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La maternidad de la A a la Z: V de visto bueno.

jueves, 26 de septiembre de 2013


Y aquí está la lista de las cosas buenas que he ido recopilando desde que supe que estaba embarazada, para contrarrestar la lista de las cruces. Si no sabes de qué estoy hablando, lee esto antes de seguir.

Dar una V es dar un ¡hurra!, un ¡me encanta! y a la vez un gracias.

- V a mi chico, porque aunque ya sabía que sería buen padre me ha sorprendido con recursos que a mí no se me han ocurrido y que no pensaba que podrían ocurrírsele a él. Y por cuidarme tan bien como lo hizo durante todo el embarazo y por cómo sigue haciéndolo a día de hoy (¡espero que le dure! Qué cara que tengo...)

- Otra V para mi padre. Con él me pasa lo mismo que con Papá Mollete: sabía la ilusión que le hacía tener esta nieta, pero jamás imaginé el brillo que le aparece en los ojos cuando habla de ella y lo feliz que se pone cuando están juntos.

- Mi ginecólogo se merece otra V. Fue muy buen médico y buena persona. Supo no darle más importancia de la necesaria a mi polihidramnios (exceso de líquido amniótico que puede deberse a algún problema fetal, pero no necesariamente. En la mayoría de los casos no se encuentra explicación. Quizá algún día le dedique una entrada para que más mamás sepan de qué va, porque yo no encontré demasiadas referencias). Siempre tiendo a buscarle 5 pies al gato, a sacar lo malo de cada situación y no voy a negar que hubo días en que estaba convencida de que mi bebé venía con algún problema, pero su calma ante la situación me transmitió la suficiente confianza como para entender que lo lógico es que no fuera así.

- Quiero darle otra V a todos mis amigos, que no han desaparecido en el embarazo y maternidad (todos conocemos varios casos en que los supuestos amigos desaparecen cuando te conviertes en padre). Sobre todo a los de grupos en los que Mollete ha sido el primer bebé y en los que, de algún modo, desentonábamos. Han disfrutado con la situación y aunque el tipo de planes ha cambiado (por ahora), sabemos sacar el modo de seguir pasando ratos juntos y disfrutarlos. Supongo que también he tenido suerte de algún modo y la gente que no hubiera sabido sobrellevar esta novedad se cayó de mi equipaje unos años antes. ¡Y cómo me alegro de ello! Porque me sirve además para empezar a desligarme de un pasado que no termina de gustarme y que muchas veces me gustaría borrar. No os imaginéis cosas tremendas, pero es una época en la que no fui como yo soy de verdad y de la que de algún modo me arrepiento. Me gusta sacar lo bueno y quizá sin ese pasado no sería como soy hoy, y oye, en realidad ¡me gusta la Mamá Mollete que conozco! Pero por otro lado hubiera preferido que no fuera así... y tengo que reconocer que me está costando dejar de darle importancia y sacarlo también de mi maleta.

- Laura, mi fisioterapeuta en el período de la recuperación post-parto, se ganó otra V. Aunque como no tuve parto vaginal me evité varios de los problemas que podrían haber surgido de haberlo tenido, fue muy positivo conocer que existen fisioterapeutas de suelo pélvico que te ayudan a solucionarlos. Porque ojalá en el futuro pueda tener un parto vaginal y todo lo que aprendí con ella me será de gran ayuda, seguro. Vi que todo se puede tratar y solucionar, cuando muchas mujeres se resignan creyendo que son daños colaterales e inevitables del parto. ¡Nada de eso! ¡Más fisioterapia de suelo pélvico y menos Tena Lady, chicas! :D

- Otra V para los padrinos de la peque, porque la quieren con locura y se desviven por ella. Y sé que si algo nos pasa a Papá Mollete y a mí, la enana estará con las personas que mejor la van a cuidar.

- Una V enorme, ¡tan enorme tan enorme que podría ser una W!, para la niña de mis ojos. Por enseñarme una nueva dimensión del amor. Por su confianza en mí, porque se calma cuando está conmigo, porque se siente protegida cuando la abrazo. Porque me da un amor incondicional, porque me mira con ternura. Por sus miradas cómplices y su risa de alegría. Por sus caricias, sus besos y sus abrazos. Por enseñarme cosas nuevas cada día y ayudarme a ser mejor persona. Por haber aparecido en mi vida y hacerme sentir que ahora ya lo tengo todo y que solo por esto merece la pena vivir. Por permitirme quererla y hacer que mi corazón lata con más fuerza cuando pienso en ella o estamos juntas.

- Y qué leches, ¡me voy a dar una V también a mí! Porque todo el mundo dice que la peque es un encanto de niña, así que, por la parte que me toca, supongo que eso significa que no lo estoy haciendo tan mal para ser novata.