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Bugaboo cameleon: mi opinión.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Son 18 meses los que tiene ya Mollete y creo que tengo bastante experiencia tanto como con el Bugaboo Cameleon como con la silla de paseo, que es MacLaren. Dos productos con mucho nombre, de los que he obtenido una satisfacción totalmente diferente y opuesta.

En esta entrada trataré de plasmar mi opinión sobre el Bugaboo Cameleon. Y es sólo eso, una opinión de una persona que tiene sus propios gustos y manías; no es nada profesional ni técnica. Pero es fruto de la experiencia vivida.

¿Por qué nos decidimos por este modelo? Muchos amigos lo tenían y es cierto que se ve mucho por la calle. Lo suyo sería pensar que lo que abunda es porque es bueno, pero todos sabemos que a veces las modas nos dejan tontos y no pensamos. Por eso y porque éramos novatos y teníamos esa ilusión que te capacita para hacer una tesis doctoral en carros de bebé y lo que haga falta, miramos otros antes de decidirnos por este, que al final resultó un regalo.

Entre sus pros veo la manejabilidad: con una sola mano voy y vengo que da gusto. El cochecito gira sin apenas esfuerzo y puedo reconducirlo fácilmente por la senda correcta. Muchos pensarán que este dato es absurdo porque los carros se llevan con las dos manos, pero ¡ay, las situaciones que pueden darse en la vida! Yo he vuelto cargadísima de la compra, con un montón de bolsas pesadas, de modo que no me quedaban muchas fuerzas para ir manejando el carro. Recuerdo otra vez que llevé a la peque a la guarde y llevaba una mochila, dos bolsas cargadas en una mano y en la otra un cesto con un tronco de Brasil de mi altura. Aunque no os lo creáis es cierto. Y dentro de lo aparatoso de la situación pude llegar al coche bastante fácilmente, sin pegarme con el carro.

Otro pro es que es bastante ligero, o por lo menos a mí me lo parece. Fundamental a la hora de empujar y de cargarlo y descargarlo en el coche, que en mi caso eran varias veces al día. Son 9.6 kg, muy a la par que el Avio de Inglesina (9.5 kg) que tienen unos amigos y que nos ha sorprendido muy gratamente, algo más ligero que el Trío de Chicco y lejos de los 13 kg de algunos modelos de Bébécar, por poner algunos ejemplos. 

Para quien le guste el tema de la personalización, es muy personalizable, tiene muchos colorines y accesorios. A mi modo de ver esto no es importante, pero cada uno es un mundo. Y las opciones ahí están, para el que las quiera.


Otro factor que me impulsó a comprarlo es que una amiga me dejaba para el coche un Maxi Cosi que tenía adaptadores para el Cameleon. Un punto más a su favor.

El precio echa mucho para atrás. Sí no me equivoco, en España lo vende tan sólo un distribuidor, lo que le permite poner los precios que se le antojen, a mi modo de ver desorbitados. Pero cuando nosotros lo adquirimos lo vendían en una web holandesa, Baby trader, y con los gastos de envío incluidos nos ahorramos unos 300€. Esta página ya no lo trabaja y en el resto de productos no hay tanta diferencia de precio.

Un contra claro es que plegado ocupa mucho y se come el maletero. No me llamáis exagerada, que igual que os digo que sí que cabe en un Clio os digo que echa a perder el maletero de un Altea XL. Hombre, le puedes quitar las ruedas y la cosa mejora bastante, pero esto no es que sea una solución cómoda. Hay otros modelos que se pliegan más, dentro de que no puedes pretender que un capazo de pronto se minimice y parezca que no lo llevas en el maletero...

Hay gente que se queja de la mala calidad. Nosotros sólo hemos tenido problemas con la barra en la que se cuelgan los juguetes: se rompió el broche de uno de los lados, pero el servicio técnico funcionó muy bien. La única pega fue la tienda a la que pedimos que llevaran el recambio para recogerlo, que cambió de ubicación durante el proceso y no se molestó en avisar de este dato ni en avisarnos cuando llegó la barra. Tampoco cogían el teléfono. Fue muy molesto, la verdad, aunque finalmente conseguimos la barra. Pero Bugaboo funcionó muy bien. Por lo que vimos más adelante el tema de la barra debía de ser un problema de fabricación porque al cabo de los meses nos avisaron de que podíamos solicitar gratuitamente una barra nueva. Cosa que aprovechamos, faltaría más.

Como conclusión diré que de haber tenido que comprarlo a precios españoles supongo que no lo habríamos hecho a no ser que nos sobrara el dinero (y habría que verlo, porque a mí eso de pagar más porque sí... como que no me va), porque creo que en el mercado hay otras marcas muy competentes, con importes más bajos y con la silla del grupo 0 del coche incluida. Pero desde luego yo estoy muy contenta con el resultado.