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Maleta de recuerdos

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Hoy he querido participar en la Maleta de recuerdos de Terenya. Estoy triste porque no he podido prepararlo bien, tan solo unas fotos como recuerdo del verano... Para la próxima edición haré algo mucho más trabajado. ¡Lo prometo!

Nuestra primera parada fue Santander. Recuerdos de años pasados, de juegos de infancia, de risas de la familia, de noches largas disfrutando de la compañía de los demás, de olor a mar y a rabas, de calma, paz y desconexión. En definitiva, de una terapia maravillosa para el cuerpo, la mente y en esta ocasión también para el alma.




La segunda etapa del viaje fue Biarritz. Un viaje corto porque Papá Mollete se puso malo y había que reponerse para reincorporarse al trabajo. Pero fueron unos días de disfrutar de los amigos y de las pequeñas. Siempre es agradable pasar unos días en compañía de Mamá y Papá Cacahuete y de Cacahuete :D




Por último, un verano más volvimos a Lamonzie-Montrastuc, cerca de Bergerac, en Francia. Es un sitio para conectar con mi madre de una manera especial. Allí tuvimos nuestro último verano como una feliz familia antes de que la sombra de la recaída del cáncer nos cubriera. Fueron 7 días muy intensos donde saboreamos cada minuto de la vida, pues veníamos con la lección bien aprendida después de unos meses de sufrimiento. Vivimos y sentimos más cosas en 7 días que en muchos años de nuestras vidas. Y cada verano que volvemos es recuperar la conexión con todo lo vivido.