y abajo a 180ºC.
Por otro lado pelamos las manzanas, las cortamos y las cocemos. Cuando estén blanditas hacemos con ellas un puré.
En un bol mezclamos los ingredientes secos: la avena, las almendras, un pizca de sal y canela al gusto, y mezclamos bien. Hay varios tipos de avena, pero si queréis una galleta más fina os recomiendo comprar copos finos de avena. Además quedarán más blanditos.
A continuación añadimos el puré de manzana, Se remueve bien hasta que nos quede una pasta con la consistencia que se muestra en la imagen.
Puede ser que nos quede más líquido de lo esperado, porque depende un poco del tamaño de las manzanas o de lo secas o jugosas que puedan ser. Pero esto no es problema, ya que en ese caso podemos añadir un poco más de avena o almendras. Yo añadí más almendra, que como hemos dicho, es muy buena fuente de calcio.
Probad la mezcla y estáis a tiempo de añadir más canela, si os gusta así, o azúcar si la encontráis ácida. Depende mucho de las manzanas que hayáis elegido.
Sobre una bandeja de horno colocamos papel de horno, o una alfombrita de silicona, para evitar que se peguen, y vamos poniendo montoncitos de la mezcla. Los aplanamos un poco para darle forma de galleta y metemos al horno unos 15 minutos. Yo al final las dejé un poco más, porque mi horno es un poco viejo y yo creo que no termina de funcionar bien. Nos acabamos de mudar y aún no le tengo cogido el punto.
Mi hija en cuanto las vio se lanzó a por ellas y tenía yo un poco de miedo a que no le gustasen. Pero se zampó 3 y hoy quería llevar muchas para repartirlas a sus amigos. Como os digo queda una galleta blandita. A mí personalmente me gustan tanto la textura como el sabor a manzana y canela. ¡Espero que a vosotros también os gusten!
